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Nace la marca Pino de Galicia

Mario Beramendi Álvarez
MARIO BERAMENDI SANTIAGO DE COMPOSTELA

SOMOS AGRO

XOAN A. SOLER

Cincuenta entidades de toda la cadena de la madera impulsan la creación de la Fundación Arume, con el objetivo de revertir el retroceso de esta especie en la comunidad y desarrollar trabajos en el ámbito de la genética, la formación y el mercado

05 jul 2019 . Actualizado a las 10:37 h.

La madera de coníferas ha ido cediendo terreno en Galicia en los últimos años por diversos factores. La existencia de precios de mercado no competitivos, la falta de plantaciones de calidad o modelos silvícolas poco idóneos para lo que demandan las industrias explican este retroceso en un recurso estratégico y que ha puesto en alerta a toda la cadena de valor de la madera. Hasta cincuenta entidades del sector, con el apoyo de Abanca, acaban de constituir la Fundación Arume: su finalidad es hacer atractivo el rural para los jóvenes y favorecer la economía circular con un recurso renovable impulsando la madera de esta especie, de forma que se involucre a todos los eslabones: propietarios, viveiristas, empresas de servicios, industria de la madera y el colectivo de los arquitectos, y fomentar así su uso en las construcciones. La creación de esta fundación es el corolario al acuerdo que todas las entidades firmaron ya el pasado mes de octubre. Y ha empezado a trabajar en varios ámbitos: mejora de la genética, de la formación y salida al mercado. José Carballo, presidente de la Fundación, y Francisco Dans, vicepresidente, han anunciado esta misma mañana que están a punto de registrar la marca Pino de Galicia, lo que supondrá una mayor visibilidad internacional, así como una certificación de la calidad de la madera producida con esta especie. Ambos han estado acompañados de Ana Busto, de Serrerías Rodríguez, y de María Sánchez, arquitecta de The Cambium Design, durante la presentación de esta iniciativa en el Pazo de Quián, en Sergude (Boqueixón).

XOAN A. SOLER

En relación al pino, Galicia se enfrenta a varios desafíos a medio plazo: primero porque existen explotaciones que están produciendo madera de muy alta calidad que compra la industria a muy buen precio, lo que señala el camino a seguir por el resto del sector. Sin embargo, hay un problema con los turnos de corta, que están a 30 años, y deberían reducirse a 20, tal y como ha explicado Francisco Dans, de la Asociación Forestal de Galicia (AFG). Es decir, se trata de que el dueño del monte obtenga rentabilidades en menos tiempo. Además, la comunidad gallega hay entre15.000 y 20.000 hectáreas de pino  de las 60.000 que se quemaron en la ola de incendios del 2017 que todavía están sin regenerar.

A mayores de la  necesidad de invertir en mejora genética, de que haya una transferencia de conocimiento de la universidad al sector, José Carballo, presidente de la Fundación y a su vez director general de Finsa, ha hecho hincapié esta mañana en los enormes vacíos formativos que existen en la comunidad. «En el sistema educativo de Formación Profesional que tenemos en Galicia, en estos momentos, no existen una formación reglada sobre operarios y técnicos de aserradero o de tablero», ha dicho. Un vacío que se está cubriendo con inmigrantes rumanos y portugueses. Y todo ello, pese a la importancia del sector forestal en el conjunto del PIB y del empleo de Galicia, hasta el punto de que, con 21.000 puestos de trabajo directos, es equiparable a una actividad como la automoción, tradicionalmente mucho más apoyada desde el sector público y en la que, según la Fundación Arume, no existen unos déficits formativos tan acusados. Las carencias afectan a la actividad silvícola, a la propia industria y a quienes utilizan el producto, diseñadores y arquitectos. 

La Fundación Arume, según han explicado sus impulsores, nace para sensibilizar a la sociedad y a las distintas administraciones públicas sobre la importancia medioambiental y económica que tiene el uso del pino, y para promover medidas legislativas que incidan en la protección y promoción de esta especie para una silvicultura moderna que permita gestionar los montes de un modo sostenible. Entre sus objetivos, la fundación se plantea promocionar los usos de esta madera de calidad en todos los ámbitos.