La barriga cervecera incrementa el riesgo de enfermedades cardiovasculares

Europa Press MADRID

SOCIEDAD

Istock

La reducción de la grasa abdominal elimina los ronquidos en muchos casos

01 feb 2023 . Actualizado a las 17:44 h.

Los hombres con barriga cervecera tienen más riesgo de sufrir enfermedades cardiovasculares, así como hipertensión, colesterol y diabetes, según ha avisado la nutricionista de la Unidad de Terapia Nutricional de IVADI en La Salud Hospital, Vanessa Martín.

Al igual que tener barriga indica un riesgo de patologías, roncar también, ya que la mayoría de las apneas del sueño las produce la obesidad igual que el hígado graso. De hecho, en muchas ocasiones cuando se reduce la grasa abdominal, los ronquidos desaparecen.

«El problema es que no nos han enseñado ni a comer ni a hacer deporte. Además, estas dos habilidades tan importantes ni tan siquiera forman parte de la cartera de servicios de la sanidad pública cuando son claramente preventivas de muchas patologías», ha dicho la experta.

En este sentido, ha destacado la importancia de aprender a leer las etiquetas de los alimentos tanto procesados como de las carnes que se compran en bandejas en los supermercados. «Si leemos la etiqueta de esas carnes, veremos que no son carne cien por cien sino que llevan siempre algo añadido. Lo mismo pasa con el pescado. Es muy bueno el Omega3 pero la cantidad de esa grasa buena es muy distinta si el pescado es de piscifactoría o es salvaje», ha argumentado.

En cuanto a los huevos, son una buena fuente de proteínas, pero los beneficios que aportan no son iguales si no son de calidad, sobre todo, ecológico; y el pan alimenta más si es uno de fermentación lenta y de masa madre hecho en el horno.

Para romper este círculo y empezar a realizar un cambio real de hábitos de vida que nos pueda llevar a dejar los fármacos, es necesario ponerse en manos de profesionales. «No todas las personas son iguales - y, por lo tanto, el estudio de cómo hacer ese cambio debe ser personalizado, lento pero seguro. El objetivo no es adelgazar, sino adquirir hábitos que nos permitan cometer excesos de vez en cuando sin que pase nada e interiorizar una vida equilibrada. Comer debe ser algo que produzca felicidad. Y si la salud entra en nuestra cocina, las pastillas podrán salir de nuestra vida», ha zanjado.