Discriminación de las mujeres también frente al cáncer: menos acceso a la prevención, detección y atención que los hombres

Álvaro Soto MADRID / COLPISA

SOCIEDAD

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Un estudio de «The Lancet» expone que 2,3 millones de mujeres mueren prematuramente por tumores cada año

27 sep 2023 . Actualizado a las 12:16 h.

Ser mujer es un factor de riesgo ante el cáncer, sobre todo en los países de menor renta. Las pacientes tienen más dificultades para acceder al diagnóstico y también para recibir el tratamiento, según concluye un amplio estudio elaborado por expertos de todo el mundo para la revista The Lancet. La investigación pone sobre la mesa la discriminación de género y propone varias acciones para que la igualdad también llegue a la lucha contra el cáncer.

El informe expone que 2,3 millones de mujeres mueren prematuramente por cáncer cada año. De estos fallecimientos, 1,5 millones podrían evitarse con mejores estrategias de prevención primaria o detección precoz, mientras otros 800.000 se evitarían si todas las mujeres del mundo pudieran acceder a una atención óptima. Entre otras conclusiones, los autores del informe señalan que el mundo «el cáncer es menos susceptible a la prevención primaria en las mujeres que en los hombres», un dato que se hace más patente en los países más pobres, donde «hasta el 72 % de las muertes por cáncer entre las mujeres fueron prematuras (menores de 70 años)», en comparación «con el 36 % en los países con una clasificación muy alta en el Índice de Desarrollo Humano».

Entre otros factores, la causa del deficiente acceso de las mujeres a la prevención y a la atención contra el cáncer se relaciona con la posición preeminente de los hombres en áreas clave de la lucha contra la enfermedad. «El patriarcado domina la atención, la investigación y la formulación de políticas para el cáncer. Quienes ocupan los puestos de poder deciden qué se prioriza, financia y estudia», señalan los investigadores.

Además, la discriminación no se limita a la detección precoz o al tratamiento, sino a todos los aspectos relacionados con la enfermedad. Así, es más probable que las mujeres sufran una «catástrofe financiera» debido al cáncer, con «consecuencias calamitosas para sus familias, incluso si se dispone de atención oncológica de calidad», también en los casos en los que un familiar sufre cáncer porque «el cuidado no remunerado» de las personas diagnosticadas «está en gran medida a cargo de mujeres». Finalmente, «dentro del personal a cargo de la atención del cáncer, las mujeres están infrarrepresentadas como líderes» y «las mujeres dentro del personal a cargo de la atención del cáncer denuncian experiencias frecuentes y graves de discriminación basada en el género, incluida la intimidación y el acoso sexual».

Tras analizar la discriminación de las mujeres frente al cáncer, los autores proponen un decálogo de soluciones, que incluye: «Garantizar que los datos sobre sexo, género y otros factores sociodemográficos se recopilen de manera rutinaria en las estadísticas de salud oncológica, se informen públicamente y se actualicen»; «desarrollar, afianzar y aplicar leyes y políticas que reduzcan la exposición de niñas y mujeres a los riesgos de cáncer conocidos»; «investigar, supervisar y actuar sobre los riesgos emergentes de cáncer que afectan desproporcionadamente a niñas y mujeres, incluidos los factores laborales y ambientales»; o «diseñar e implementar estrategias transformadoras interseccionales y de género para aumentar el acceso equitativo a la detección precoz y el diagnóstico del cáncer».

También reclaman la creación de «sistemas de salud accesibles y receptivos que ofrezcan una atención respetuosa y de calidad para niñas y mujeres con cáncer», más oportunidades para que las mujeres puedan investigar esta enfermedad y nuevas políticas para evitar el acoso sexual y de otro tipo a las cuidadoras o la ruina financiera para las cuidadoras y sus familias.