Un análisis de sangre predice el riesgo de ansiedad

Raúl Romar García
R. Romar LA VOZ

SOCIEDAD

Ana Garcia

Investigadores estadounidenses han identificado 19 biomarcadores asociados al trastorno que también pueden ayudar para elegir el tratamiento más adecuado para cada paciente

11 mar 2023 . Actualizado a las 13:38 h.

Nerviosismo, agitación, aumento del ritmo cardíaco, respiración acelerada, sudoración, temblores, sensación de peligro inminente, ataques de pánico… Son síntomas de la ansiedad, un trastorno que al menos una de cada diez personas sufrirán a lo largo de su vida. Pero el problema es cuando se generaliza. La vida se quiebra y se convierte en un grave problema. Detectarlo a tiempo e identificar un tratamiento adecuado es la mejor opción para que los pacientes afronten el trastorno y puedan reconducir su vida. Pero no siempre es posible.

Ahora, un equipo de investigadores de la Escuela de Medicina de la Universidad de Indiana ha desarrollado un test sanguíneo que permite identificar el riesgo de una persona de desarrollar ansiedad, una prueba que ha sido validada por la empresa biotecnológica MindX Science para que pueda ser utilizada en la rutina clínica por los médicos. La investigación ha sido publicada en la revista científica Molecular Psychiatry.

El test sanguíneo, basado en el análisis de 19 biomarcadores fuertementes asociados con el trastorno del estado de ánimo, también proporcionan información sobre la gravedad del episodio en el momento actual y, lo que no es menos importante, pueden ayudar a determinar cuál es el mejor tratamiento en función del perfil de cada paciente.

«Muchas personas sufren de ansiedad, que puede ser muy incapacitante e interferir con la vida diaria», advierte el neurocientífico psiquiátrico Alexander Niculescu, de la Facultad de Medicina de la Universidad de Indiana.

«Tener una herramienta objetiva como esta con la que podamos saber cuál es el estado actual de una persona, así como su riesgo futuro y qué opciones de tratamiento coinciden con su perfil es algo muy poderoso para poder ayudar a los pacientes», destaca Niculescu.

Para identificar los biomarcadores biológicos más adecuados asociados con el trastorno -proteínas, enzimas, moléculas u hormonas-, los investigadores plantearon un estudio con tres grupos de pacientes reclutados en el Centro Médico VA de Indianápolis.

El primer grupo, llamado de descubrimiento de biomarcadores, estaba compuesto por 58 personas (41 hombres y 17 mujeres), cuyo nivel de ansiedad cambió al menos una vez de una visita a la siguiente. Fue el que hizo posible que el equipo pudiera identificar los signos biológicos asociados con el trastorno.

Los principales biomarcadores identificados como candidatos fueron probados luego en un segundo grupo de voluntarios compuesto por 40 personas (32 hombres y 8 mujeres). En este caso, el objetivo era validar su eficacia para garantizar que pudieran predecir cambios en la ansiedad de manera confiable y precisa.

Finalmente, los biomarcadores validados se emplearon en un tercer grupo que se dividió en dos. En el primer, de 161 hombres y 36 mujeres, se probó para predecir estados de ansiedad alta, mientras que en el segundo, de 159 hombres y 36 mujeres, para estimar la ansiedad clínicamente severa.

Finalmente, y después de todos los ensayos realizados, los investigadores encontraron 19 biomarcadores sanguíneos que pueden utilizarse para predecir cambios en la ansiedad.

Por lo general, para tratar a los pacientes con el trastorno se emplean terapias sociales y psicológicas, acompañados, según los casos, de medicación. Pero a los médicos les resulta difícil ajustar la dosis.

«El enfoque actual es hablar con las personas sobre cómo se sienten para ver si pueden tomar medicamentos, pero algunos pueden ser adictivos y crear más problemas», apunta Alexander Niculescu.

«Queríamos ver -añade- si nuestro enfoque para identificar biomarcadores sanguíneos podría ayudarnos a relacionar a las personas con los medicamentos existentes que funcionaran mejor y que podrían ser una opción no adictiva».

Además, si los médicos pueden detectar biomarcadores específicos que predicen el riesgo de trastornos de ansiedad en el futuro, también podrían ayudar a prevenirlos antes de que aparezcan los síntomas.

«Hay personas que tienen ansiedad y no se diagnostica correctamente, luego tienen ataques de pánico, pero creen que están teniendo un ataque al corazón y terminan en la sala de emergencia con todo tipo de síntomas físicos», señala el neurocientífico psiquiátrico. «Si podemos saber esto antes añade entonces con suerte podremos evitar este dolor y sufrimiento y tratarlos antes con algo que coincida con su perfil».

En esta línea, los autores del estudio destacan que el hecho de que no todos los pacientes respondan a los tratamientos actuales muestra la necesidad de seguir investigando para encontrar otros mejores en el futuro.