El 112 portugués desconvoca la huelga con la que se asocian 7 víctimas mortales

Brais Suárez
Brais Suárez OPORTO / LA VOZ

SOCIEDAD

Brais Suárez

La ministra de Sanidad aseguró no prever el paro, pese a haber recibido varias notificaciones por parte de los sindicatos

08 nov 2024 . Actualizado a las 18:44 h.

Este viernes, los técnicos del Instituto Nacional de Emergencias Médicas de Portugal han puesto fin a la huelga en la que siete personas han perdido la vida mientras esperaban a recibir ayuda médica. Se investiga si la demora en la atención fue la causa definitiva de los fallecimientos.

Tras una conversación entre el sindicato y la ministra de Sanidad, Ana Paula Martins, se ha establecido un período de negociaciones que debería terminar a finales de año. Así, los técnicos de preatención médica interrumpen la huelga indefinida que había iniciado el pasado 30 de octubre durante sus horas extra, reclamando mejores condiciones laborales. Además de soportar una elevada carga de horas extra, sus sueldos son poco superiores al salario mínimo, rondando los 920 euros. Además, tardan una media de diez años en ascender de posición, lo que apenas representa un aumento salarial de 50 euros.

Su parón laboral ha puesto en evidencia las carencias del sistema: en septiembre, el servicio tocó fondo en uno de los indicadores más relevantes de su eficacia, el tiempo de respuesta a peticiones de ayuda. En zonas rurales, fue el peor en los últimos cinco años, con solo el 84 % de los casos asistidos en menos de 30 minutos, el límite considerado adecuado; en zonas urbanas, solo uno de cada tres pedidos de socorro fue prestado antes del máximo estipulado de 15 minutos.

También en los últimos cinco años, las centrales telefónicas del 112 perdieron más de un tercio de sus técnicos, según el diario Público. El sindicato señala que la normativa interna exige 1500 trabajadores, pero actualmente la plantilla es de menos de la mitad. En estos momentos, está en marcha un concurso para reclutar a 200 operarios, pero el problema no está tanto en la contratación como en la escasa permanencia de los contratados, desincentivados por los bajos sueldos.

Críticas al ministerio

Al inicio de esta semana, la ministra de Sanidad, Ana Paula Martins, dijo que «no esperaba una huelga». Sin embargo, una investigación de Expresso, desvela que tanto la ministra como sus secretarios de Estado recibieron dos notificaciones el día 10 de octubre. En el intercambio de correos electrónicos, los convocantes de la huelga dieron un margen de maniobra, que fue ignorado: «Esperaremos previsiblemente para la divulgación pública de estas medidas hasta el 20 de octubre, concediendo algún margen a Sus Excelencias para eventuales medidas que puedan revertir las acciones reivindicativas», recoge el semanario luso.

Previamente, el sindicato también había solicitado que se mejoraran «urgentemente» las condiciones de sus trabajadores, sin obtener medidas de respuesta concretas, pero sí con la promesa de abordar el tema. La ministra no tomó cartas en el asunto hasta este jueves, cuando la presión mediática ya era altísima, y fue ahí cuando se llegó al acuerdo para iniciar las negociaciones.