La Indicación Xeográfica Protexida acuerda elevar la edad máxima de los animales para adaptar los términos a los de la normativa general y dar más flexibilidad a los ganaderos para sacar sus productos al mercado
07 ago 2019 . Actualizado a las 11:58 h.Ternera Gallega es la carne que proviene de los animales sacrificados antes de que cumplan los diez meses de vida, según el actual reglamento de la Indicación Xeográfica Protexida (IXP). Pero esto podría cambiar durante los próximos meses. El consello regulador aprobó una modificación del reglamento para, en primer lugar, igualar los términos con los de la normativa general. Esta permite aplicar la denominación ternera a todos los menores de un año, pasando a partir de entonces a llamarse añojos. Algo que no sucedía en la IXP gallega. La modificación del reglamento prevé que, una vez entre en vigor, los becerros de entre 10 y 12 meses puedan presumir también de ser ternera.
«Tiñamos o límite en dez meses porque a tradición en Galicia era a de producir animais novos e porque antes non había estas limitacións na normativa xeneral», explica Jesús González, presidente de la indicación. En su opinión, «isto traía prexuizos para o sector gandeiro porque os nosos eran anellos con dez meses o os demáis seguían a chamarse ternera», argumenta. Esos argumentos fueron los que llevaron a la indicación geográfica a debatir, durante un año, la posibilidad de incrementar la edad de los becerros en dos meses. Finalmente, la medida fue aprobada por mayoría en el pleno del consello regulador y, en breve, está previsto que salga publicada en el Diario Oficial de Galicia. Posteriormente, deberá ser enviada a Bruselas, para que reciba el visto bueno y pueda entrar en vigor. Un proceso que todavía se demorará durante unos meses.
La IXP modifica el reglamento para elevar en dos meses la edad de los becerros que se venden como ternera «Na normativa oficial, ternera é toda aquela carne que procede de animais de menos de doce meses», asegura González. En la IXP, en cambio, tanto las categorías de Ternera Gallega como de Ternera Gallega Suprema estaban reservadas para animales de menos de diez meses. El cambio propuesto afecta solo a la primera de estas categorías. «Os de Suprema teñen que mamar da súa nai ata os sete meses. Se alongamos a súa idade iso vai afectar ás características da carne», asegura González. De hecho, considera que la medida protege todavía más la calidad de la Suprema, aunque beneficia a quien la produce. Y es que, hasta ahora, los ganaderos que producían Suprema si dejaban que el animal cumpliese los diez meses de vida porque no encontraban comprador en el mercado o el precio no les convenía, tenían que venderlos ya como añojo. Con este cambio en el reglamento podrán comercializarlos como Suprema, si tienen menos de diez meses de vida y fueron amamantados por su madre, o como ternera si pasan de los diez y no llegan a los doce. «A súa carne baixaba dous escalóns e sufría unha merma de prezo moi grande. Agora van ter a opción de sacar esa Suprema como ternera», argumenta.
Gozález explica que en la Indicación Xeográfica se le ha dado muchas vueltas a este cambio, y se ha debatido mucho. «Hai que evolucionar cos tempos e co mercado. E o lóxico é que nos adaptáramos á lexislación xeral», sostiene. Argumenta que esta medida persigue varios objetivos. El primero, «manter a Suprema como a categoría élite», explica. El segundo, adaptar la tipología de Ternera Gallega a la general, «para que non haxa discrepancias». Y el tercero, «dar flexibilidade aos gandeiros, que poden actuar en función dos seus intereses comerciais. Se hai demanda e se pagan ben, os animais poden saír antes», afirma. Porque, argumenta, actualmente «a xente vese obligada a vender porque senón o animal perde categoría».
El cambio saldrá publicado en el DOG próximamente y todavía deberá recibir el visto bueno de Bruselas En su opinión, el cambio beneficiará al sector. Sobre todo, porque dará una mayor flexibilidad a los ganaderos a la hora de sacar sus productos al mercado. Explica que, actualmente, hay meses en los que la oferta es muy abundante. Gracias a esta modificación en el reglamento, el ganadero podrá esperar ahora unas semanas más y conseguir un mejor precio para sus productos sin que estos cambien de categoría y pasen a ser considerados añojos, «que é unha categoría comercial inferior», concluye.