En menos de veinte años, en Galicia se pasaron de 284 a 1.750 vacas de esta especie
08 jun 2019 . Actualizado a las 19:35 h.La Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación (FAO) ha puesto sus ojos, como ejemplo de caso de éxito, en la recuperación de la raza bovina autóctona caldelá. Se trata de una distinción que premia el trabajo realizado por la Xunta de Galicia y por la Federación de Razas Autóctonas de Galicia (Boaga). Conjuntamente con el caso gallego fueron premiados otras dos razas equinas de Noruega (Nordkand Iyngen) y de Francia (Baudet du Poitou). Las tres razas figuran ahora como modelos de éxito en la gestión de recursos genéticos. Esta decisión de la FAO llega después de una auditoría realizada por la división de producción y sanidad animal del organismo a la raza caldelá. Esta revisión comenzó en el año 2017 y analizó la evolución de la gestión zootécnica de esta raza, que se encontraba en peligro de extinción desde 1996 y hasta el 2015. Así, se comprobó que en ese período de veinte años se pasó de estar registradas 284 vacas a 1.750. Al mismo tiempo, también se constató que el tamaño efectivo de la población considerando las últimas dos generaciones aumentó de 43 a 115 entre 2009 y 2012.
Este crecimiento ilustra un éxito global en la gestión de la conservación genética por parte de las entidades responsables, que son el Centro de Recursos Zooxenéticos de Galicia, situado en el pazo de Fontefiz (Ourense) y que dependen de la Consellería de Medio Rural, de la Asociación de Criadores de Raza Bovina Caldela (Caldega) y Boaga.
La vaca caldelá es originaria de la parte noroeste de Ourense y toma el nombre de la comarca de Caldelas. Se caracteriza por una capa negra y cuernos en forma de gancho. Se cría exclusivamente en sistemas de producción extensiva y su carne se vende bajo la marca de la asociación de criadores 100 % Raza Autóctona Caldelá. Las acciones aplicadas para su conservación se iniciaron en el año 1991 por parte de la Xunta, a través del centro de Fonteif, en el que existen sementales y féminas reproductoras y un banco de semen y embriones. Así, este centro proporciona sementales a bajo coste para facilitar la reproducción.
Libro genealógico
En este caso, los toros tienen un papel crucial par ano aumentar la consaguinidad. Así, se utilizan en diferentes granjas, siempre bajo la supervisión de los veterinarios del programa de conservación, y se asignan de acuerdo con los criterios de baja consanguinidad. Desde 1991 y hasta el 2005, los toros fueron autorizados por el centro de Fontefiz, pero a partir de ese momento estuvieron en manos de la asociación de criadores, debido al traspaso de competencias del libro genealógico caldelá. En la actualidad, los criadores interesados deben postular ante la asociación y ser autorizados para la explotación. Es solo en ese momento cuando reciben la lista de sementales compatibles con la féminas de sus rebaños. Estos ganaderos cuentan con el apoyo de la Xunta y de l Unión Europea para razas en peligro de extinción. En concreto, reciben ayudas por cada cabeza de ganado productivo registrado en el libro genealógico y que participa en el programa de conservación.