Patrocinado porPatrocinado por

«Yo creo que en Galicia el gran filón está en los vinos tintos»

Maruxa Alfonso Laya
M. Alfonso REDACCIÓN / LA VOZ

SOMOS AGRO

Mónica Irago

El enólogo Pepe Hidalgo destaca la riqueza de esta comunidad, donde hay quince variedades tintas casi inexplotadas

27 jun 2019 . Actualizado a las 10:41 h.

Pepe Hidalgo lleva desde el año 89 asesorando a diversas bodegas gallegas en la elaboración de sus vinos. Este reputado enólogo participó ayer en el curso de verano que la USC imparte en colaboración con Terra de Asorey en O Salnés. Allí habló sobre las tendencias del vino gallego, al que ve inmensas posibilidades. En los blancos aún quedan variedades y formas de elaboración por explotar, sostiene. Pero es en los tintos donde, en su opinión, se esconde el gran potencial de la comunidad.

-El título de su charla es tendencias en la elaboración de los vinos gallegos ¿hacia donde deberían ir?

-Por un lado están los blancos, que creo que son la esencia de los vinos de Galicia, lo que les da su fama internacional y que han alcanzado una muy buena posición en los mercados. Actualmente, manejamos tres variedades principales, que son la albariña, la godello y la treixadura. Y yo creo que todavía se pueden hacer más cosas con ellos. Primero porque hay más variedades blancas que las anteriormente citadas, como la loureira, la caíño blanco o la lado. Pero es que, además, por el cambio climático, en los últimos años están apareciendo nuevas zonas productoras, otras posibilidades y otras variedades. Aparte de las cinco denominaciones de origen, ahora tenemos las indicaciones geográficas protegidas de Morrazo, Iria y Barbanza y Betanzos. Las dos primeras tienen más vocación hacia Rías Baixas, por proximidad, pero Betanzos es una zona que tiene un gran potencial, con vinos y variedades diferentes, como el agudelo o el blanco legítimo. En Betanzos, el cambio climático está jugando a favor. Por otro lado, aparte de los vinos que se elaboran ahora hay nuevos estilos de acuerdo con el mercado, como las crianzas sobre lías, los espumosos o alguno más que marcan tendencia, como las crianzas largas en botella. Otros tipos de vinos que pueden aparecer son los que se elaboran en nuevos tipos de depósitos, como los de barro o de granito.

-Y en los tintos ¿tiene Galicia potencial?

-No cabe duda de que los tintos más famosos están en las zonas más secas de Galicia, como Valdeorras o Ribeira Sacra. Lo que sí existe son quince variedades tintas que prácticamente están inexplotadas. No hay una zona productora en el mundo que tenga en el cajón quince variedades y ahí es donde el vino gallego puede desarrollarse más. No hay más que ver Rías Baixas, que es una zona eminentemente productora de blancos, donde ahora empieza a haber desarrollo de tintos. Es cierto que donde hay más potencial para las tintas es en la zona norte, pero yo les veo un futuro interensantísimo.

«Betanzos es una zona que tiene un gran potencial, con vinos y variedades diferentes»

-¿Está el cambio climático afectando a los vinos gallegos?

-El cambio climático claro que está influyendo. En el resto de la península tenemos un problema de clima y hemos pasado por años de sequía y de heladas a años muy lluviosos que nos han provocado grandes ataques de mildiu. En Rías Baixas, en cambio, estos factores han provocado que en los últimos tres años la cosecha de albariño, que era muy fluctuante, esté más regularizada. Y eso se debe al cambio climático. Es cierto que no todo es bueno, también da problemas en los cultivos porque pueden aparecer plagas. Pero está favoreciendo la viticultura. Influye en la maduración de la uva, en la estructura del vino, en la acidez. Actualmente nos encontramos con graduaciones de catorce grados que hace quince o veinte años no había.

-Habla de nuevas elaboraciones ¿se están quedando atrás los consellos al no autorizar esos nuevos métodos?

-La esencia de una denominación es proteger que los vinos tienen que tener una identidad y una tipicidad. Y a veces se elaboran productos que se salen de lo que es tradición en una zona. Pero, por otro lado, la iniciativa privada siempre es más ágil que la administración. Y eso es lo que hace que luego los consellos reguladores tengan que cambiar el reglamento. Pasó con los espumosos. Es cierto que las administraciones siempre van un poco por detrás. Pero bien es cierto que luego también se muestran receptivas.

-Y los rosados ¿tiene Galicia potencial?

-El rosado es un vino que ahora mismo está en auge. El consumo de blanco y tinto está a la par, pero en los últimos años el rosado ha crecido de la mano de la moda de los rosales provenzales, que son con muy poco color. Esto ha hecho que marquen tendencia. Pero yo creo que la apuesta en Galicia debe ser por los tintos. El rosado no deja de ser un vino con características muy similares a los blancos. Creo que la moda del rosado es coyuntural. Yo he trabajado desde el año 89 en Galicia y sigo asesorando bodegas. Ahora soy asesor de viticultura en el Cabildo de Tenerife, en un trabajo de puesta en valor de las variedades autóctonas de Canarias. Y allí se ven en el espejo de Galicia. Es un orgullo para esta tierra. Desde fuera, a los vinos gallegos se les con un potencial de variedades muy importante. Los blancos son un ejemplo, pero el gran filón está en los tintos.