Carlos García-Galán, ingeniero de la NASA: «Llegar a Marte es como subir el Everest, no puedes ir sin preparación»

elena martin COLPISA

SOCIEDAD

Es el jefe de la Oficina de Integración del Módulo de Servicio Europeo de la nave espacial Orión, en la que viajará la tripulación que volverá a la Luna, como paso previo a la exploración del planeta rojo

05 abr 2023 . Actualizado a las 05:00 h.

Volvemos a la Luna. Tras conocer, este lunes, quiénes serán los cuatro astronautas que volarán al satélite en la misión Artemis II, programada para 2024, hablamos con el ingeniero español Carlos García-Galán, jefe de la Oficina de Integración del Módulo de Servicio Europeo de la nave espacial Orión, en la que viajará la tripulación, cuyo trabajo es clave para el éxito del programa lunar de la NASA.

—Tras las misiones Apolo, ir a la Luna parecía cosa hecha, ¿por qué sigue siendo todo un reto?

—Volver a la Luna es simplemente el primer paso. Lo que queremos es llegar allí para establecer una presencia permanente en su superficie y aprender sobre las tecnologías que necesitamos para ir Marte. Ese es el verdadero desafío.

—Si el objetivo es Marte, ¿por qué no ir allí directamente?

—Es una idea que se contempló en su momento, pero cuando empezamos a planear todo lo que se necesita para llegar allí vimos que no era lo más viable. A la Estación Espacial Internacional (ISS, por sus siglas en inglés) se tardan unas tres horas en llegar, a la Luna unos seis días y a Marte unos seis meses. Mi analogía es que cuando empiezas a hacer alpinismo el primer viaje que haces no es el Everest, sino a otros destinos más cercanos donde puedas probar tus capacidades. A nivel espacial es parecido. Llegar a Marte es como subir el Everest, no puedes ir sin preparación. Tenemos tecnología y conocimientos, pero necesitamos desarrollarlos mucho más antes de alcanzar el verdadero desafío de llegar a Marte, y la luna es el sitio idóneo para hacerlo.

—¿Por qué Orión es la nave más adecuada para esta misión?

—La nave está diseñada para cuatro astronautas, en lugar de los tres que iban a bordo de las misiones Apolo. Y está diseñada para poder permanecer mucho más tiempo en la Luna de forma sostenible. Su sistema avanzado de soporte vital puede mantener a la tripulación sana y segura hasta 21 días de forma independiente. Si se acopla a otro sistema, como la ISS o Gateway, por ejemplo, puede mantenerse incluso meses, lo que nos va a permitir realizar los experimentos necesarios para ir a Marte.

—¿Cómo es Orión por dentro?

—Hay cuatro asientos para los cuatro astronautas que irán a bordo que se utilizarán durante el despegue y la reentrada. Una vez hecho el lanzamiento, estas se pueden retirar para permitir a la tripulación una mayor libertad en el habitáculo. Hay baño, una pequeña cocina, una zona para hacer ejercicio, equipos para hacer experimentos y tres pantallas a través de las que los astronautas pueden controlar todos los aspectos de la nave, si bien Orión está diseñada para ser totalmente autónoma, como se comprobó durante Artemis I. Para dormir, usarán unos sacos espaciales que se pueden acoplar a las paredes.

—¿Cómo complementa el Módulo de Servicio Europeo a la nave?

—La nave tiene dos partes principales. Por un lado, la cápsula, que es donde va la tripulación, y por otro el Módulo de Servicio Europeo. Este último es donde están los tanques de combustible, los motores y los motores secundarios, imprescindibles para la propulsión del vehículo; el sistema de soporte vital (tanques de oxígeno, agua.), clave para mantener con vida a los astronautas; y los sistemas eléctricos. Es decir, sin él la misión sería imposible.

—¿Orión también llevará a los humanos a Marte?

—Seguramente será parte del sistema que lleve a los humanos a Marte, pero con muchas mejoras. Creo que empezaremos a pensar en esa posibilidad hacia finales de 2030.