Fue una de las primeras presentadoras del programa. Acompañó a Ramón García en las ediciones de 1996 y 1997, y luego se centró en su carrera como actriz, participando en numerosas series y películas. Pero superada la barrera de los cuarenta, el teléfono dejó de sonar. A sus 53 años, denuncia la falta de representación de mujeres a partir de una edad en el mundo del espectáculo, algo que no ocurre con los hombres
07 ago 2023 . Actualizado a las 11:59 h.El regreso del Grand Prix a TVE se ha convertido en un auténtico bombazo. El mítico concurso de televisión sigue manteniendo en este 2023 la esencia de aquel programa que conquistó a los españoles hace casi treinta años -la primera edición se emitió en 1995- con diversión y emoción como principales ingredientes de una fórmula de éxito que parece intacta. Sigue habiendo dos pueblos que compiten por alzarse con la victoria de la noche acompañados por los alcaldes y los padrinos; han vuelto las vaquillas, aunque en esta edición sean personas disfrazadas; y, por supuesto, las pruebas más locas, algunas nuevas, pero para el deleite del público, también aquellas más recordadas, como Los bolos, Los troncos locos o La patata caliente. Y sigue al frente Ramón García, capitaneando cada lunes el programa. Para esta misión cuenta ahora con dos nuevas compañeras en plató: Michelle Calvó y Cristinini.
Pero el reestreno del Grand Prix ha traído a la memoria de los seguidores veteranos el recuerdo de otros nombres vinculados al formato, como el maestro Leiva, que dirigía a la orquesta del programa -«Maestro, clarines y timbales...», o la presentadora Mar Regueras, que acompañó a Ramontxu en las ediciones de 1996 y 1997.
Aunque ahora vive alejada de la televisión y del cine, y no por elección propia, con la vuelta del programa a la parrilla de TVE, Mar Regueras (1970) ha concedido una entrevista al programa Espejo Público para hablar, entre otras cuestiones, de las dificultades que ha experimentado en la última década para conseguir trabajo como actriz y de la falta de representación de mujeres de determinada edad en la televisión o en el cine.
«Se necesita exponer lo que ocurre, dar voz a un problema que venimos teniendo las mujeres en todos los sectores, pero concretamente en el nuestro, el artístico, muchísimo más», expuso Regueras. «Me ha ocurrido estar en una película con compañeros de mi misma edad, yo debía tener entonces 35 años, y hablar 10 años después en proyectos con alguno de ellos y decirme que no era posible volver a coincidir porque le ponían parejas más jóvenes».
Siguiendo con su argumentación y en su denuncia contra el edadismo en la profesión, aludió al programa con el que le llegó el éxito allá por 1996, el Grand Prix. «Esto es algo del cine y de la televisión, porque hoy ahora un programa que acaban de estrenar hace muy poquito después de 10 o 15 años sin estar en antena, y sigue siendo el mismo presentador, maravilloso, por supuesto, un gran profesional, y sin embargo, las chicas que tiene a su lado son chicas jovencitas que tienen la edad que yo tenía antes».
No dudaba la catalana en nombrar al programa directamente. «Lo puedo decir, no tengo ningún problema, estoy hablando del Grand Prix, lo digo porque el Grand Prix nos viene ahora de actualidad, porque es muy reciente, pero ocurre en nuestra profesión más que ninguna».
«Estoy trabajando en una notaría»
Mar Regueras fue una de las presentadores y actrices más populares y destacadas de los años noventa y principios de los 2000 en España. Aunque debutó como una de las bailarinas de El Gran Juego de la Oca -las Oquettes- presentado por Emilio Aragón, su gran oportunidad llegaría en el año 1996, al convertirse en copresentadora del Grand Prix del Verano, junto a Ramón García.
Repitió experiencia en el año 1997, y después fue presentadora de Música Sí: Pero su verdadera vocación era la actuación, así que se centró en labrarse una carrera como actriz. Participó en numerosas series, como A las once en casa, El Comisario, Herederos, Sin identidad o Servir y Proteger, o La baronesa. Y también formó parte del elenco de películas como La flaqueza del bolchevique o Rencor, por la que fue nominada al Goya a la Mejor actriz ce reparto en el año 2003.
Superada la barrera de los cuarenta, la situación cambió para Mar. «Llevo once años sin vivir de la profesión», explicó en Espejo Público. «Con cuarenta años, cuarenta y uno, dejó de sonar el teléfono. Ha sido durísimo», contó la actriz que ahora tiene 53 años. «Nada puedo haber hecho tan grave como para merecer un castigo, o una cárcel, de 11 años», reflexionó. Sigue sin entender cómo en el momento en el que ya era una cara reconocida por el público, una profesional considerada por los directores de cásting, cuando creía que estaba en su mejor momento, vio como todo se esfumaba. «Al final una persona creyó en mi y estoy trabajando en una notaría. No es lo mío, no es que esté feliz, pero me siento afortunada porque he aprendido una profesión nueva», puntualizó Regueras.
«Soy y seré siempre actriz, siempre me dedicaré a ello, pero no vivo de la profesión. He tenido participaciones en series de dos o tres días, pero no puedo vivir de ello». En su intervención la actriz explicó que una de las cosas más difíciles fue el impacto económico en su vida. «Lo más difícil no fue perder la casa o el coche, sino no poder darle a mi hija lo que quería tener o tener que sacarla del colegio en el que estudiaba».
«Ramón me lo hizo pasar difícil»
No es la primera vez que Mar Regueras habla de los momentos más difíciles de su trayectoria como actriz. «He pasado por muchas etapas, una nominación a un Goya para qué, para tenerla en el trastero. Yo creo que una de las razones que no me ha hecho hundirme del todo, que he tenido momentos muy duros, ha sido decir, "bueno, tengo aquí a esta niña que tengo que sacar adelante'"», explicó en una entrevista en el 2022 en el programa Socialité. Mar Regueras tuvo a su hija Violeta, de 16 años, fruto de su relación con Toni Cantó. La pareja se rompió a los pocos meses de nacer la niña.
En esa entrevista la barcelonesa habló además de su etapa junto a Ramontxu en el Grand Prix. «Mi experiencia fue buena, he aprendido muchísimo. Cierto es que Ramón, en algún momento, me lo hizo pasar un poco difícil porque era un profesional como una copa de un pino, pero también muy exigente». Aunque antes y después de Regueras hubo otras copresentadoras en el papel que hoy ocupan Cristinini y Michelle Calvó -Jennifer Rope, Miriam Domínguez, Pilar Soto...-, el nombre de Mar sigue siendo quizás hoy, después de tantos años, el más recordado por el público.
El Grand Prix, el éxito del verano
Tras arrasar en su estreno con un 26,1% de cuota y más de 2,5 millones de espectadores, la segunda entrega del programa, que enfrentó a Brión con Yepes, se saldó con un 24,9% de share y 2,251.000 espectadores, liderando de nuevo la noche de los lunes.