Tamara Falcó recurre a la estilista de Isabel Preysler para elegir su vestido de novia: «Tengo 28 propuestas»

Gloria Salgado COLPISA

SOCIEDAD

Europa Press

«Casarme con un vestido que no me gusta... Hasta ahí podíamos llegar», dice la marquesa

17 may 2023 . Actualizado a las 15:27 h.

Los preparativos de la boda de Tamara Falcó están siendo un verdadero quebradero de cabeza para los implicados en la ceremonia y la posterior celebración. Se trata, por otra parte, de una jaqueca que es directamente proporcional al entretenimiento a raudales que están ofreciendo a los adeptos al papel couché. Nada hacía presagiar que la ruptura de la pareja, infidelidad mediante, y la posterior reconciliación, narrada pormenorizadamente en las redes sociales, de Falcó y de su futuro marido, Iñigo Onieva, pudiese ser ensombrecida por otro varapalo. Pero sí. La chef ha superado aquel «nanosegundo en el Metaverso» pero ahora se ha quedado compuesta y sin vestido de novia. Un nuevo culebrón de la aristócrata. 

El martes, la firma que estaba confeccionando el traje nupcial de la marquesa de Griñón, Sophie et Voilà, mandó un comunicado en el que anunciaba que cesaban en el empeño de contentar a la hija de Isabel Preysler. Parece ser, según la marca vasca, que la «Sra. Falcó» quería un vestido tan similar a otro de una firma de alta costura que tuvieron que negarse en rotundo ya que cruzaban la línea del plagio.

Una acusación que poco tardó en desmentir la novia en su revista de cabecera, a la que aseguró haberse enterado por el comunicado de que se había quedado sin vestido. Poco después entraba en directo por teléfono en el programa de su compañera Cristina Pardo. Aseguraba que en la segunda prueba del vestido, el vestido ya no era el mismo. «Casarme con un vestido que no me gusta... Hasta ahí podíamos llegar», espetó indignada.

La historia tiene visos de tener su desenlace en los tribunales, puesto que los abogados de la «Sra. Falcó» se han puesto manos a la obra. Algo que no parece asustar a las creadoras de Sophie et Voilà, que tendrían todos los flecos muy bien atados en este asunto.

Por otra parte, quedó claro que el proyecto peligraba cuando la propia Tamara confesó que su madre y su hermana Ana Boyer no habían entendido el vestido con el que trabajaba la firma para el gran día de la ceremonia, añadiendo que quizás era demasiado original y «diferente» para los gustos de su familia.

Un cambio de estilista

Este revuelo sirvió a Tamara Falcó para recibir, según ella misma ha contado a la revista Diez Minutos, «28 propuestas» de firmas nacionales e internacionales antes de las 18.30 horas del martes. Una avalancha difícil de gestionar, aunque todo parece indicar que para poder seleccionar la opción más adecuada contará con la ayuda de Cristina Reyes. Se trata de una reputada estilista de celebridades que ayer fue grabada cuando entraba en casa de Isabel Preysler. De hecho, suyos son la mayoría de los estilismos de Preysler y su hija Ana Boyer.

Curiosamente, la primera celebridad que dio una oportunidad a Cristina Reyes fue Tamara Falcó. De este modo, corriendo a su llamada de socorro, pretende devolver el favor a la marquesa, que no es la primera vez que recurre a última hora a la estilista.

Iñigo Onieva no ha dudado en salir en defensa de Tamara asegurando, según Europa Press, que «ella no quería copiar nada. Son inspiraciones que se mandan en cualquier proceso de diseño y cuando tú haces algo, haces un moodboard, por eso nadie quiere copiar nada». «Es una tía importante y con exigencias», dijo de su prometida, lanzando un dardo a la firma del vestido al indicar que «hay marcas que pueden llegar a las exigencias y otras que no».