La tuberculosis en Galicia se redujo más de un 80 % en el último cuarto de siglo

Juan Ventura Lado Alvela
j. v. lado REDACCIÓN / LA VOZ

SOCIEDAD

Radiografía de un paciente con tuberculosis
Radiografía de un paciente con tuberculosis Luke MacGregor | REUTERS

Saúde Pública celebra el éxito del plan de prevención iniciado en 1996

01 feb 2024 . Actualizado a las 05:00 h.

En el año 1996 se diagnosticaron en Galicia 1.963 casos nuevos de tuberculosis. En el 2022, el último ejercicio del que hay datos completos, fueron 308. O lo que es lo mismo, la incidencia de esta enfermedad se ha reducido en un 84,3 % en el último cuarto de siglo, que es el tiempo que lleva implementado el Programa Galego de Prevención e Control da Tuberculose. En este tiempo, la incidencia ha pasado de 71,8 a 11,4 casos por cada 100.000 habitantes, con una reducción media anual del 6,8 %. Además, no se trata de un recorte de casos que se diese en el pasado y que ya haya cesado. Desde el 2015 hasta ahora, esa disminución se mantiene en el 8,5 % cada año, con un recorte total del 46,6 % en este último decenio. Y en todos los grupos —el de menores de 15 años y el de adultos—, tanto para la tipología pulmonar como para la pulmonar bacilífera, que es la contagiosa.

En contra de lo que ocurre en otras comunidades españolas, que llevan tiempo estancadas o incluso con algún ligero repunte, en Galicia la tendencia decreciente se mantiene y en la Xunta entienden que es gracias a que las actividades del programa de tuberculosis se han mantenido todas incluso durante la pandemia del covid.

Por lo que respecta a los registros del 2022, el 58,1 % de los casos se dieron en hombres. Por grupos de edad, el más afectado fue el de mayores de 74 años, mientras que tan solo el 2,9 % de los enfermos tenían menos de 15 años. La adhesión a los tratamientos también fue muy elevada, porque entre las personas que enfermaron por tuberculosis en el 2021 el 95,3 % estaban curadas al año siguiente. Del mismo modo, las unidades de tuberculosis hicieron seguimiento durante el 2022 a 990 personas que estuvieron en contacto con los afectados. De ellos, 18 (el 1,8 %) ya habían desarrollado esta patología y a 241 (el 24,3 %) se le detectó la infección. El 92,4 % del total y el 97,9 % en el caso específico de los niños completaron el tratamiento.

En todo el ejercicio 2022 solo el 16,3 % de los afectados presentaron resistencia a alguno de los principales fármacos que se utilizan para tratar la tuberculosis y no hubo ningún caso multirresistente, la forma más grave de la enfermedad. Lo que sí revela el informe de la Xunta es que tres de cada cuatro enfermos presentaban factores de riesgo, el más frecuente el tabaquismo (76,3 %).

Con estos datos, y teniendo en cuenta que la tuberculosis aunque hay tratamiento para ella sigue matando a 1,3 millones de personas cada año en el mundo, la Consellería de Sanidade se felicita por los resultados, tanto que en Galicia ya se puede hablar de «un novo perfil de paciente» de edad más avanzada «e con outras patoloxías asociadas», sobre todo inmunitarias.

«Os bos resultados acadados reflicten un programa ben estruturado, cun sistema epidemiolóxico de vixilancia específico para a tuberculose e o traballo, esforzo e coordinación dos profesionais da sanidade galega, en especial dos equipos das sete unidades de tuberculoses», destacan desde la consellería.

Eso sí, hoy por hoy no cabe pensar en la erradicación. Como explica Elena Cruz, técnica del programa, eso en la historia solo se ha conseguido con la viruela y aquí lo que procede es «la eliminación como un problema de salud pública», o lo que es lo mismo, «tenerla controlada». Tal como advierte la especialista, suele ser una enfermedad que se comporta «de manera cíclica». Hay un incremento, se establece un programa, descienden los casos y el sistema se confía, cuando lo que «está clarísimo es que no se puede bajar la guardia». En Galicia, por el momento, no hay tentaciones de nada parecido. «Creemos que este es el camino y se ve reflejado con datos muy fiables», dice la subdirectora xeral de Información sobre Saúde e Epidemioloxía, Marta Piñeiro, para quien con estas políticas lo que cabe es «mantenerlas y reforzarlas».