Una de las campañas publicitarias que más han calado de la historia fue aquella que sentenciaba que un diamante es para siempre. Y añadía, como garantía de amor eterno, que esta inversión era la mejor manera de hacer perdurable el sueldo de dos meses. La idea afianzó la exhibición de Marilyn Monroe cuando les dedicó su famosa canción a los supuestos mejores amigos de las chicas. El programa de Pablo Motos tiró por tierra esta semana esa creencia popular de que un diamante es el material más duro que existe sobre la faz de la Tierra. Teniendo a Georgina Rodríguez como invitada, incluir las joyas en su sección de experimentos científicos le iba como anillo al dedo. Y así quiso poner a prueba la escala de Mohs partiendo del concepto erróneo de que esa roca brillante es el más resistente de los minerales bajo cualquier circunstancia. Pero el hecho de que soporte como ningún otro las rayaduras, los cortes y la abrasión no implica que un mazazo no pueda acabar con él. Y eso fue lo que ocurrió en El hormiguero. Un pequeño diamante de 5.000 euros, más menudo que el pedrusco de Georgina, se hizo añicos por el impacto de un martillazo para disgusto de la compañía de seguros del programa. Lo mejor fue el comentario de la pareja de Cristiano: «Luego somos otras las derrochadoras».