Todo tiene sentido, hasta el mínimo detalle, en el restaurante Miga

Pablo Portabales
pablo portabales A CORUÑA / LA VOZ

SOCIEDAD

El cocinero Adrián Felípez en su restaurante Miga
El cocinero Adrián Felípez en su restaurante Miga MARCOS MÍGUEZ

El chef Adrián Felípez va cambiando la carta de este local coruñés según los productos de temporada, «por eso siempre hay cosas nuevas»

26 jun 2023 . Actualizado a las 05:00 h.

El primer plato del menú es un tortilla que denominan aireada. Es como una tarjeta de presentación. Una apuesta en principio simple, pero que está llena de matices. La camarera presenta este entrante diciendo que va acompañada por erizos y los primeros guisantes de la temporada (la comida fue hace unas semanas). Todos los ingredientes aportan. La patata y cebolla pochada como una tortilla, la espuma de yema, las gónadas de erizo crudo y hasta los guisantes. Es puro equilibrio en el que nada falta ni nada sobra. En el restaurante coruñés Miga todo tiene sentido. «Nos gusta cambiar e ir incorporando productos de temporada, por eso siempre hay cosas nuevas en la carta», comenta Adrián Felípez, chef de este local miembro del colectivo Coruña Cociña. En la promoción de los menús gastronómicos de La Voz ofreció un entrante, un plato de pescado, otro de carne y postre. Cuenta que hubo alguna pareja que lo pasó tan bien que acabó abrazada al cocinero. El negocio está situado en la plaza de España o Campo da Leña y en la entrada dispone de una barra con sillas altas para los que quieran vivir emociones fuertes. El comedor es acogedor y el joven equipo del local ayuda a que te sientas en casa. Se entiende lo de los abrazos. Tras la tortilla aireada llegan las siguientes propuestas.

Pilpil de almejas

Presentan una lubina de anzuelo que nada en un océano verde. Ese colorido mar es el resultado de un pilpil de almejas y calçot gallego a la brasa. Un bocado de los que te obligan a cerrar los ojos. El pescado está en su punto. Sin prisa pero sin pausa aparece el canelón de jarrete estofado y bechamel de su asado. Es una novedad que estaba a punto de entrar en carta el día que lo visité y que, por la tanto, no estaba cuando fueron los ganadores de la promoción de La Voz y Coruña Cociña. Como ocurre con el resto de preparaciones de Adrián, todo tiene sentido. Un chef elegante y perfeccionista que a la salida del restaurante y con su segundo de cocina al lado quiso conocer mis impresiones sobre el novedoso canelón para intentar buscar algún punto de mejora. Para cerrar el menú, una tartita cremosa de chocolate y queso azul al horno con caramelo de cacahuete. En un abrir y cerrar de ojos, y sin sentir para nada el estómago pesado, disfrutas de cuatro pases con mucho sentido y puedes volver a trabajar. Como ocurre hoy en día con los cocineros de referencia, lo que encuentran en la plaza marca la carta. Ahora seguro que les ofrecerán bonito o atún, los primeros tomates de la temporada, o algún chipirón o calamar, que empiezan a entrar y son uno de los manjares del verano. Después, Adrián se encargará de prepararlos manteniendo su esencia y sabor. Todo con mucho sentido.