Descubren los primeros depredadores de la Tierra, nuestros ancestros más remotos

Jon Garay MADRID / COLPISA

SOCIEDAD

Los protosteroles eran unas criaturas microscópicas que vivieron en el océano hace unos 1.600 millones de años

07 jun 2023 . Actualizado a las 18:14 h.

Piensen en la imagen de un depredador. Seguramente les venga a la mente un león con sus grandes garras y colmillos. O un enorme tiburón blanco de seis metros persiguiendo a una presa en el océano. O un tiranosaurio y su mandíbula armada con dientes de hasta 15 centímetros. Su antecesor más remoto era muy diferente, sobre todo mucho más pequeño. Se llamaban protosteroles y eran unas criaturas microscópicas de las que se desconoce su aspecto pero se sabe que vivieron hace 1.600 millones de años en el agua y se supone que se alimentaban de bacterias. Así lo asegura un estudio que se publica este miércoles en la revista Nature, que afirma también que serían el primer representante de los eucariotas, los seres que, como los hongos, las algas, los animales, las plantas y nosotros mismos tienen células con un núcleo definido rodeado por una membrana.

Dar con esta criatura no fue tarea sencilla. Los investigadores de la Universidad Nacional de Australia estudiaban moléculas de grasa fósil encontradas dentro de una roca datada en 1.600 millones de años que se había formado en el fondo del océano en Australia. Estas moléculas poseían una estructura química que permitía vislumbrar la existencia de estos depredadores.

«Sin estas moléculas, nunca hubiéramos sabido de su existencia. Los primeros océanos parecían ser en gran medida un mundo bacteriano, pero nuestro nuevo descubrimiento muestra que probablemente no era así. Los científicos habían pasado por alto estas moléculas durante cuatro décadas», asegura Benjamin Nettersheim, uno de los autores del hallazgo.

Desaparecieron hace 800 millones de años

Estas criaturas fueron abundantes en los ecosistemas marinos de todo el mundo y vivieron al menos mil millones de años antes de que surgieran los primeros animales y plantas. También precedieron en unos 400 millones de años a los hasta ahora considerados primeros representantes de los eucariotas, llamados LECA, siglas en inglés de último ancestro común de los eucariotas. Así, serían también nuestros lejanos parientes porque nuestras células tienen esta misma estructura, caracterizada sobre todo por la presencia de un núcleo bien definido -los procariotas, como las bacterias, carecen del mismo-, mitocondrias -los motores que proporcionan energía a las células- y una membrana envolvente.

El fin de estos diminutos predadores llegó hace unos 800 millones de años coincidiendo con la entrada en el llamado periodo toniano, cuando organismos más avanzados como los hongos y las algas comenzaron a florecer. Se desconoce exactamente por qué desaparecieron. «Así como los dinosaurios tuvieron que extinguirse para que nuestros ancestros mamíferos pudieran volverse grandes y abundantes, tal vez los protosteroles tuvieron que desaparecer mil millones de años antes para dejar espacio a los eucariotas modernos», explican los autores.