Más de 150 mujeres se declaran víctimas sexuales de Al Fayed

íñigo gurruchaga COLPISA

SOCIEDAD

El caso del exmagnate de Harrod's, destapado por la televisión pública británica, se dimensiona y se centra en sus más estrechos colaboradores

23 sep 2024 . Actualizado a las 18:07 h.

La suma de revelaciones publicadas en los últimos días sobre la explotación sexual de adolescentes y mujeres, por el fallecido magnate Mohamed Al Fayed, sugiere que puede haber muchas más víctimas que las más de 20 que entrevistó la BBC para un documental emitido la pasada semana. El foco se abre ahora hacia los que colaboraron con el dueño de los grandes almacenes Harrod's.

Richard Meeran es un abogado que representa a una de las supuestas víctimas. Alega que fue violada y retenida cuando le ofrecieron cursar un programa de formación de ejecutivas. Pero lo único que recibió fueron abusos sexuales. Meeran, citado por el Daily Mail, cree que el número puede ser de cientos, porque un lujoso y emblemático edificio fue «un centro de tráfico sexual de 1985 a 2010».

El número de víctimas que han acudido a despachos de abogados ya es de más de 150. La escala de las revelaciones se asocia con casos anteriores, como el de la estrella de televisión Jimmy Savile, denunciado por cerca de 500 supuestas víctimas tras su fallecimiento. Tiene en común con Al Fayed que los cometieron sus delitos con la visibilidad de ser famosos.

Evocando la relación del pederasta Jeffrey Epstein y Ghislaine Maxwell —el primero se quitó la vida y ella cumple una pena de veinte años— Al Fayed habría tenido también una mujer adinerada que recorría el suntuoso barrio de Knightsbrige, donde está Harrod's, para embaucar con regalos y cócteles a chicas jóvenes, que acababan en el apartamento del viejo magnate en Park Lane. El ex detective de Scotland Yard, John Macnamara, es retratado como un operador cruel en un ambiente corrupto. Dos denuncias de abusos sexuales, una de ellas de una adolescente de 15 años, fueron investigadas por la Policía de Londres. La Fiscalía no encontró pruebas suficientes para lograr una condena. El caso de la adolescente se canceló porque no recordó la fecha exacta del abuso que habría padecido.

Según el Daily Mail, Macnamara podía utilizar su arma para intimidar a quienes se enfrentaban a su patrón, o recordarle que sabía dónde vivían sus padres a una mujer que denunció a la prensa lo que había padecido. Fue el creador de teorías de conspiración —reconocía no tener pruebas— sobre el accidente de tráfico en el que murieron la princesa Diana y Dodi Al Fayed , para sostener las acusaciones de asesinato a la familia real y los servicios de inteligencia británicos.

Bien y mal

Chicas jóvenes que eran supuestamente promovidas como asistentas del jefe quedaban impresionadas porque, al comenzar su nuevo trabajo, los gestores les ofrecían una visita a una doctora para que les hiciese un examen. Luego descubrieron que la doctora Wendy Snell les hacía sin embargo una citología, enfocada a indagar si tenían alguna enfermedad sexual.

Cuando la revista Vanity Fair publicó que era un abusador sexual y que la empresa interceptaba teléfonos y usaba cámaras para grabar conversaciones y movimientos de sus empleados o de miembros del Consejo de Administración, Al Fayed fue a los tribunales. Finalmente se rindió, pero el cierre de la operación corrió a cargo de Michael Cole, que advertía a periodistas que Fayed les iba a decir si querían ser su tercera esposa y les pedía que no publicasen sus referencias sexuales.

Antes de convertirse en el relaciones públicas de Al Fayed, Cole —que no se ha pronunciado sobre el actual escándalo— fue periodista de la realeza en la BBC. Ocupaba un papel esencial en las operaciones para crear simpatía ideadas por Harrod's, como la que regalaba un cesto navideño a una selección de periodistas británicos, y a otros de menor rango les regalaba tras la entrevista un oso de peluche para sus hijas. No ha dicho nada sobre el escándalo ahora desvelado.

El año pasado, tras el fallecimiento de Al Fayed, escribió para el Daily Express una larga elegía de su fallecido patrón, una persona «que hizo en su vida más bien que mal», un hombre apegado a la vida familiar. Su hijo Omar ha dicho que el documental es una maniobra para tapar el impacto de la condena al periodista más popular de la BBC por posesión de pornografía de menores.