«Non me operan e case non ando polos vultos como cabezas de bebé que teño nos xeonllos»

El matrimonio formado por José Luis Dacal y Ángeles Calvo está desesperado. Él por el dolor que le provocan unos bultos que tiene en la cara interior de las rodillas y ella al ver cómo él va perdiendo movilidad, sin que el Sergas les dé otra solución más allá de derivarles a una clínica estética para que afronten una operación pagada de su bolsillo.

Todo comenzó hace poco más de medio año. A José Luis, de 65 años, le aparecieron unos bultos junto a las rodillas. Al principio eran de un tamaño pequeño, pero enseguida fueron creciendo hasta alcanzar unas dimensiones que le condicionan la vida diaria. Le provocan, dice, tales dolores, que a veces le cuesta hasta caminar. Consultado con su médico de cabecera, pronto tuvo un diagnóstico: lipomatosis. Se trata de bultos de grasa benignos. Pueden quitarse con una liposucción o con cirugía. Y ahí es dónde choca el criterio de la pareja, residente en O Pereiro de Aguiar (Ourense), y el del Sergas. «Din que non entra pola Seguridade Social, que ten que facer unha liposucción», denuncia Ángeles. Remarca que no se trata de una cuestión estética, sino que es una situación incapacitante. «Case non podo andar. Hai veces que me fallan as pernas», lamenta el hombre. Reconoce que no le duelen las rodillas, sino que el problema está en el resto de la extremidad. «O outro día o médico foille calcando desde a ingle ata abaixo, e queixase todo o tempo porque a dor vén pola presión que fan os vultos nos nervios e nos abdutores. Os xeonllos non teñen nada, o problema está no que oprimen», señala Calvo. La pareja teme la evolución del estado de salud de Dacal si siguen creciendo los lipomas. «¿Que vai pasar? Porque xa case non pode andar», denuncia su esposa. Ella recela de que el hombre acabe en una silla de ruedas, porque no podría cuidarle. «Eu estou operada da columna e estou de baixa. Se queda nunha cadeira non o podo atender», señala.

Ya estuvieron dos veces en la consulta de cirugía estética (para lo que tuvieron que trasladarse a Vigo), pero solo han conseguido dos negativas. «Din que a solución é unha liposucción de pago, porque non entra na carteira do Sergas», lamenta. Intercede Calvo, que compara el caso de su marido con el de una mujer que necesita una reducción de pecho porque el peso de los senos le causa problemas en la espalda. «E o do meu home é o mesmo, porque lle está causando dor. Se lle producen tantas molestias deberían sacarllos», reclama. Él añade: «Case non podo andar polos vultos, que son coma cabezas de bebé de grandes, e dinme que non me operan», lamenta. Su mujer lo explica de manera gráfica: «Estoulle comprando dúas tallas máis de pantalón porque, se non, non lle collen as pernas».

Dacal se resigna. A Ángeles le cuesta más tirar la toalla. «Por min iríamos todos os días a urxencias», dice. Ya lo intentó a través de atención al paciente, pero la respuesta por escrito fue la misma que habían recibido ya de palabra: no entra en la cartera de servicios del Sergas.

Desde el área sanitaria de Ourense insisten en que la sanidad pública no incluye aquellas intervenciones cuyo único fin sea estético. «Só aqueles procedementos encamiñados a resolver limitacións funcionais ou problemas de saúde entran dentro da carteira de servizos da nosa área sanitaria ou dos hospitais que temos como referencia para determinados casos. Os problemas funcionais que este paciente presente avaliaranse e abordaranse desde a especialidade que corresponda», añaden.

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