Greenpeace alerta que la costa gallega podría «empezar a perder playas en los próximos diez años»

La Voz REDACCION / LA VOZ

SOCIEDAD

Imagen de la costa lucense que denuncia la organización ambientalista.
Imagen de la costa lucense que denuncia la organización ambientalista. Greenpeace

La organización ha publicado un informe en el que «analiza la costa española ante las amenazas que vienen»

23 jul 2024 . Actualizado a las 15:22 h.

La organización ecologista Greenpeace ha publicado un informe en el que realiza, según lo explican, «una radiografía del estado de los más de 8.000 kilómetros de costa española ante las amenazas que vienen». Su principal alerta en la costa gallega es la erosión y la subida del nivel del mar podrían hacer retroceder las playas «entre 20 y 30 metros para el 2050». 

El texto, Crisis a Toda Costa 2024. Análisis de la situación del litoral ante los riesgos de la emergencia climática, culpa a la contaminación, la construcción de barreras artificiales (diques, espigones, paseos marítimos o puertos deportivos), el despilfarro de recursos naturales, el exceso de urbanización y el encauzamiento, soterramiento y desvíos de cauces fluviales como las principales causas del retroceso y pérdida de playas y barreras naturales que protegían el litoral.

Según el informe, «no hay región costera española que no esté expuesta» a estas malas prácticas, a las que se suma el cambio climático. Este provocaría, según «datos de la NASA sobre la subida del nivel del mar», impactos «impactos muy graves» en los litorales. En Galicia, según Greenpeace, las zonas más afectadas serían: Foz, Viveiro, Ortigueira, Ferrol, Betanzos, A Coruña, Ponteceso, Carnota, Ría de Arousa, Ría de Muros e Noia, Pontevedra, Vigo y A Guarda.

«Para final de siglo, en ciudades como Vigo el mar se habrá comido más de 40 metros de costa», alertan desde la organización. En otras zonas de España como Cádiz, Bilbao o Las Palmas, también sufrirán, según Greenpeace, la misma problemática y en Barcelona serán «hasta 70 metros».

«Durante décadas hemos deformado la costa a nuestro antojo, pero eso ya no funciona más. Ya no llegamos a anticiparnos al problema, porque ya está aquí, pero las soluciones tienen que ponerse en marcha con urgencia. Todo retraso resultará en mayores costes económicos y humanos», explicó María José Caballero, responsable de Costas en Greenpeace España.

Contaminación

La contaminación es otro de los problemas que Greenpeace analiza y afirma que «rías como la de Arousa, Vigo, Muros-Noia, Pontevedra o Ferrol son las más castigadas por la contaminación». Estas zonas, según el informe, corren el peligro del «descenso de salinidad del agua marina, lo que amenaza la supervivencia del percebe, la nécora, el centollo y varias especies de almejas, afectando gravemente al sector marisquero».

En la comunidad andaluza y las Islas Canarias, la organización culpa de la contaminación al exceso de urbanización en lugares próximos al mar como el hotel Algarrobico, al que señalan como todo un «símbolo de la destrucción de la costa». Canarias, en cambio, denuncian los vertidos y la «gran presión turística y pérdida de superficie de playas».

Propuestas

«Es urgente hacer frente a estos riesgos», alertan, «con una reducción moderada de las emisiones de gases de efecto invernadero se podría evitar el 40% del retroceso de las playas de todo el mundo».

Asimismo, piden «medidas de adaptación a todos los niveles [municipal, autonómico y estatal] que minimicen los daños y busquen soluciones reales y duraderas» acordadas entre administraciones y con participación de la ciudadanía con el objetivo de «proteger y conservar las playas».

«La costa nos protege de los eventos meteorológicos extremos y la subida del nivel del mar provocados por el cambio climático, pero seguimos maltratándola. La pérdida de sus características naturales tiene que revertirse para que pueda protegernos», explica María José Caballero.

Para revertir la situación, Greenpeace plantea medidas «imprescindibles» que incluyen desde la reducción de emisiones de gases de efecto invernadero hasta normativas de adaptación y protección de la costa, acabar con la contaminación, limitar los alojamientos turísticos, revisar los deslindes que determinan el dominio público marítimo-terrestre, liberar de construcciones las zonas inundables y recuperar los cauces naturales de ríos y avenidas, entre otras.