La situación en las carreteras ha mejorado notablemente en las últimas horas y ya no hay cortes en la red principal después de que ayer la nieve de la borrasca Juan dejara a cientos de conductores atrapados. Lo peor se vivió en Soria, donde tuvo que intervenir la UME
20 ene 2024 . Actualizado a las 12:53 h.El frío en enero no debería ser noticia. Sin embargo, la situación de las últimas horas tampoco resulta del todo habitual. Basta con señalar que se han decretado avisos por temperaturas bajo cero incluso cerca de la costa. «El hecho de que haya avisos ya implica una cierta anormalidad, pero teniendo en cuenta la época del año y la escasa duración del fenómeno no podríamos considerarla tampoco una situación excepcional. Quizá la más destacable sea que las heladas puedan producirse incluso a nivel del mar», comenta Juan Taboada de MeteoGalicia.
La situación en las carreteras ha mejorado notablemente en las últimas horas y ya no hay cortes en la red principal después de que ayer las precipitaciones de la borrasca Juan a su paso por la península ibérica dejaran a cientos de conductores atrapados por la nieve. La situación más complicada se vivió en Soria, en la carretera N-122 que conecta la capital con Ágreda entre las localidades de Matalebreras y Ontalvilla de Valcorba. Allí, en el tramo situado entre los puntos kilométricos 115 al 148, se quedaron atrapadas unas 600 personas en medio millar de vehículos, lo que provocó que las autoridades reclamaran la intervención de la Unidad Militar de Emergencias (UME). Las temperaturas han bajado esta madrugada de los -10 grados en algunas comunidades autónomas y la Aemet ha activado avisos que llegan hasta el nivel rojo (riesgo extremo) por frío.
El cuarto Batallón de Intervención de Emergencias (BIEM IV), acuartelado en Zaragoza, acudió este viernes por la noche a la zona para intentar descongestionar la vía cuanto antes. El principal problema al que se enfrentaban los equipos de rescate eran las bajas temperaturas. La provincia soriana se encontraba este viernes en nivel rojo -la misma categoría para este sábado- por las bajas temperaturas, que podrían alcanzar los 14 grados bajo cero.
Por culpa del temporal, un tren quedó atrapado en la localidad maña de Grisén, mientras la Dirección General de Interior y Emergencias del Gobierno de Aragón destacaba las complicaciones que se habían producido en la A-2, A-23 y AP-68 -con cortes en algunas de ellas- y que iba a continuar nevando durante la madrugada en la A-23 hacia Teruel.
La nieve provocó también que por la tarde se embolsaran camiones en la A-1, a la altura de Villarejo (Segovia), y en la A-2 en Salinas de Medinaceli y Somaén (ambas en Soria). En Salamanca, en la A-66, los camiones tuvieron que parar a primera hora de la tarde por el temporal entre las localidades de Béjar y Guijuelo.
En Extremadura, la borrasca dejó numerosas lluvias a su paso por la comunidad que, unidas al agua que soltó Irene esta misma semana, provocaron las inundaciones de una veintena de carreteras -la A-5 cerca de Mérida- y varias zonas urbanas y rurales. Además, ocho embalses tuvieran que soltar agua al encontrarse cerca del límite de su capacidad.
El frío dará paso a la llegada de aire subtropical
En la configuración atmosférica que ha provocado el desplome de las mínimas intervienen el anticiclón sobre Francia y la borrasca Juan nombrada por la Aemet, que ha experimentado una ciclogénesis atípica en el sentido de que se ha profundizado en el interior de la Península y no sobre el océano, como suele ser normal. «En el medio de ambos se ha formado un corredor de isobaras que acerca aire frío procedente del continente europeo. Durante la pasada madrugada han coincidido los factores necesarios para que las temperaturas caigan con fuerza. Cielo despejado, viento en calma o con escasa intensidad, noche larga invernal y humedad relativa no demasiado elevada», subraya Taboada.
El frío será bastante intenso, pero durará poco. Los avisos por valores negativos estarán activos hasta las doce de la mañana. «El resto de la jornada del sábado el viento comenzará a girar a suroeste y eso atraerá una masa de aire algo más templada. Y mañana tendremos una situación intermedia, con un área depresionaria en el Atlántico norte y el anticiclón de Azores recuperando posiciones en el centro y sur de la Península. Por tanto, los vientos seguirán llegando a Galicia del suroeste, más intensos que el sábado. Tendremos un día de nubes, alguna llovizna en el oeste y temperaturas más altas», destaca el meteorólogo.
En Galicia, la previsión señala que la mínima más baja podría situarse alrededor de los cinco grados bajo cero. Nada que ver con los registros que se esperan en otros lugares como Soria, donde el termómetro descenderá hasta los 16 grados bajo cero, una situación que ha obligado a la Agencia Estatal de Meteorología a tener que elevar a rojo el nivel de aviso por valores extremos.
La borrasca Juan solo ha enviado aire muy frío a la comunidad gallega, pero en el resto de España ha inyectado también aire húmedo. Dos ingredientes que cuando se combinan producen nevadas muy copiosas. Según la Aemet, las acumulaciones de nieve serán en las próximas horas de hasta 20 centímetros en la Ibérica zaragozana.
La situación dará un giro de 180 grados
De un frío atípico a un ambiente casi primaveral. El cambio climático se percibe en el aumento de la media, pero también en los extremos. Y si algo se está percibiendo en los últimos años es que el tiempo ahora cambia de manera brusca y súbita.
En el plazo de una semana las anomalías térmicas pasarán de negativas a positivas. No solo eso. En unos días nadie se acordará del ambiente gélido de las últimas horas porque la situación dará un giro de 180 grados.
Para entender lo que va a ocurrir a partir del lunes resulta imprescindible señalar que el anticiclón de las Azores ha comenzado a tener más de intensidad. Algo que se percibe en el aumento de su presión central y también en la ubicación que ocupa actualmente. En estos momentos tiene dos centros de acción, uno sobre el Atlántico y otro sobre Francia. La previsión destaca que a corto plazo, esos dos centros se van a unir en uno solo. El martes estará situado justo sobre el centro de la Península. Desde esta situación ejercerá el típico papel de bloqueo.
El avance de las altas presiones aparece ya reflejado en la Oscilación del Atlántico Norte (NAO) que mide la diferencia de presión entre las bajas de Islandia y las altas de Azores. Empezó el año en fase negativa. Esto explica que en el plazo de veinte días tres borrascas de impacto (Hipólito, Irene y Juan) hayan afectado a la comunidad gallega. Ahora mismo la NAO está transitando hacia el modo positivo.
La Agencia Estatal de Meteorología ya reconoce que la próxima semana será más seca de lo normal debido a la influencia de las altas presiones que cortarán la circulación general de las borrascas. Las bajas presiones tendrán que moverse más al norte, sobre Escandinavia.
Los modelos meteorológicos anuncian que se va a desarrollar una dorsal anticiclónica que se encargará de canalizar aire cálido subtropical hacia la Península y que podría dejar valores de récord. Algunas estimaciones señalan que la temperatura del aire a unos 4.000 metros de altura podría ser de cero grados, un valor que resulta propio del verano.
En superficie también se espera un ambiente cálido. En Galicia el viento soplará del sur. Esto provocará que la humedad sea frecuente por las influencias atlánticas, pero permitirá que las temperaturas mínimas asciendan de forma muy notable. Por el día, las máximas serán altas y lo serían mucho más, pero en enero los días son cortos y la radiación solar más escasa.
Otro elemento que llama la atención sobre la situación que promete abrir muchos telediarios es que el aire cálido alcanzará muchos países de Europa y llegará incluso hasta el Reino Unido, donde podrían registrarse temperaturas muy atípicas, casi primaverales.
La lluvia no aparece en los mapas al menos hasta el día 28 de enero. Un respiro para Galicia, aunque una mala noticia para el resto de España que sigue en situación de sequía meteorológica.