Así está Sergio Peris-Mencheta seis meses después de su trasplante de médula: «Esa sonrisa»

P. V. LA VOZ

SOCIEDAD

Sergio Peris-Mencheta y Marta Solaz, en una fotografía de archivo
Sergio Peris-Mencheta y Marta Solaz, en una fotografía de archivo Europa Press Reportajes

Su mujer, Marta Solaz, ha compartido una fotografía del actor para actualizar su estado

30 nov 2024 . Actualizado a las 19:52 h.

Han pasado ya seis meses desde que el actor Sergio Peris-Mencheta se sometiera, con éxito, a un trasplante de médula en un hospital de Estados Unidos como parte de su tratamiento contra la leucemia que le diagnosticaron a principios de este año. Es por eso, para conmemorar el medio año desde la intervención, por lo que su mujer y también su mayor apoyo en todo el proceso, Marta Solaz, ha compartido con sus seguidores una actualización del estado del intérprete.

«Seis meses. Justo el día de Acción de Gracias, y no se me ocurre una acción mejor que la de dar las gracias», expresa Solaz junto a una fotografía de su marido, tumbado en el sofá y mirando a cámara muy sonriente. Es precisamente su sonrisa lo que más han destacado sus cientos de amigos en los comentarios a la publicación. «Esa sonrisa», «hermosa», «lo dice todo», «the glorious smile», han subrayado uno tras otro colegas como Nathalie Poza o Fernando Andina. Y han sido muchos otros los que le han mandado múltiples muestras de apoyo, desde Miguel Ángel Muñoz o Cristina Castaño a Silvia Abascal o Rozalén.

«Imparables», ha destacado Marta Solaz como una de las palabras que mejor define la forma que tiene el matrimonio de afrontar la difícil situación que les ha tocado. Se ha convertido ya en el eslogan de la pareja, demostrando que siguen siempre al pie del cañón.

El actor nunca ha tenido ningún reparo en contar cómo iba siendo su proceso. Tanto las partes más alegres a las más sensibles. Desde la videollamada «de despedida» con 140 amigos antes de someterse al trasplante de médula que le iba a hacer entrar en una nueva etapa de la vida a las duras secuelas de la intervención. «Mudo perdido, diarreico, con una llaga en la boca, dolor de huesos, de cabeza, 6 días con alimentación por vía, fabricando saliva como para una empresa de siliconas, ojos secos», se sinceró apenas una semana después.

Pero siempre lo ha enfocado todo desde el humor, sacando lo positivo de la situación. El emotivo recibimiento en su casa, preparada para la ocasión por su mujer y sus hijos Río y Olmo o los agradecimientos a los que le hicieron en todo momento la vida más fácil, como su hermano pequeño, del que se usaron las células madre para el tratamiento.

Y en todo este tiempo incluso ha tenido fuerzas para sacar adelante un desgarrador proyecto sobre la emigración preparado a medias con Juan Diego Botto, la obra de teatro 14.4,que cuenta la historia real de Ahmed, un niño de 9 años que escapa de una vida de abusos en su Tánger natal para instalarse en España.