La guerra del «sólo» se recrudece en la RAE: escritores, liderados por Pérez- Reverte, contra lingüistas

á. soto MADRID /COLPISA

SOCIEDAD

José Méndez|José Méndez | EFE

Continúa la polémica por la variación de la norma de la tilde en la palabra «solo», que desde la propia Academia intentan relativizar

05 mar 2023 . Actualizado a las 05:00 h.

La Real Academia Española (RAE) libra desde este jueves una épica batalla por la acentuación de la palabra «solo». De un lado, los partidarios de no utilizar nunca la tilde o únicamente, y como raras excepciones, en caso de ambigüedad (me tomé un café solo). Del otro, la facción abanderada por el académico Arturo Pérez-Reverte, que considera que la tilde en «solo», cuando equivale a solamente, debe estar siempre permitida con libertad total para el autor de un texto.

En su pleno del jueves, la RAE abordó la acentuación y las cosas no debieron de quedar demasiado claras. Las primeras informaciones aseguraban que trece años después, la Academia había cambiado de criterio y permitía la tilde en «solo», lo que desató la euforia entre las decenas de partidarios del «sólo». En la nueva redacción de la norma se incluía una apostilla, «a juicio del que escribe», que parecía dar luz verde a la libertad en el uso del acento. Pero llegó el jarro de agua fría. Pocas horas después, la cuenta oficial de Twitter de la RAE (@RAEinforma) quiso dejar las cosas en su sitio en un tajante hilo. «Lo aprobado en el pleno del 2 de marzo no modifica la doctrina de la Ortografía del 2010. Incluso la expresa de forma más clara: 1. Se mantiene la obligatoriedad de no tildar el adverbio ‘‘solo'' y los pronombres demostrativos cuando no exista riesgo de ambigüedad. 2. Se mantiene la opción de tildar o no estas palabras cuando haya riesgo de ambigüedad. Al introducir ‘‘a juicio del que escribe'', no se añade nada nuevo. Es siempre el que escribe quien valora si existe o no ambigüedad».

Pero el mazazo definitivo para los partidarios llegaba en los siguientes mensajes: «Si el hablante percibe que existe riesgo de ambigüedad y escribe esa tilde, lo tendrá que justificar. Por ejemplo, si alguien escribe tilde en una oración como «Sólo vino Ana a la fiesta», será difícil que pueda explicar la existencia de una doble interpretación. La norma deja abierta la posibilidad de que no se tilden nunca ni el adverbio ‘solo' ni los pronombres demostrativos, que es la opción más aconsejable». Había hablado la RAE y parecía que la discusión estaba acabada.

Pero nada más lejos de la realidad. Los partidarios del acento están dispuestos a todo, y quien primero ha tomado la espada ha sido el capitán Alatriste. Arturo Pérez-Reverte recogió los mensajes de Twitter de la RAE y se los tomó como una declaración de guerra. «¿''No se añade nada nuevo''? ¿''Lo tendrá que justificar''? Lamento decir que @RAEinforma, dirigida por un académico anti-tildista [Salvador Gutiérrez Ordóñez], está dando información sesgada e inexacta. Ayer [por este jueves], el pleno de la RAE aprobó una modificación importante». Y la última frase del autor más popular de España sonó a reto: «El pleno del próximo jueves será tormentoso».

El conflicto por el acento de «solo» viene de lejos y enfrenta a los dos grupos mayoritarios en la RAE, los lingüistas y los escritores. Los primeros argumentan que la norma ortográfica no justifica el uso de la tilde. Los segundos quieren que ‘solo' se pueda acentuar cuando se pueda intercambiar por ‘solamente' y esgrimen que la tilde evita una ambigüedad que puede darse en muchas frases. Además de Pérez-Reverte, autores como Mario Vargas-Llosa, Pere Gimferrer o el fallecido Javier Marías seguían poniendo el acento en «sólo» pese a que la institución, a la que todos han pertenecido, rechazaba ese uso.