Un nuevo estudio sitúa la procedencia de Stonehenge en Escocia, en vez de en Gales
SOCIEDAD
El altar pudo ser transportado durante unos 750 kilómetros en el Neolítico
14 ago 2024 . Actualizado a las 19:23 h.La Piedra del Altar de Stonehenge, de seis toneladas de peso, fue transportada durante 750 kilómetros de distancia hace 5.000 años hasta Inglaterra. Un nuevo estudio publicado en la revista Nature sitúa su procedencia en Escocia y no Gales, como se pensaba hasta ahora. Durante más de un siglo, los arqueólogos ya sabían que algunas de las piedras del monumento se habían transportado unos 200 kilómetros. Ahora, este sorprendente descubrimiento cambia el origen de uno de los megalitos centrales de Stonehenge.
Esta investigación, en la que participaron profesionales de distintas universidades, señala la existencia en el sur de Inglaterra en época prehistórica de métodos de transporte y una organización social más avanzada de la que se creía hasta el momento. «Esto no cambia solo lo qué sabemos de Stonehenge, sino que cambia lo que sabemos de todo el Neolítico final», aseguró Rob Ixer, investigador de la University College London, al medio británico The Guardian.
Investigadores de la Universidad de Curtin (Australia) estudiaron la edad y la química de los granos minerales dentro de los fragmentos de la Piedra del Altar, que es un bloque de arenisca de 50 cm de espesor que mide 5 x 1 metros, que se encuentra en el centro del icónico círculo de piedras de Stonehenge en Wiltshire. El autor principal, Anthony Clarke, de la Facultad de Ciencias Planetarias y de la Tierra de Curtin, dijo que el análisis de la edad y la composición química de los minerales dentro de los fragmentos de la Piedra del Altar coincidían con rocas del noreste de Escocia, a la vez que los diferenciaban claramente del lecho rocoso galés.
«Nuestro análisis descubrió que los granos minerales específicos en la Piedra del Altar tienen en su mayoría entre 1.000 y 2.000 millones de años, mientras que otros minerales tienen alrededor de 450 millones de años», dijo Clarke en un comunicado. Estos hallazgos suponen una «huella química distintiva», que sitúa el origen de las piedras en Escocia, a 750 kilómetros de Stonehenge.
Reescribir la historia
Teniendo en cuenta las limitaciones tecnológicas que se conocen del Neolítico, los investigadores apuntan a que el descubrimiento tiene implicaciones significativas para comprender las comunidades antiguas, sus conexiones y sus métodos de transporte.
El profesor Chris Kirkland, coautor del estudio, explicó que «transportar una carga tan masiva por tierra desde Escocia hasta el sur de Inglaterra habría sido extremadamente difícil, lo que indica una probable ruta de transporte marítimo a lo largo de la costa de Gran Bretaña». Esto, a su vez, implicaría la existencia de redes comerciales de larga distancia.
Este escenario plantea nuevos interrogantes, por lo que el estudio de Stonehenge promete más sorpresas en el futuro, augura Richard Bevins, coautor y profesor de la Universidad Aberystwyth (Gales). «Aunque ahora podemos decir que esta icónica roca es escocesa y no galesa, la búsqueda está ahora en marcha para determinar exactamente de qué lugar del noreste de Escocia proviene el altar», avanza el experto.