Describen por primera vez la presencia de células mieloides supresoras en el cerebro de pacientes de esclerosis múltiple

j. m. l. COLPISA

SOCIEDAD

La investigación, desarrollada en el Hospital Nacional de Parapléjicos de Toledo, se ha basado en estudios a ratones y humanos con esclerosis

09 jun 2023 . Actualizado a las 22:24 h.

Un estudio realizado por científicos del Hospital Nacional de Parapléjicos de Toledo ha descrito por primera vez la presencia de células mieloides supresoras en el cerebro de pacientes con esclerosis múltiple. El trabajo, que se ha publicado en la revista científica «Acta Neuropathologica», abre nuevos horizontes para explorar el papel predictivo de las células mieloides supresoras en la evolución de la esclerosis múltiple.

Este tipo de células son las encargadas de controlar la actividad de los linfocitos T, que son los causantes de gran parte del daño que provoca esta enfermedad degenerativa. Según uno de los responsables del proyecto de investigación, el doctor Diego Clemente, «no solo hemos descrito la presencia de este tipo de células en el cerebro de pacientes con esclerosis sino que también es la primera vez que se describe la aparición de ellas en el cerebro humano».

«Además, mostramos cómo su mayor abundancia en el tejido nervioso se relaciona con una evolución menos severa de la enfermedad en el caso de los pacientes con esclerosis múltiple primaria progresiva, un tipo de esclerosis múltiple en la que la discapacidad aumenta paulatinamente desde el principio, en ausencia de brotes», añade este investigador.

Ratones y humanos

Según los datos obtenidos en este trabajo, que se ha basado en una primera fase en el estudio de ratones, el análisis de estas células en la sangre de los roedores al inicio de los síntomas sirvió como un eficaz biomarcador para predecir cómo iba a ser su curso clínico. «Cuantas más células presentaba cada ratón, más moderada era su enfermedad futura y menos afectación tenía en su sistema nervioso», explica el doctor Clemente.

Después, el mismo método de análisis se practicó a 30 pacientes humanos de esclerosis múltiple recurrente-remitente en su primer brote y que no habían recibido tratamiento. También en los humanos se demostró que las células mieloides supresoras presentes en la sangre se relaciona con una mejor recuperación del brote un año más tarde.

Los autores de esta investigación subrayan en su trabajo que la esclerosis múltiple es una enfermedad «muy heterogénea e impredecible» para la que se necesitan herramientas que ayuden al profesional de la neurología a tomar la decisión terapéutica más acertada para cada paciente. Es por ello por lo que muchos grupos de investigación están trabajando en la búsqueda de los denominados «biomarcadores», que son una molécula, un tipo celular o incluso una imagen de resonancia magnética que sean poco o nada invasivos, fácilmente medibles y que ayuden a predecir el futuro clínico o la respuesta a un determinado tratamiento para cada paciente. Esto sirve para adaptar la medicación idónea a cada persona, lo que aumenta la eficacia de los tratamientos y reduce posibles riesgos si se cambia la medicación.