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Masters of Wine aconsejan que los Rías Baixas tengan precios elevados

Maruxa Alfonso Laya
M. Alfonso REDACCIÓN / LA VOZ

SOMOS AGRO

MARTINA MISER

Apuestan por convertir la denominación en el punto de referencia del albariño

05 jul 2019 . Actualizado a las 05:00 h.

«El albariño está plantado en todo el mundo pero cuando la gente piensa en albariño ¿en que piensa?», preguntó Dirceu Vianna, Master of Wine de Brasil. Pues a eso debe aspirar Rías Baixas y, por ende, Galicia, a convertirse en el punto de referencia de esta variedad que ya se cultiva y produce en infinidad de países. Pero para ello resultan imprescindibles una serie de factores. El primero, seguir apostando por la calidad y por un estilo de vino determinado. El segundo, mantener a los Rías Baixas en un segmento de precios elevados. Estas son solo algunas de las conclusiones del relato que cinco Masters of Wine, considerados los profesionales más reputados en el mundo del vino, impartieron en Cambados. Lo hicieron en el marco de unas jornadas organizadas por Tes Asesoría Vitícola, que dirige la enóloga cambadesa Patricia Presas, y la multinacional Lallemand Bio.

Vianna sostiene que en el mundo queda todavía mucho mercado para el albariño. «En Estados Unidos actualmente hay muchas ciudades que los distribuidores de vino están ignorando», aseguró. Lo mismo sucede con mercados emergentes, como México o Brasil, o con países como Japón, donde el mercado está empezando a despuntar. Pero Rías Baixas tiene que saber destacar en todos ellos «reforzando el origen, buscando el terreno», aseguró. «Cuando uno oye albariño, Galicia tiene que ser la marca, el punto de referencia», insistió. Para ello resulta imprescindible seguir apostando por la calidad y, sobre todo, por mantener el producto en un segmento de precio alto. «La gente que vende albariño en la parte más baja del mercado, fuera. No puede haber albariños de precio bajo», afirmó. Considera que el sector debe contar una historia, «explicar a la gente esta gran zona productora que tenéis, el por qué de vuestro precio y posicionaros entre los mejores precios para que el consumidor lo entienda», argumentó.

Vianna destacó también la importancia de las estrategias de márketing, de saber a quién se dirige el producto. «Centrar la diana en unos pocos países y trabajar ahí. Preguntaros cuál es vuestro cliente diana y hacer un vino orientado a él, asociar vuestro producto a la cocina local y, sobre todo, contar una historia, generar un apego emocional con el cliente», aconsejó. En colaboración con Sarah Benson, presentó un estudio sobre las preferencias de los consumidores de vino, elaborado con una muestra de 250 personas. «A los que les gustan los vinos con barrica tienen más de 31 años y son hombres. Hay que hacer los vinos pensando en consumidores específicos», aseguró Benson.

Cuidado con los estilos

Vianna también insistió en tener cuidado con los estilos de vino. «No juguéis demasiado con los estilos, tenéis que estar en el top, pero buscando la mejor calidad». Una idea que refrendó San Harrop, Master o Wine de Nueva Zelanda. «El futuro es muy brillante para esta región si se concentran en lo que el mercado conoce. Experimenten, pero no arriesguen con los vinos principales», aconsejó.