El día en el que Laura Ponte se despertó desnuda durante una redada en una casa de Colombia con 500 kilos de cocaína

Paulino Vilasoa Boo
P. VILASOA REDACCIÓN

SOCIEDAD

Laura Ponte, en «El Hormiguero»
Laura Ponte, en «El Hormiguero» ATRESMEDIA

La modelo gallega confesó en «El Hormiguero» dos increíbles anécdotas que dejaron estupefactos a Pablo Motos y a las otras «top models» invitadas al programa: «Tengo un cartel de "Desaparecida", con mis datos y todo»

16 oct 2024 . Actualizado a las 16:55 h.

El Hormiguero vivió este martes su mayor desfile de modelos. Judit Mascó, Nieves Álvarez, Inés Sastre y la gallega Laura Ponte, las top models españolas más grandes de todos los tiempos, visitaron el programa de Pablo Motos con motivo del Premio Telva de Moda 2024. Y, además de demostrar que entre ellas no hay rivalidad alguna, dejaron para la historia un sinfín de anécdotas sobre su carrera. Pero si una eclipsó a todas las demás fue la de Laura Ponte en Colombia. La viguesa confesó que había vivido una redada en directo, ya que en la casa en la que estaban había escondidos 500 kilos de cocaína.

Ponte estaba de vacaciones con amigos en el país latinoamericano, en una mansión de ensueño. «Era una casa ideal, preciosa», recordó la modelo sobre la vivienda situada cerca de la ciudad caribeña de Santa Marta. Ella dormía sola en una habitación en la planta inferior, mientras el resto de sus compañeros de viaje estaban en la planta de arriba. Una noche, a eso de las 5 de la mañana, dormía plácidamente cuando, de repente, escuchó el sonido de las contraventanas abriéndose. «Me doy la vuelta y veo a dos tipos con metralleta en la habitación», rememoró Ponte, que estaba en ese momento desnuda en su cama.

La top model les llamó la atención y estos se dieron la vuelta y salieron de la habitación, cerrando la contra a su paso. Casi podría haber pensado que se trataba de un sueño. Pero ni mucho menos. Cuando se levantó al día siguiente, la situación era todavía más extraña. «Estaban limpiando las hamacas y poniéndolas en el suelo», dice sobre lo primero que vio al despertarse. Se percató que no estaban los zumos habituales en los desayunos, mientras aparecían cada vez más militares, uno de ellos con una sospechosa mascarilla. Y, encima, una gallina en medio del salón. El ave ya fue el colmo para la modelo, donde puso el tope de la anormalidad del momento. «Esto ya es un poco más raro», pensó ella, y acto seguido se dirigió a los dormitorios superiores para hacérselo saber a sus colegas.

Poco después descubrieron qué pasaba. Se trataba de una redada, en la que participaba incluso la Interpol, y en la que se incautaron de 500 kilos de cocaína, que estaban escondidos en la villa. Según explicó, en esa zona carbonera la cocaína se soldaba en los bidones y, posteriormente, se llevaban a Holanda.

Ni Pablo Motos ni especialmente sus compañeras de profesión se podían creer la historia que estaba contando la gallega. «Yo estaba muy tranquila», dijo Ponte entre risas. Porque es que, visto lo visto, tampoco es que fuese una anécdota rara en ella. Tiene otras historias para contar, como cuando se dio la alerta por su desaparición.

La desaparición de Laura Ponte en Río de Janeiro

La carrera como top model de Laura Ponte comenzó un poco sin querer. Ella quería estudiar diseño, y un profesional del sector le recomendó que empezase en el mundillo de la moda presentándose a modelo. Así lo hizo, y de ahí al estrellato. «Fue algo muy familiar», ha contado sobre su fichaje por una agencia de modelos, a la que acudió en compañía de su madre.

En una de sus primeras campañas internacionales se produjo la desaparición de la modelo, del que surgió el rumor de un secuestro en Río de Janeiro. Pero la cosa no fue tal. Ni estaba perdida ni la habían raptado, según explicó en El Hormiguero.

Todo se debió a un malentendido, a la falta de comunicación y a las vicisitudes de una época sin teléfonos móviles. La modelo había acabado su primera campaña en Brasil, en la que el asistente del fotógrafo se rompió un brazo. El siguiente trabajo del profesional de la imagen era en Miami, mientras que Laura Ponte tenía que irse a Londres para una sesión con la revista Vogue. Pero el ambiente con sus compañeros la convenció de tomar otro camino. «Empezó todo el mundo a proponer ir con el fotógrafo y yo, como acababa de salir de casa, me dije: "esta es la mía"», confiesa.

Ponte decidió irse también a Miami para ayudar al equipo, pero no le había dicho nada a nadie de su familia, que estaban pendientes de su regreso. Lo último que sabían de ella es que estaba todavía en Río, pero sin dar señales de vida. «El domingo me contactó el fotógrafo y me dijo que me estaban buscando en España», comentó Laura Ponte. Tan preocupados estaban que llegaron a denunciar su desaparición. Por ello, según confesó, tiene un «cartel de "Desaparecida", con todos los datos y todo».

Sus compañeras: «Laura nos quitó todo el trabajo»

Laura Ponte nació en el momento indicado para su éxito como modelo. Era un momento en el que el mundo de la moda empezó a reclamar mujeres de aspecto más andrógino. «Aquí tienes una», comentó Judit Mascó a Pablo Motos señalando a la top gallega. Según comentaron sus compañeras, ellas lo tuvieron complicado para que las llamasen para campañas ante ese nuevo modelo de mujer.

«Nos quitó todo el trabajo», añadió Nieves Álvarez refiriéndose a Ponte. A continuación, vacilaba a la gallega afirmando que había vivido una vida de lujo por dejar al resto sin empleo, mientras la viguesa se ruborizaba. «No he llevado una vida lujosa en la vida», se justificó.

La carrera de Laura Ponte sigue en pie hoy en día. Y está de actualidad. Precisamente, la gallega es la protagonista de la nueva campaña de Adolfo Domínguez en la que reivindica su «espíritu atlántico».