¿El covid puede hacer que se desarrolle diabetes?

Tamara Montero
tamara montero SANTIAGO / LA VOZ

SOCIEDAD

Capotillo

Una docena de estudios han investigado la relación  y sobre si habrá más diabéticos: «Es muy posible, igual que están apareciendo más pacientes crónicos de otras enfermedades», dice Antonio Pose, de la USC

02 may 2023 . Actualizado a las 16:38 h.

«Parece que hay una relación bidireccional entre el covid-19 y la diabetes». Es el encabezamiento con el que el Kings College de Londres presenta un registro internacional, el proyecto Covidiab, que pretende arrojar luz sobre una secuela —otra más— derivada de haber padecido coronavirus: la posibilidad de desarrollar diabetes. Una docena de estudios (el último canadiense) han establecido una relación entre ambas enfermedades. Y sí, es bidireccional.

Desde el inicio de la pandemia, el personal sanitario y científico observó que el padecer diabetes era un factor de riesgo para desarrollar un cuadro grave de covid. «El riesgo de muerte llegaba a ser casi el doble que los no diabéticos». Lo explica Antonio Pose, director de la cátedra de cronicidad de la USC e internista en el CHUS. Y no solo eso. Durante el ingreso la diabetes se descompensaba mucho, aunque hay que tener en cuenta que durante mucho tiempo se utilizaron corticoides para manejar el coronavirus, y tanto ese tratamiento como el hecho de que es una enfermedad aguda —y en ocasiones grave—, contribuirían a descompensar la diabetes.

Luego está la dirección contraria: que el haber tenido covid precipite el desarrollo de diabetes. «Se vio, sobre todo, que había personas no diabéticas que durante el ingreso desarrollaron hiperglucemia al rango de diabetes», explica Pose. Esas personas sí podrían llegar a ser diabéticas. «Eso ocurre con otras enfermedades agudas infecciosas», explica el director de la cátedra de cronicidad de la USC.

Así que el proyecto Covidiab es un registro internacional y colaborativo en el que reportar datos de aquellos pacientes con covid que permita obtener conclusiones sobre la relación entre ambas enfermedades. Lo que no está tan claro es si favorece el desarrollo de tipo 1 (cuando hay ausencia de insulina) tipo 2 (cuando hay fundamentalmente una resistencia a la insulina) «o un mecanismo fisiopatológico nuevo», relata Antonio Pose. Para eso sirve esta gran base de datos, para estudiar las características de los pacientes y ver cómo se comporta la diabetes.

Lo que sí está claro es el perfil de quienes desarrollaban esta condición: ocurría más en los pacientes obesos, «que ya de por sí tienen mayor resistencia a la insulina en los tejidos periféricos, lo que hace que se segregue más insulina pero que aumente también la glucemia, porque no se consume en los tejidos».

El otro factor era la edad. Las personas mayores tienen mayor resistencia insulínica. Obviamente, ser un paciente con ambas condiciones (mayor y obeso) incrementaba aún más las posibilidades de desarrollar un cuadro diabético. Algunos de esa docena de estudios que relacionan covid y diabetes sugieren que la reinfección favorecería la del tipo 2, mientras que otros grandes estudios hablan de mayor riesgo de tipo 1. Para Antonio Pose, la posibilidad del tipo 2 concuerda más con los factores de riesgo: la obesidad y la edad del paciente.

¿Por qué ocurre?

«Lo normal es no desarrollar hiperglucemia», pero en ocasiones puede aumentar en situaciones de estrés. «La hiperglucemia es como una reacción de alarma», aclara el internista, y está también relacionada con la secreción de catecolaminas. «El covid se relacionó con una importante situación de estrés para los pacientes», fundamentalmente al inicio de la pandemia, cuando todavía no existía conocimiento sobre la enfermedad y del pronóstico que tenían las personas que se contagiaban de coronavirus, a lo que hay que sumar la propia infección.

Si la clave es la resistencia insulínica, se trata con fármacos que la reduzcan, así como con un cambio en la dieta y con el ejercicio físico. Pero aquellos pacientes con covid persistente tienen, precisamente, más cansancio y dificultad para moverse trabajar. Si una vida activa reduce el riesgo de diabetes, el sedentarismo lo favorece. Eso lleva a pensar que haya otros factores en las personas que tienen covid persistente y que no sea directamente el virus «porque actúa sobre el páncreas o sobre la resistencia a la insulina». Es decir, que «los pacientes que tengan secuelas tengan más riesgo de desarrollar diabetes».

«Es muy posible, igual que están apareciendo más pacientes crónicos de otras enfermedades», responde Pose a la pregunta de si se verán más casos de diabetes a partir de ahora, igual que se están viendo más pacientes con enfermedades respiratorias o trastornos de salud mental derivados de confinamiento.