Reino Unido plantea su prohibición en multitud de espacios al aire libre
30 ago 2024 . Actualizado a las 09:07 h.Mientras España deshoja la margarita con un plan que es básicamente un papel y una futura ley sin garantía alguna de que vaya a sortear el frentismo político, otros países de Europa se están moviendo para reducir el consumo de tabaco e incluso proscribírselo a las generaciones venideras. El último, Reino Unido, donde se han filtrado documentos de trabajo del Gobierno laborista que apuntan restricciones bastante intensas, en cierta medida adelantadas en el discurso que dio el rey el mes pasado para abrir las sesiones del Parlamento británico, ya con el laborista Keir Starmer al frente del Ejecutivo.
Según publica el diario The Sun, entre otros medios, las prohibiciones previstas afectarían a los jardines de los pubs —lo más equiparable a las terrazas de los bares españoles—, las aceras de los clubes nocturnos, los restaurantes al aire libre, las inmediaciones de los estadios deportivos, los parques infantiles y el exterior de hospitales y universidades. Unas limitaciones que operarían igualmente para los vapeadores y de las que, en principio, quedarían excluidos los bares de cachimbas. Tampoco está previsto que se apliquen nuevas medidas en las viviendas privadas y los grandes espacios abiertos, como calles o parques.
Obviamente, estos cambios recibieron el aplauso generalizado del sector sanitario. «Es, sin duda, el mayor desafío sanitario de nuestro tiempo. Es la principal causa de enfermedades prevenibles en el Reino Unido, por lo que nos alegra ver que se están logrando avances y que la intención es abordar realmente uno de los principales impulsores de las desigualdades sanitarias en Gran Bretaña», dijo a la BBC Layla McCay, la directora de políticas del Servicio Nacional de Salud (NHS).
Como también cabía esperar, esta filtración ha venido seguida de reacciones sobreactuadas de la derecha y la ultraderecha. «Será el fin de los pubs», dijo el populista Nigel Farage. Palabras calcadas a las que se oían en España con la ley de Zapatero del 2005, cuando el país sí era una referencia en Europa en la lucha contra el tabaco.
Casi 20 años más tarde, cuando España arrastra los pies a la hora de aplicar nuevas medidas, son numerosos los países, al margen del Reino Unido, que se están moviendo, tanto dentro como fuera de Europa. Costa Rica, por ejemplo, acaba de anunciar un impuesto del 30 % al tabaco, algo impensable hasta hace nada en el contexto centroamericano. Y Australia el mes pasado se convirtió en el primer país del mundo que prohíbe la venta de vapeadores fuera de las farmacias.
«No tendrá cabida en Europa»
Dentro de la Unión Europea, la comisaria de Salud, Stella Kyriakides, dijo en mayo que «el consumo de tabaco, la adicción a la nicotina y las enfermedades inducidas por el tabaco no deberían tener cabida en el futuro de Europa», por lo que no descarta una revisión de las normas de alcance comunitario. Entre tanto, cada país va tirando por donde le parece. Rumanía, por ejemplo, prohibió en febrero la venta de cigarrillos electrónicos, también los que no llevan nicotina, a menores de edad.
Incluso los países más permisivos del continente van moviendo ficha. Eslovenia publicó a finales del año pasado una ley para acabar con las zonas de fumadores de los bares y los lugares de trabajo. Normativa que también pretendía restringir los vapeadores a los menores y eliminar todos los aromas de estos dispositivos salvo el de tabaco y el mentolado. Mientras que Portugal, en su empeño de conseguir una generación libre de humos de aquí al 2040, implementó también el año pasado la prohibición de fumar en los alrededores de los colegios y en las terrazas cubiertas.
Entre los países más restrictivos, al menos en algunos aspectos, los hay ya que prohíben fumar en las terrazas, como es el caso de Lituania y Suecia, además de Letonia, que también lo tiene vetado pero solo en cierto tipo de establecimientos. En general, todos van dando pasos para cercar el consumo de tabaco.
Los neumólogos alertan del peligro de las bolsitas de nicotina
La Sociedad Española de Neumología y Cirugía Torácica (SEPAR) ha alertado sobre los riesgos de las bolsitas de nicotina, o nicotine pouches, por suponer una «nueva puerta de acceso a la adicción al tabaco» y conllevar «efectos adversos significativos», y ha reclamado su retirada del mercado.
Según ha explicado, la proliferación de nuevos productos del tabaco durante la última década ha suscitado un interés creciente en los métodos de reducción de daños, que se definen como estrategias para minimizar las consecuencias negativas del consumo de tabaco, sin renunciar a sus efectos placenteros. Las bolsitas de nicotina son un ejemplo de este enfoque.
Sin embargo, SEPAR ha advertido de que este producto no es seguro, ya que contiene altas dosis de nicotina, lo que lo convierte en altamente adictivo y conlleva efectos adversos significativos para la salud.
Desde la Sociedad han señalado que esta 'reducción de daños' es, en realidad, una solución engañosa promovida por la industria tabacalera. Esta estrategia comercial busca incrementar las ventas al dificultar el control del tabaquismo, reteniendo a los fumadores en el consumo de tabaco y obstaculizando sus intentos de abandonar este hábito. Además, estos productos representan una grave amenaza, especialmente para los adolescentes, al servir como una nueva puerta de acceso a la adicción al tabaco.
En este sentido, han destacado que la industria tabacalera, a través de productos como estos, intenta mejorar la imagen del consumo de nicotina, ofreciendo un acceso rápido a sus efectos mediante la absorción a través de la mucosa oral. Esta estrategia resulta particularmente peligrosa para los jóvenes, que son más vulnerables a desarrollar una adicción.
Un informe del Instituto Federal para la Evaluación de Riesgos (BfR) de Alemania, publicado en 2023, señala la aparición de estas bolsitas en 2019 en países como Suecia, Estados Unidos y Reino Unido. El informe detalla que las nicotine pouches contienen, además de nicotina, diversas sustancias como celulosa microcristalina, carbonato de sodio, otras sales carbonatadas, ácido cítrico y distintos aromas. Asimismo, se detectaron nitrosaminas específicas del tabaco en más de la mitad de las muestras analizadas, compuestos que son tóxicos para la salud y potencialmente cancerígenos.
En aquellos casos en que las nicotine pouches contienen una alta dosificación, los niveles de nicotina en sangre pueden superar incluso a los que se alcanzan al fumar cigarrillos convencionales, lo que potencia su capacidad adictiva de manera alarmante.
SEPAR ha subrayado que la venta de estos productos es ilegal en toda la Unión Europea, con la excepción de Suecia. Por ello, han solicitado que se tomen medidas urgentes para retirar del mercado estas bolsitas de nicotina y que se prohíba su venta en cualquier establecimiento que no sea una expendeduría de tabaco.
También han instado al Ministerio de Sanidad a alertar a la población española sobre los peligros asociados a estos productos y ha indicado que se pone a su disposición para colaborar en todas las acciones necesarias para proteger la salud pública.