La cumbre del clima se abre con una llamada desesperada a la acción: «Vamos camino a la ruina del planeta»

José A. González MADRID / COLPISA

SOCIEDAD

El secretario de la ONU de cambio climático, Simon Steill, hizo un llamamiento  urgente a la acción durante la apertura de la cumbre
El secretario de la ONU de cambio climático, Simon Steill, hizo un llamamiento urgente a la acción durante la apertura de la cumbre ANATOLY MALTSEV | EFE

La conferencia mundial que reúne a delegados de casi 200 países se inaugura en Azerbaiyán con una mención a la dana de Valencia como un «ejemplo de calentamiento global»

11 nov 2024 . Actualizado a las 12:36 h.

Los focos del Estadio Olímpico de Bakú se encienden, pero esta vez no es para alumbrar el tapete verde del terreno de juego, ni el tartán rojizo por el que los atletas buscan para el crono lo más rápido posible en los 100 metros. Esta vez, las luces alumbran a los delegados de las 198 partes que conforman la Convención Marco de Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (CMNUCC). Bakú toma el relevo de Dubái y con muchas tareas pendientes.

«En los últimos años hemos dado algunos pasos históricos», señaló Simon Stiell, secretario ejecutivo de la CMNUCC. Hace casi un año, la COP28 comenzó con un hecho inaudito hasta el momento: la aprobación de un fondo de pérdidas y daños. Ni se habían sentado los delegados en la mesa cuando llegó el primer gran aplauso. Este año, el acuerdo ha llegado con la adopción de la agenda a negociar en los próximos diez días.

Un avance que hace unos meses se preveía complicado. A mitad de año, la preCOP mostró las grandes diferencias entre las partes. Stiell avisó: «Hay una montaña muy empinada que escalar». De aquellas dos semanas en Alemania «quedaron muchas cuestiones sin resolver. Hoy ha advertido: «No podemos abandonar Bakú sin un resultado sustancial. Conscientes de la importancia de este momento, las Partes deben actuar en consecuencia». «Lo visto en Valencia y en otros lugares son ejemplos del calentamiento global», recordó el presidente de la COP29, Mukhtar Babayev, en su discurso inaugural.

En esta nueva cita climática, las casi 200 partes debatirán e intentarán acordar una meta financiera para la adaptación y mitigación de los efectos del cambio climático. Un montante que cada vez va añadiendo ceros a la derecha. En el 2009, en Copenhague se establecieron los 100.000 millones de dólares anuales a pagar entre los países más contaminantes, una cifra que solo se cumplió en 2023. Solamente en el Pacífico, el coste de los desastres climáticos se ha duplicado en los últimos años. «Las necesidades son de billones, pero el nivel realista de finanzas públicas es de cientos de miles de millones», destacó Babayev.

La cumbre climática COP29 comenzó, de hecho, con una llamada al mundo para elevar la meta de financiación climática, porque «vamos de camino a la ruina» del planeta, ha advertido en la inauguración el presidente de la conferencia mundial, Mukhtar Babayev.

«Es el momento de la verdad; no va a ser fácil, esta cumbre será una oportunidad para el desarrollo; podemos construir el puente pero todos tienen que cruzarlo», ha dicho el presidente de la COP29. Ha instado a garantizar que esta conferencia sea «inclusiva y transparente» para dar soluciones a todo el planeta frente a la emergencia climática.

Si no se pone freno al problema «nos llevará a un calentamiento de tres grados» del planeta, lo que provocaría una situación «catastrófica» para millones de personas. La gente pide a gritos «liderazgo» y acción; esta COP es «el momento ineludible» para trazar un nuevo camino para todos con un paquete ambicioso y equilibrado que cumpla todos los mandatos.

Nuestro plan se basa en «aumentar la ambición y posibilitar la acción», con planes climáticos claros y con la financiación necesaria.

Previamente el presidente de la anterior cumbre climática, la COP 28 de Dubai, el sultán Ahmed Al-Jaber, ha insistido también en el reto de la financiación para que sea más fácil disponer de ella y más accesible para los países. Ha pedido «unidad» de todos en el actual contexto de conflictos políticos en el mundo porque «lo que se necesita es más paz y menos provocación o polarización», ha dicho.

Ha destacado los esfuerzos por la descarbonización logrados en la anterior cumbre Dubái y ha ofrecido todo su apoyo frente a esta crisis mundial con acciones; «somos lo que hacemos, no lo que decimos».

Para terminar, el secretario ejecutivo de la ONU para el cambio climático, Simon Stiell, ha instado a acordar una nueva meta de financiación mundial para la lucha contra el cambio climático. «Si al menos dos terceras partes de los países del mundo no reducen rápidamente las emisiones, el conjunto de las naciones pagará un coste brutal» por ello, ha advertido el dirigente de la ONU.

«Si no somos capaces de dotar de resiliencia a las cadenas de suministro, toda la economía mundial se pondrá de rodillas» ante una progresiva subida de las temperaturas. «Dejemos de lado la idea de que la financiación de la lucha contra el cambio climático es caridad», porque «una nueva y ambiciosa meta financiera beneficia a todos los países, incluidos los más grandes y ricos», dijo Stiell.

Bajo lupa

Si el año pasado, las dudas sobre el papel de Mukhtar Babayev, presidente de la COP28, planeaban sobre cada intervención y cada gesto de la presidencia; este año ocurre lo mismo. «Tercer año que la cumbre del clima se celebra en un petroestado», denuncian constantemente los activistas climáticos.

Y el enfado va a más después de que una grabación revelada por la BBC y Global Witness mostrara al director ejecutivo de la cumbre climática, Elnur Soltanov, aceptando facilitar, al parecer, acuerdos sobre combustibles fósiles. «Tenemos muchos yacimientos de gas por explotar y muchas posibilidades de alianzas comerciales», afirma en la grabación.

Azerbaiyán y más concretamente su capital, Bakú, se convirtió en la segunda mitad del S.XIX en el epicentro mundial del petróleo. En los primeros albores del S.XX, Absherón producía más crudo que todo Estados Unidos y se convirtió en el lugar a controlar durante las Guerras Mundiales que acontecieron en el siglo pasado. Ahora, el país caucásico es uno de los grandes suministradores de gas, incluso para la Unión Europea tras el inicio de la guerra en Ucrania.

Pero la dependencia de los combustibles fósiles no es el único lunar que los activistas climáticos señalan a la presidencia, la defensa de los derechos humanos es la otra gran mancha negra en el currículo de Azerbaiyán. Los conflictos con Armenia y algunas detenciones de opositores han provocado que muchos líderes europeos rechacen la invitación a la cumbre de líderes mundiales que comienza este martes -cita a la que sí acudirá Pedro Sánchez. «Construiremos los puentes necesarios para recorrer juntos el camino», defendió el presidente de la COP29. Ahora queda por ver cuán fuerte son sus pilares y la distancia que permite recorrer. A lo lejos los 1,5 grados, 2030 y 2100. De momento, los pasos andados apuntan a 3,1 grados en 2100.

Temperatura del planeta superó en 1,54º el nivel de referencia en primeros 9 meses del año

Entre enero y septiembre de este año la temperatura media del planeta superó en 1,54 grados Celsius la de mediados del siglo XIX, que es tomada como referencia si se quieren evitar efectos catastróficos sobre la naturaleza y los seres humanos, indicó este lunes la Organización Meteorológica Mundial (OMM).

No obstante, el calentamiento global a largo plazo (tres décadas) se mantiene por debajo de ese umbral, aunque las mediciones indican también que los últimos diez años han sido en conjunto los más cálidos registrados y que la temperatura del mar va en aumento.

El Boletín del Estado del Clima de la OMM, que se ha publicado coincidiendo con la inauguración de la Conferencia de las Partes de la Convención de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (COP29) en Azerbaiyán, indica que la extensión del hielo en la Antártida ha sido en lo que va del año la más baja jamás observada, mientras que se sigue acelerando el retroceso de los glaciares.

Y casi no existe ya duda de que el decenio 2015-2024 será el más caliente jamás visto, con lo cual solo queda esperar que siga la subida del nivel del mar y del calentamiento de los océanos, y que los fenómenos meteorológicos extremos causen más daños en las comunidades y economías de todo el mundo.

El calentamiento global está definido por consenso científico como el aumento de la temperatura media global de la superficie, que es la temperatura media del aire cerca de la superficie de la tierra y del océano, promediada en un periodo de treinta años, en relación con niveles de la era preindustrial.

En los primeros nueve meses de este año, la temperatura fue influida no sólo por las concentraciones de gases de efecto invernadero, particularmente el dióxido de carbono, sino también por el fenómeno de El Niño. Al publicar estos datos, la OMM no quiso transmitir fatalismo y señaló que aunque de momento el calentamiento mensual y anual supera los 1,5º establecido como límite, esto no significa que se haya fracasado en alcanzar el objetivo del Acuerdo de París, puesto que las temperaturas están sujetas a una serie de anomalías que pueden hacerlas variar de forma importante.

Entre estas anomalías figuran por ejemplo los fenómenos de El Niño y La Niña, o erupciones volcánicas. A pesar de esta nota de esperanza, la organización, que funciona como el brazo científico de Naciones Unidas, reconoció que cada fracción de grado Celsius de calentamiento importa por su impacto en la intensidad de los fenómenos climáticos extremos.

«Las lluvias y crecidas sin precedentes, la rápida intensificación de los ciclones tropicales, los mortíferos episodios de calor, la sequía implacable y los devastadores incendios forestales que hemos visto este año son nuestra nueva realidad y un anticipo del futuro», comentó la secretaria general de la OMM, Celeste Saulo, citada en un comunicado.