La red de banderas azules estudia exigir ser playa sin humo para conceder este distintivo

Elisa Álvarez González
Elisa Álvarez SANTIAGO

SOCIEDAD

La playa de Santa Cristina, en Oleiros, es libre de humo
La playa de Santa Cristina, en Oleiros, es libre de humo MARCOS MÍGUEZ

El Sergas presenta su Plan Inspira Saúde, que ampliará los espacios sin humo a plazas, campos de fútbol e incluso campus universitarios

31 may 2023 . Actualizado a las 19:56 h.

La Consellería de Sanidade ha presentado el Plan Inspira Saúde, cuyo objetivo es claro, reducir el consumo de tabaco. Este plan 2023-2027 se fija un reto concreto, que la población adulta que consume tabaco a diario esté por debajo del 15 %, y en el caso de los adolescentes del 5 %. Porque aunque existe la percepción en la sociedad de que ahora se fuma menos, explicó en la presentación el conselleiro de Sanidade, Julio García Comesaña, esa sensación no es real «y los datos son demoledores». Estos datos, de finales del 2021, reflejan que el consumo de tabaco está cerca del 21 % entre los mayores de 16 años y en el 16 % si se limita a quienes fuman diariamente, llegando al 21 % entre el intervalo de edad de 25 a 44 años.

Para conseguir este propósito el plan engloba diferentes actuaciones, entre ellas ampliar los espacios sin humo al aire libre. Galicia cuenta en estos momentos con 214 playas sin humo en 80 concellos y 18 parques en 18 municipios, pero esta medida se ampliará a plazas, campos de fútbol, canchas de baloncesto, piscinas descubiertas e incluso campus universitarios, «hay que desnaturalizar esa idea de que al aire libre se puede fumar», insistió Comesaña. El conselleiro, además, apuntó «y no sé si es una exclusiva o no», que la red de banderas azules que concede en España la Asociación de Educación Ambiental y del Consumidor (Adeac) considera seriamente, en parte a la experiencia gallega, que la bandera azul implique ser playa sin humo. Es decir, que para tener este distintivo -Galicia tendrá este verano 113 arenales- se prohíba el consumo de tabaco.

La comunidad establecerá también un Día Galego sen Tabaco, el 31 de octubre, y creará una red ciudadana Inspira Saúde para la promoción de una vida sin tabaco. A nivel sanitario las medidas más importantes pasan por poner en marcha una red de apoyo a la deshabituación tabáquica con seguimiento por parte de los profesionales del Sergas especialistas en tabaquismo, que utilizarán la plataforma de seguimiento Telea, una plataforma de teleasistencia domiciliaria que permite un control del paciente a través de las nuevas tecnologías y que se utiliza con pacientes crónicos o aquellos que tienen problemas de movilidad. 

Dentro de este plan se elaborará un perfil epidemiológico en el que se incluyan los determinantes que se asocian a un alto riesgo de padecer enfermedades relacionadas con el tabaquismo, algo posible gracias al Big Data de la historia clínica electrónica. Es decir, se establecerán cuáles son los criterios que se relacionan con el riesgo de estas patologías y se usará la inteligencia artificial para detectar a estos pacientes en sus historias clínicas. 

Aunque ya se había anunciado, Comesaña recordó el programa piloto de diagnóstico precoz del cáncer de pulmón y la detección precoz de otras enfermedades asociadas el tabaco, como la EPOC o las enfermedades cardiovasculares, empleando también herramientas de inteligencia artificial. 

Los jóvenes, un colectivo esencial

La reducción del tabaquismo pasa por evitar, o al menos retrasar, la incorporación de los jóvenes al consumo de tabaco. Por eso el plan incluye medidas específicas para este colectivo, campañas de sensibilización e información con especial atención a las redes sociales, o el refuerzo de las políticas de control y vigilancia del cumplimiento de la legislación vigente en materia de tabaco. 

Tirón de orejas a los sanitarios

Este 31 de mayo se celebra el Día Mundial sin Tabaco y el conselleiro no dudó en hacer autocrítica. Pese a que los recintos hospitalarios en su totalidad -no solo el interior- son espacios legislados como libres de humo, las colillas a las puertas del hospital, aledaños o aparcamientos son frecuentes. Comesaña insistió en habilitar los mecanismos necesarios para que en los hospitales se cumpla una legislación «que se está cumpliendo en los bares. Tenemos que predicar con el ejemplo», concluyó.