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Alma Carraovejas hace oficial la compra de Viña Meín y Emilio Rojo

Maruxa Alfonso Laya
M. Alfonso REDACCIÓN / LA VOZ

SOMOS AGRO

Alma Carraovejas adquiere los viñedos de Emilio Rojo
Alma Carraovejas adquiere los viñedos de Emilio Rojo cedida

La bodega quiere simplificar la gama de vinos de Meín y mantener la marca de Rojo

17 jul 2019 . Actualizado a las 10:35 h.

El desembarco de Alma Carraovejas en O Ribeiro ya es oficial. La bodega anunció ayer la adquisición de Viña Meín y Emilio Rojo, dos firmas emblemáticas de esta denominación gallega que pasan a formar parte del conjunto vitivinícola del grupo de la Ribera del Duero y que estrenarán nueva dirección en esta próxima vendimia. La adquisición quiere servir para reforzar la filosofía de Carraovejas de apostar por proyectos singulares, pues su objetivo es el de ser reconocido «como uno de los referentes españoles en el mundo por la calidad y variedad de sus vinos», explican en esta firma.

Alma Carraovejas, que así se llama el grupo vitícola ligado a la familia Ruiz Aragoneses, apuesta por la que, considera, una de las zonas con más potencial vitivinícola de España para elaborar vinos de una calidad excepcional. «Ribeiro y más concretamente Viña Meín y Emilio Rojo se distinguen por su singularidad y carácter genuino. Una emoción que se percibe nada más poner un pie en Leiro y, por supuesto, recorriendo esas pequeñas parcelas que son el origen del Ribeiro», explica Pedro Ruiz Aragoneses, director de Alma Carraovejas.

El grupo de la Ribera del Duero contará con el personal de ambas bodegas Su proyecto en la denominación gallega va encaminado a revalorizar la zona y sus paisajes singulares. Y apuesta también por mantener la esencia que ha hecho únicas a esas dos bodegas de O Ribeiro. Para ello, tanto el personal de Meín como el propio Emilio Rojo seguirán ligados al proyecto. El objetivo del equipo que liderará Pedro Ruiz es simplificar la gama de vinos de Viña Meín, recogiendo las peculiaridades de su finca, y mantener la marca Emilio Rojo como vino de parcela. «El conocimiento aportado por Alma Carraovejas buscará potenciar tanto ese terroir único en España como la propia zona, patrimonio histórico de la vitivinicultura de nuestro país», añaden en la bodega.

También en la elaboración de los vinos se respetarán igualmente esos parajes singulares, haciendo especial hincapié en la personalidad y autenticidad de cada viña. Se utilizarán, para ello, las 18 hectáreas de Meín, situadas en las mejores laderas del Valle del Avia, y en las que hay cepas de treixadura, godello, lado, loureira, torrontés y albariños. Variedades que conviven, añaden en esta bodega, con tintas como el caíño, brancellao o sousón, que se emplearán en la elaboración de unos «tintos de personalidad única».

En cuanto a Emilio Rojo, Carraovejas destaca la excepcionalidad y singularidad de las apenas dos hectáreas de viñedo de esta bodega y apuesta por mantener su propia identidad y por destinarlas a seguir elaborando uno de los vinos referentes de España. La bodega de la Ribera del Duero está ya trabajando con los equipos de viticultura de las firmas gallegas. La dirección técnica ha recaído en Laura Montero, que se ha incorporado en fechas recientes al proyecto. Es una profesional con amplia experiencia en proyectos internacionales y especialmente en Galicia, zona en la que lleva trabajando desde el año 2012.