Aitor Albizua: «Nunca busqué trabajar en la tele, ha sido un cúmulo de suerte y casualidades»

j. moreno MADRID / COLPISA

SOCIEDAD

Aitor Albizua, presentador de «Cifras y letras»
Aitor Albizua, presentador de «Cifras y letras» RTVE | EUROPA PRESS

El presentador se sitúa al frente de «Cifras y letras» en su nueva etapa en La 2 después de casi tres décadas

12 feb 2024 . Actualizado a las 22:38 h.

El periodista Aitor Albizua (Arrigorriaga, Vizcaya, 32 años) conduce la nueva etapa del clásico Cifras y letras, que se emite de lunes a jueves, a las 21.30 horas en La 2 de TVE. Lo hace manteniendo su esencia pero incorporando a su reconocida mecánica la tecnología e incluso un bote acumulado. Albizua, que llegó a la tele «por casualidad», empezó su trayectoria profesional en la Cadena Ser y dio el salto a ETB. También estuvo con Inés Hernand en las postgalas del Benidorm Fest.

—Cuando «Cifras y letras» se emitió por primera vez en La 2 era un niño. ¿Cómo ha sido redescubrir el programa?

—Tenía referencias del imaginario colectivo. Cuando me lo propusieron hice un ejercicio de documentalista y me vi los primeros programas de Elisenda Roca, con su manera de presentar tan especial e íntima. También investigué y vi la versión francesa con subtítulos, porque nos basamos en el programa de Francia, y me fui haciendo la idea de lo que me esperaba. Lo que he descubierto es el cariño que le tiene la gente al formato; esa nostalgia dulce que es impresionante.

—¿Siente más responsabilidad al saber que presenta un programa tan querido y recordado?

—En parte sí siento la presión. Las comparaciones son inevitables y yo, en un momento dado, también las haría como espectador. Pero al mismo tiempo me quedo con lo positivo, con lo mejor. No partimos de cero; la gente ya sabe cómo va y conoce el formato. La crítica en general es positiva. Estoy segurísimo de que engancharemos a parte de esa audiencia que lo veía antes y a nuevos espectadores.

—En otras cadenas se emiten a la misma hora programas de éxito. En La 2 se apuesta por las letras y las matemáticas en «prime time». ¿Qué hacer para atrapar al espectador en esa franja horaria tan competitiva?

—Es verdad que no es una franja fácil a priori, pero yo confío en que el hueco existe. Cifras y letras es un programa bastante dinámico. Dura media hora, estás en el meollo y ya se ha terminado. Mi intención como presentador es rebajar esa tensión y el protocolo que suelen tener este tipo de programas. Quiero naturalizarlo, convertirlo también en un buen rato con cinco colegas que se juntan para disfrutar de un juego de mesa.

—¿Es más de cifras o letras? ¿Qué se le daría mejor si concursara?

—Soy de letras, de calle. De hecho, me asombran los concursantes con una rapidez mental tan impresionante que, a los dos segundos, ya tienen un cálculo que yo todavía estoy intentando asimilar en mi cabeza. Me quedo con las letras. Creo que sería un buen concursante en esa parte del programa.

—¿Se ve ya el resto de su vida profesional presentando «Cifras y letras» en La 2, como Jordi Hurtado con «Saber y ganar»?

—Me lo están preguntando y es algo que nunca me había planteado, pero de la misma manera que nunca me había planteado estar aquí en este momento. Sería mi sueño poder dedicarme a la televisión, que me encanta, durante toda mi vida. Ojalá que sí, que sea en Cifras y Letras y poder complementarlo con otro tipo de formatos. Estoy abierto a cualquier cosa.

—¿En La 2 se viven las audiencias con menos presión que en otros canales?

—Creo que hay otro tipo de objetivos en La 2, en el sentido de cumplir con la calidad de un servicio público, con una cuestión cultural e incluso educativa. Las audiencias las voy a ver igual y las analizaré como si estuviese en otra cadena. El hecho de que quizás tenga cierta presión menor en la parte de las audiencias no resta nada al empeño, el cariño y las ganas que le estamos poniendo al formato, al menos por mi parte.

—¿Qué le aconsejó Elisenda Roca?

—Coincidí con ella en RNE, en el programa de Carles Mesa, y pudimos hablar a fondo. Desde el principio he recibido muchísimo cariño de ella. Me decía que mire con cariño el formato, que confía en mí y que los protagonistas son los concursantes.

—Si hace dos años le hubieran dicho que presentaría «Cifras y letras» y «Telepasión» en TVE. ¿Se lo creería?

—Habría dicho pídete otra, estás loca, cariño (risas). Nunca he buscado trabajar en la televisión. Esto ha sido un cúmulo de casualidades y de suertes, de estar activo en el momento en que las personas que deciden me escucharan en la radio y me vieran en otros proyectos que he ido haciendo. Pero no pensaba que todo fuera a ir tan rápido. Estar en programas como Telepasión o el Benidorm Fest es un sueño cumplido, y muchas veces con la sensación de no querer abrir los ojos por si se termina.

—¿Cómo lleva este meteórico ascenso de popularidad?

—Es inevitable. Es algo que hay que saber gestionar. Hay que acostumbrarse a sentirse observado en la cotidianidad, estando con tu familia o en un hospital o incluso con tu pareja. Es verdad que la gente se te acerca con muchísimo cariño y admiración, cosa que se agradece. Me reconforta muchísimo, pero mentiría si dijese que todo esta bien, todo encajadísimo. Es algo que debes aprender a gestionar, porque muchas veces la gente da por hecho que te conoce. Y no es así.