Logan Roy, de «Succession», se encuentra con su otro yo en el Prado

Tamara Montero
Tamara Montero REDACCIÓN

SOCIEDAD

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«Este es el cuadro con el que lo describen», dice el actor Brian Cox señalando a Saturno devorando a sus hijos, la obra de Goya

29 mar 2023 . Actualizado a las 19:40 h.

Digamos que Goya ya lo predijo en 1820, cuando pintó en la Quinta del Sordo a Saturno devorando a uno de sus hijos. Así terminaba la tercera temporada de Succession, con el patriarca, Logan Roy, destrozando a su prole: «Os quiero, pero no sois gente seria». Con la cuarta (y última) temporada recién estrenada, el actor que da vida al magnate de los medios se ha encontrado cara a cara con su personaje. En el Museo del Prado.

Ha sido el propio museo el que ha compartido el momento, en el que Brian Cox, señala el cuadro de la sala 067 y que aparece por primera vez en el catálogo del Prado en 1900, y dice: «Este es el cuadro con el que lo describen. Saturno devorando a sus hijos. Es un poco duro».

En realidad, la escena del titán comiéndose a su descendencia se catalogó como Saturno, a secas, en el inventario de las obras en propiedad del hijo de Francisco de Goya, un documento redactado a mediados del siglo XIX por Antonio Brugada, y forma parte de la serie de 14 pinturas que Goya realizó en los muros de la Quinta del Sordo y que se conocen como las Pinturas Negras no solo por lo macabro de su temática, sino por los pigmentos oscuros con las que las realizó.

Saturno estaba, concretamente, en una de las paredes laterales de la planta baja de la Quinta, que se derribó hacia 1909 y, a pesar de que la pintura fue descrita por P. L. Imbert, como «repugnante sin mucho arte» en su libro Espagne. Splendeurs et misères. Voyages artistique et pittoresque, se ha convertido en una de las obras más reconocidas de Goya. El catálogo del Prado de 1900 ya la recoge como Saturno devorando a un hijo.

Dice Brian Cox que «es un poco duro» describir a Logan Roy como el titán que se iba deshaciendo uno a uno de sus hijos comiéndoselos, pero a la espera de ver en qué terminan metidos Connor, Kendall, Shiv y Roman, lo cierto es que la mitología clásica no dista mucho de la pulsión que demuestra Logan Roy en la serie, incapaz de ceder su imperio mediático, y por tanto el poder, a uno de sus hijos. O a los cuatro. O nadie. 

Saturno aparece en esta obra indeferenciado de Cronos, el titán griego y uno de los doce hijos de Gaia, la diosa Tierra, y Uranos, el dios del cielo. Con ayuda de su madre, usurpó el poder su padre y, temiendo que su descendencia hiciese lo mismo con él, iba devorando uno por uno a los hijos que engendraba con Rea, que intentó salvar al sexto cambiándolo por una piedra envuelta en pañales y escondiendo al niño que crecería con el nombre de Zeus.

Una vez adulto, Zeus se enfrentó a su padre, obligándolo a vomitar a sus hermanos mayores (que eran los dioses Hera, Deméter, Hestia, Poseidón y Hades), derrocándolo y tomando el poder. Había nacido el Olimpo. 

Los otros saturnos

El de Goya es quizá el más reconocible, pero el mito que viene a  representar esa máxima de matar al padre (que por cierto titula otra serie, esta vez española) ha sido ampliamente representado en la historia del arte. El propio Goya pintó un antecedente de su famoso Saturno, que lleva por título El Tiempo devorando a los hombres, un dibujo con lápiz rojo sobre papel (y no expuesto) que tradicionalmente se ha identificado cmo Saturno, pero que en este caso, en vez de devorar a sus hijos, se come a personas adultas que previamente ha desvestido y desarmado, como prueban las ropas y navajas tiradas en primer término.

Según la web del Prado, que permité explorar la colección, aunque técnicamente el dibujo se vinvula a los Caprichos, así como por la temática, con los cuadros caníbales que Goya pintó en esos años, la representación de el Tiempo, com una melena larga y enmarañada y su mirada y sonrisa crueles, crean una imagen que, efectivamente, desembocará años después en el Saturno de las Pinturas Negras.

En el mismo Museo del Prado, en la sala 079, hay otra representación del mito de Saturno, esta vez de Rubens. En la web, la pintura viene acompañada del fragmento de los Fastos de Ovidio en la que se habla del mito: 

«Saturno queriendo saber la estabilidad de su Reino, tuvo por respuesta de un Oráculo, que le despojaría de él un hijo suyo. Con este temor dio orden de que se criasen las hijas, que tuviese en su mujer Rea, o Cibeles, y los varones que parían se los comía el mismo. Hallándose Cibeles preñada huyó a la Isla de Creta, en donde de un parto dio a luz a Júpiter y a Juno (...)».