Diego González Rivas, el gallego que opera en África en un autobús preparado como un quirófano de primer nivel: «Esto abre un capítulo nuevo en la historia de la Medicina»

Tamara Montero
Tamara Montero REDACCIÓN / LA VOZ

SOCIEDAD

Diego González Rivas (segundo por la izquierda) con su equipo durante una de las operaciones en el quirófano móvil
Diego González Rivas (segundo por la izquierda) con su equipo durante una de las operaciones en el quirófano móvil cedida

Ya ha hecho al menos tres cirugías torácicas mínimamente invasivas en Ghana y Costa de Marfil con la unidad móvil que ha creado la fundación que lleva su nombre y que lleva a países en vías de desarrollo la estructura y el personal de un hospital de primer nivel

10 ago 2024 . Actualizado a las 05:00 h.

Un torrente de emociones y también de imprevistos, pero en los dos últimos días ya se han llevado a cabo las primeras cirugías en la unidad móvil quirúrgica construido por la Fundación Diego González Rivas. Es la primera vez en el mundo que se pone en marcha una solución innovadora de estas características para la sanidad en aquellos lugares del mundo en los que hay menos medios.

«Ayer hicimos las dos primeras cirugías mínimamente invasivas de la historia del mundo en una unidad móvil», contaba Diego González Rivas desde Ghana, donde operaron a dos pacientes antes de trasladarse a Costa de Marfil para operar a un tercero. «Esto abre un capítulo nuevo en la historia de la medicina, porque esta unidad móvil la idea es moverse por África» e ir visitando diversos países donde son necesarias este tipo de operaciones pero no se cuenta con la estructura o el personal con la formación necesaria para poder llevarlas a cabo.

La idea, que surgió a raíz de la experiencia del cirujano gallego, que ha operado en numerosos países africanos, es contar con un quirófano con la tecnología de un hospital de primer nivel que pueda trasladarse por África para llevar a cabo operaciones torácicas mínimamente invasivas.

Con él han operado dos enfermeras de A Coruña expertas en cirugía torácica, Belén y María, y un anestesista, Radu. Un equipo profesional llegó cinco días antes para el montaje de la unidad móvil, que es complejo y con el añadido de que algún material necesario para las cirugías se quedó retenido en la aduana. «El hospital nos dejó todo lo que nos faltaba», explicaba González Rivas desde Acra, esperando ya para dirigirse a Costa de Marfil.

A este acontecimiento médico han acudido cirujanos procedentes de Libia y Marruecos y el jefe del Shanghai Pulmonary Hospital, que han visto como con la solución diseñada por la Fundación Diego González Rivas se hace frente a problemas recurrentes en la atención sanitaria en África y que el cirujano gallego ha sufrido durante todos estos años, como fallos en el suministro eléctrico, la falta de material o que el personal no esté familiarizado con técnicas mínimamente invasivas para cirugías torácicas en este caso. Los dos primeros pacientes fueron operados de un neumotórax y de aspergiloma. Ambos eran pacientes jóvenes y tenían una buena evolución, con lo que se esperaba que en un par de días pudiesen irse a casa.