Cobideza y Delagro tiñen sus silos de azul y rosa para dar visibilidad a esta enfermedad y colaborar en la investigación
18 jun 2019 . Actualizado a las 09:37 h.Los que estos días se paseen por la comarca del Deza verán, con sorpresa, que muchos de los silos que se están preparando no tiene el característico color negro o blanco. Ni siquiera son verdes, por eso de mimetizarse con el paisaje. Curiosamente, son el rosa y el azul los colores que predominan en estos campos. Y es que, de la mano de las cooperativas Delagro y Cobideza, junto con la quesería Doña Cobiña, el campo gallego ha querido aportar su granito de arena a la lucha contra el cáncer de mama y de próstata. Por eso ha elegido esos colores para decorar sus silos y, de paso, hacer más visible la lucha contra esta enfermedad. La medida también permite donar un euro por cada bovina a la investigación. La campaña está siendo todo un éxito y en Cobideza, por ejemplo, generó tal demanda que han agotado los plásticos de colores.
«Esta iniciativa naceu en Nova Zelanda no 2016 e nós decidimos unirnos este ano», explica Román Santalla, presidente de Cobideza. Su intención era la de hacer más visible la enfermedad. Eligieron el rosa, por el cáncer de mama, y el azul, por el de próstata. «No rural sentimos máis esta enfermidade porque todos sabemos quen a padece e o apoiamos.É máis intenso que na zona urbana onde pode ser que ninguén se entere de que estás enfermo», argumenta. El primer objetivo de la medida es, de esta forma, dar visibilidad a esa enfermedad. Pero la iniciativa persigue, además, colaborar con la investigación que permita acabar con el cáncer. «Aínda que os as administracións as que deben asumir esta competencia, nós queremos aportar o noso graniño», explica el presidente. Así que, por cada bovina de color que se haga, se donará un euro a la investigación. «A nivel xeral, esta campaña leva recadados xa máis de 600.000 euros», asegura.
Entre tres mil y cuatro mil rulos
Santalla explica que, en un principio, la medida generó sorpresa entre los socios de la cooperativa. Pero, en cuanto se les explicó, lo entendieron muy bien y no dudaron en apuntarse. «O apoio foi tal que moita xente xa nolo pedía ela», afirma. Los cuatro palés de plásticos de colores que llegaron a la cooperativa ya se terminaron y ahora están viendo la posibilidad de conseguir más. Calculan que en las tierras del Deza hay actualmente entre tres mil y cuatro mil bovinas azules o rosas, o de ambos colores. Y confían en que sean muchas más y en que esta solidaria iniciativa se pueda repetir el próximo año.