Hacia un calentamiento nunca visto

SOCIEDAD

MARCOS CREO

Si el calentamiento antropogénico continúa al ritmo actual, los grandes lagos de todo el mundo experimentarán para el 2100 un calentamiento muy por encima de lo experimentado hasta ahora

16 jul 2024 . Actualizado a las 09:22 h.

Es la conclusión de un nuevo estudio que utilizó datos de temperatura de los lagos simulados por un modelo informático climático de última generación que abarca el período de 1850 al 2100. Se trata del primer estudio que ha conseguido capturar la dinámica y la termodinámica de los sistemas lacustres de forma integrada con la atmósfera. El artículo sobre los hallazgos se ha publicado en Nature Geoscience.

En lugar de ejecutar el modelo informático hacia el futuro una sola vez, los científicos utilizaron un conjunto de 100 simulaciones del pasado al futuro, que se ejecutaron en uno de los ordenadores más rápidos de Corea del Sur. Cada simulación genera una realización ligeramente diferente de la variabilidad climática natural, al mismo tiempo que responde a los efectos del calentamiento antropogénico a partir del aumento de las concentraciones de gases de efecto invernadero.

El doctor Lei Huang, autor principal del estudio y exinvestigador en el Centro de Física del Clima del IBS en Busan, Corea del Sur, enfatiza que, en promedio, los lagos en todo el mundo enfrentarán climas nunca vistos para finales de este siglo. Sin embargo, el momento de la emergencia varía globalmente. Los lagos tropicales, que albergan una rica biodiversidad, serán los primeros en experimentar condiciones sin precedentes cuando el calentamiento global alcance unos 2,4 grados por encima de las condiciones preindustriales.

«Nuestro estudio revela la aparición sincrónica de condiciones no análogas en las capas subterráneas de los lagos tropicales. Por el contrario, los lagos de latitudes altas protegen parcialmente las capas subterráneas del calentamiento de la superficie a través de la estratificación», añade Iestyn Woolway, investigador en la Universidad de Bangor.

En comparación con la biota terrestre y marina, los organismos de los lagos tienen una capacidad limitada para migrar a hábitats climáticamente más óptimos. Por lo tanto, detectar puntos de no retorno resulta vital para la adaptación, la planificación y la mitigación del cambio climático en los ecosistemas lacustres.