Descubre que su seguro privado no le cubre los gastos del parto poco antes de dar a luz: «Entré en pánico»

P. V. LA VOZ

SOCIEDAD

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«Pago religiosamente 51 euros al mes desde hace cuatro años», explica Laura, una creadora de contenido que descubrió que su póliza no le incluía ni el ingreso ni la hospitalización. La solución la encontró, finalmente, gracias a la sanidad pública: «Ahí te das cuenta de la suerte que tenemos de tener seguridad social»

24 may 2023 . Actualizado a las 20:35 h.

La vida de Laura, una creadora de contenido en Instagram y TikTok, dio un vuelco radical un viernes a las dos de la tarde, a solo unos días de dar a luz. Estaba embarazada de 40 semanas y 5 días, un proceso cuyo seguimiento le habían hecho en un hospital privado, y una simple llamada le hizo descubrir que su seguro médico no le cubría ni el ingreso para el parto ni la hospitalización.

La joven explicó que, aunque buena parte de la culpa es suya, hace unos meses le habían preguntado en el centro sanitario privado si iba a querer tener el parto allí. «Me dijeron: “Este es el coste del parto, que son 0 euros; pero, de todas formas, llama a tu compañía para ver si te lo cubre», algo que Laura no llegó a hacer. «Al ver el papel de los 0 euros, pensé que estaba cubierto», explica. Pero no era así: «Tenía todo planeado», recuerda, «y justo antes de dar a luz, se me descuadra todo».

Fue el pasado viernes, a las dos de la tarde, cuando la joven, que estaba ya de 40 semanas y 5 días, recibió una llamada del hospital donde le habían hecho todo el seguimiento de su embarazo. «Me dicen: “Oye, Laura, que nos han llamado del seguro y nos han dicho que no cubren el ingreso ni la hospitalización», asegura, rememorando su shock: «Iba a tener que pagar si quería dar a luz en el hospital».

Y, según comprobó después, el precio no era ni mucho menos irrisorio. En un hospital privado, «un parto vaginal cuesta entre 6.000 y 7.000 euros», cuenta la joven, mientras que uno por cesárea «son 9.000 o 10.000 euros más los extras», una cantidad que parece mucho, pero que es «el coste real de la sanidad», reconoce Laura: «Otra cosa es que yo lo pueda asumir».

Su reacción inicial fue de estrés —«lo primero que hago es entrar en pánico», recuerda—, y una llamada a su aseguradora le confirmó que, efectivamente, no tenía esos gastos cubiertos. «Pago religiosamente 51 euros al mes, una bestialidad, para mi gusto, desde hace cuatro años», reflexiona. Pero, según comprobó, el pago de su póliza no daba para tener la hospitalización incluida. «Me pareció raro, pero mucho de esto es mi culpa», reconoce la chica.

Paralizada, Laura empezó a buscar alternativas por la vía pública. Primero, fue al hospital que le quedaba más cerca de donde vive, en el centro de Barcelona, pero cuando llegó allí, el propio personal sanitario le explicó el nivel de saturación del centro: «Me dijo que estaban hasta arriba, que la habitación iba a ser compartida, con camas express, de 24 a 48 horas, y que no se permiten visitas».

@keto_con_laura

Todo esto me pasó el viernes! Aún tengo pensiente subiros el VLOG pero se me cortaron las ganas 😂 así que manaña tendreis al menos 2 vlogs #oops #sanidadpublica #embarazo #parto #tercertrimestre #semana40 #CapCut

♬ Relaxing Japanese-style piano song inviting nostalgia - Akiko Akiyama

La solución la encontró en otro centro público, que sí cumplía todas sus expectativas. «Nos dieron muchísima información y nos dijeron que viniésemos directamente», explica Laura, a la que además le agradó conocer que, en ese centro, las habitaciones serían individuales y que las visitas estaban permitidas. «Nos dio mucha paz», declara.

«Ahí te das cuenta de la suerte que tenemos de tener seguridad social, tener una buena sanidad pública», declara finalmente Laura con firmeza ante un cambio de planes repentino que, gracias al sistema público, tuvo una feliz solución.