Los podólogos recomiendan el uso de protector solar en los pies para evitar quemaduras y cáncer de piel

Manuela Viñales, J. B. REDACCIÓN/LA VOZ

SOCIEDAD

Pies en la arena.
Pies en la arena. Prensa Colexio de Podólogos de Galicia

Los expertos incentivan a recurrir al podólogo al menos una vez al año

22 jul 2024 . Actualizado a las 09:09 h.

El cuidado podológico suele ser un área muy olvidada por las personas, es por eso que el Colexio de Podólogos de Galicia (Copoga) ofrece recomendaciones para cuidar los pies, sobre todo con las altas temperaturas y los días de piscina y playa. Los podólogos sostienen que se producen más quemaduras en los pies por falta de protección solar, que por pisar arena o suelos calientes. Igualmente, recomiendan caminar por la orilla del mar. 

Según los expertos, hay que usar protección solar en esta zona porque no está acostumbrada a que le dé el sol, ya que pasa gran parte del año cubierta por los zapatos. Recomiendan sobre todo utilizar crema en la parte de arriba del pie, es decir en  la zona del empeine, y evitar quemaduras solares porque pueden evolucionar en lesiones malignas como el melanocarcinoma lentiginoso acral, un cáncer de piel agresivo y poco frecuente, que es diagnosticado con retraso ya que afecta una zona poco examinada.

Aunque esta patología es una variedad de melanoma maligno cutáneo, que solo representa el 1 % de todos los casos de la enfermedad, el Colexio destaca que supone el 80 % de las muertes relacionadas con esta tipología de cáncer.

A su vez, resaltan que el pronóstico suele ser peor debido a tres factores: la agresividad de este tumor, la tardanza en el diagnóstico o un diagnóstico erróneo, ya que puede confundirse con lesiones vasculares, úlceras, verrugas o lunares.

El Copoga incentiva a recurrir al podólogo al menos una vez al año, ya que las plantas de los pies no son zonas que se controlan, y tener un diagnóstico precoz es esencial para tener un pronóstico favorable

Esta época del año no trae solo peligros para los pies, sino que también beneficios: caminar por la orilla del mar. Los podólogos recomiendan este ejercicio siempre que se adecúe a las capacidades de la persona para soportar el esfuerzo. También hacen una distinción por tipo de arena: en las playas con muchas rocas, conchas u otros elementos cortantes es importante utilizar escarpines, cangrejeras o fanequeras, especialmente los niños y las personas con diabetes.

A su vez, el clima en este período facilita la aparición de helomas interdigitales, mejor conocidos como callosidades entre los dedos, o en la planta del pie, que empeoran con el calzado de suela fina, el aumento de actividad, las variaciones de temperatura y la presencia de humedad.

Una cuestión importante es la hidratación de los pies. Los profesionales hacen especial hincapié en este tema ahora, ya que utilizar calzado abierto hace que los pies se sequen todavía más, y puedan aparecer grietas. Sin embargo, es importante la hidratación durante todo el año.

El uso de chanclas no es recomendable, salvo en determinadas situaciones, según el Colexio «no se aconseja usar chanclas para realizar recorridos de media o larga distancia, ya que, al no disponer de una sujeción suficiente al pie, obliga a caminar flexionando en exceso los dedos, por lo que se pueden llegar a desarrollar deformidades, como dedos en garra o en martillo, además de que el llamado ‘chancleteo' al caminar puede ocasionar durezas en el talón», argumentan. Únicamente recomiendan el uso de estos zapatos para la playa, piscina o duchas públicas con el fin de evitar el contagio de infecciones como hongos o verrugas.

Las uñas son otro tema a tener en cuenta este verano. El Colexio de Podólogos de Galicia recuerda que es importante realizar un corte adecuado para evitar que se claven en los laterales, causando dolor e infecciones en la piel de los dedos.

No hay que abusar de esmaltes, ya que tienen consecuencias nocivas para la salud de la uña. Según el Copoga, los esmaltes, sobre todo los semipermanentes, pueden dañar la lámina ungueal, hacer que la uña se haga más fina, pierda brillo y se rompa con facilidad e, incluso, contraiga onicomicosis, es decir, hongos. «Si se observa que la uña pierde su color habitual, que debe ser similar al que se tiene en los dedos de las manos, puede ser porque el esmalte ha estado demasiado tiempo aplicado y puede indicar algún tipo de infección», destaca el Colexio.

Las recomendaciones que hace el organismo para evitar estos efectos son utilizar esmaltes especializados o lacas sin productos tóxicos y cremas hidratantes. También se deben asegurar de quitar el esmalte por completo, ya que puede dejar trazos por encima que llevan a la aparición de hongos. Una vez despintada, los expertos aconsejan dejar descansar la uña para favorecer la ventilación e hidratación.