¿A partir de qué tamaño los grupos sociales se vuelven más complejos?

redacción LA VOZ

SOCIEDAD

Un análisis de físicos de la USC y del CSIC estable a partir de qué número se produce un salto social significativo, lo que también modifica el comportamiento colectivo humano

04 abr 2023 . Actualizado a las 17:43 h.

¿Cuándo un grupo social empieza a cambiar?, ¿a partir de qué número se hace más complejo?, ¿cuándo los cambios introducidos en un colectivo empiezan a convertirse en tendencias? El comportamiento de los sistemas sociales cambia cuando su tamaño cruza ciertos límites, lo que implica que los comportamientos emergentes comienzan a dar formar al destino del conjunto, anulando la dinámica más directa de cada una de las partes. Y este es, precisamente, el punto de partida de una investigación desarrollada por investigadores de la Universidade de Santiago (USC) y del Centro Nacional de Biotecnología (CSIC) que se acaba de publicar en la revista científica Chaos Solitons & Fractals, la de mayor impacto en su campo.

En el trabajo, realizado por los investigadores de la Facultad de Física de la USC Martín Saavedra, Jorge Mira y Alberto P. Muñuzuri y por el científico del CSIC Luis F. Seoane, determina las escalas (número de personas) a partir de las que la complejidad de un grupo social se ve incrementada de forma especialmente intensa. El mayor cambio se produce a partir de grupos de 5.000 personas.

Los resultados son de potencial aplicación en economía o en política, por ejemplo, a la hora de comprender cómo cambiará la complejidad de una empresa o una región al crecer por encima de un cierto tamaño.

«O aumento da complexidade, ás veces, experimenta saltos bruscos. Existen certos tamaños por debaixo dos cales as nosas relacións son simples, pero unha vez que superamos ese límite, a estructura social vólvese máis complexa de forma máis rápida», explican los investigadores.

«Qué é un pobo? E unha cidade? Sabemos -añaden- que se diferencian no número de habitantes, pero intuimos algo máis: a vida social dunha aldea parécenos moito máis sinxela que a dunha capital, por exemplo. Os humanos organizámonos en grupos de tamaños moi distintos, dende un equipo de rugbi, pasando por unha provincia e ata unha nación».

El equipo estudió los procesos lingúisticos ocurridos en Galicia a lo largo de los últimos cien años. En este tiempo, el gallego tendió a ser sustituido por el castellano, pese a que se trata de dos lenguas romances con alta inteligibilidad mutua, lo que también favorece el bilingüismo y podría sostener la coexistencia de los dos idiomas a largo plazo.

Estas dinámicas se desplegaron al mismo tiempo, a diferentes velocidades, en núcleos rurales y grandes ciudades. Galicia contiene la mitad de las 60.000 entidades singulares de población que existen en España, de las que 27.000 son núcleos con menos de cien habitantes, hecho que permitió a los investigadores contar con grupos sociales de diversa complejidad a la hora de abordar la evolución de este fenómeno.

«Esta distribución -sostienen los autores- brindounos unha oportunidade única de estudar en que escalas sociais emerxentes o comportamento humano vese alterado de xeito notorio». De acuerdo con su hipótesis, cuanto más sencilla es la red social de cada municipio, más rápido deberían acontecer los cambios correspondientes, mientras que en ciudades como A Coruña o Vigo deberían tomar más tiempo.

Los investigadores ordenador estas velocidades de cambio según la fracción de la población urbana en cada región. Con esto descubrieron que existen tamaños en los que la complejidad de la red social pega un «acelerón». Las escalas singulares se localizan alrededor de 180 y 5.000 habitantes.

Estos dos números son muy significativos en el estudio de la complejidad de los grupos humanos. 180 es el más destacado por su proximidad al llamado número de Dunbar, antropólogo que teorizó sobre la cantidad de personas que pueden relacionarse plenamente en un grupo social.

«Por enriba deste número resultaría máis complicado prestar atención suficiente as nosas relacións, que acabarían colapsando», defienden los autores del trabajo. Investigaciones previas mostraron cómo animales con diferentes capacidades cognitivas tienen un número de Dunbar acorde, el cual condicional el tamaño de los grupos que pueden establecer. 

«Esta investigación mostra que os humanos desenvolvemos grupos por enriba dese límite cognitivo aínda a risco de que as nosas redes sociais se volvan moito máis complicadas», añaden los científicos.

La otra escala singular detectada, la de 5.000 personas, entronca con lo que sucede en varios ordenamientos territoriales, puesto que la legislación española marca cambios en municipios con más de 5.000 habitantes. Este, por ejemplo, es uno de los límites en los que se producen modificaciones en la composición de los plenos municipales.

Los autores apuntan como curiosidad a que esta cantidad coincide casi con 5.040, el número que Platón identificaba como el tamaño ideal de su polis utópica. Esta nueva investigación muestra que algo singular sucede en los grupos sociales alrededor de ese tamaño, a pesar de que «parece que a intuición política humana xa notara a relevancia desa escala, e que a incorporou de diversas maneiras á nosa forma de organizarnos», señalan.