Alerta climática: frenar el calentamiento global no va a ser suficiente

josé a. gonzález COLPISA

SOCIEDAD

ESTEBAN PAREDES DRAKE | EFE

Un estudio científico revela la importancia de los bucles de retroalimentación en el clima que pueden estar socavando la eficacia de las medidas contra la contaminación

20 feb 2023 . Actualizado a las 05:00 h.

¿Qué puede provocar el aleteo de una mariposa? «Un tornado en Texas». Al menos así respondía el matemático y meteorólogo Edward Lorenz tras suponer el movimiento de las alas de este insecto en Brasil. Una cita llevada al cine en innumerables ocasiones y que se remonta al proverbio chino: «El aleteo de las alas de una mariposa se puede sentir al otro lado del mundo». Y, también, a la teoría del caos.

Un hecho que se traslada a la lucha contra el cambio climático y es que un incendio en Chile puede provocar que llueva menos en Norteamérica. Conexión que ya ha sido demostrada en varios estudios científicos y que un grupo de investigadores de la Universidad de Oregón han vuelto a poner el foco: «Los bucles de retroalimentación amplifican la necesidad de una acción climática». Así se titula su trabajo publicado este viernes en la revista One Earth y que identifica 27 aceleradores del calentamiento global conocidos como bucles de retroalimentación amplificadores y «que pueden no ser tenidos en cuenta en la lucha climática», revelan.

Tras la COP21 celebrada en Francia, los dirigentes de los principales países llegaron a un acuerdo para limitar el calentamiento mundial a muy por debajo de 2, preferiblemente a 1,5 grados centígrados, en comparación con los niveles preindustriales.«Muchos países han firmado este pacto», aseguran los autores de la investigación. Aunque, según ellos, la acción está incompleta porque la vista se ha puesto sobre las emisiones y «uno de los principales factores que hacen que el cambio climático sea especialmente peligroso es el riesgo de amplificar los bucles de retroalimentación climática», destacan. «Los modelos climáticos pueden estar subestimando la aceleración en el cambio de temperatura global».

El bucle infinito

En la ciencia del clima, estos bucles son situaciones en las que una alteración causada por el clima puede desencadenar un proceso que provoca un calentamiento aún mayor, lo que a su vez intensifica la alteración. Un ejemplo es el calentamiento del Ártico que conlleva el derretimiento del hielo marino que, a su vez, provoca un mayor aumento de las temperaturas porque la reflectancia del agua es menor a la del hielo. «Algunos bucles se descubrieron hace relativamente poco», destacan los autores.

En este trabajo, los doctores Chris Wolf, William Ripple y la doctora Jillian Gregg amplían esta lista a 41 bucles de retroalimentación divididos en biológicos y físicos. Los primeros incluyen la muerte regresiva de los bosques, la pérdida de carbono del suelo y los incendios forestales; las físicas implican cambios como la reducción de la capa de nieve, el aumento de las precipitaciones antárticas y la reducción del hielo marino del Ártico.

El documento hace dos llamadas a la acción para la reducción de emisiones «inmediata y masiva». La primera se centra en minimizar el calentamiento a corto plazo dado que ya se están produciendo «desastres climáticos» en forma de incendios forestales, inundaciones costeras, deshielo del permafrost, tormentas intensas y otros fenómenos meteorológicos extremos.

Mientras que la segunda pone el foco en mitigar las posibles amenazas importantes que se avecinan desde los puntos de inflexión climáticos «que se acercan cada vez más debido a la prevalencia de muchos circuitos de retroalimentación amplificadores y esperamos que se describan adicionales en el futuro próximo», apuntan. «Esto puede significar que el presupuesto de carbono restante se ha sobreestimado, en cuyo caso las vías de mitigación propuestas no sean válidas y sea necesario lograr emisiones netas cero más rápido de lo previsto», advierten.

La brecha, actualmente, es de 23 GtCO2e por año en 2030 para cumplir con los 1,5ºC pactados en París. «Se está reduciendo muy rápido y quizá esperar hasta 2050 para lograr emisiones netas de carbono cero podría ser demasiado tarde», añaden.