
La última vez que se acercó a nuestro planeta fue hace 50.000 años, cuando los neandertales aún vivían, y no volverá a hacerlo hasta dentro de otros 50.000 años
01 feb 2023 . Actualizado a las 20:44 h.La última vez que se acercó a la Tierra los neandertales todavía poblaban el planeta. Fue hace 50.000 años, en pleno Paleolítico Superior. Y no volverá a aproximarse hasta dentro de otros 50.000 años. Es el cometa de cola verde C/2022 E3 (ZTF), del que no se tenían noticias hasta el 2 de marzo del 2022, cuando fue descubierto por los astrónomos del Observatorio Palomar de Estados Unidos.
Desde entonces ha despertado la curiosidad de la comunidad científica, que ha seguido su trayectoria hasta determinar su máximo acercamiento a la Tierra: será este miércoles, cuando se sitúe a unos 42 millones de kilómetros de nuestro planeta.
Podrá observarse en el hemisferio norte incluso a simple vista, aunque no será fácil. Para no perderse el espectáculo celeste lo más indicado es echar la vista al cielo con unos prismáticos. Y será la única oportunidad que tengamos en nuestras vidas de observar el planeta verde.
Este miércoles será el período de máxima aproximación, pero ya pudo observarse desde hace unos días y todavía podrá hacerse a lo largo de esta semana. Pero mejor aprovechar la oportunidad cuanto antes, porque, por un lado, se alejará y, por otro, porque la luminosidad de la Luna creciente, que será llena durante el fin de semana, dificultará su visibilidad.
«Está no límite da visión humana, porque a pouco que haxa un pouco de luz será difícil velo», explica José Ángel Docobo, director del Observatorio Astronómico Ramón María Aller de la Universidade de Santiago, por lo que aconseja intentar seguir el cometa verde con unos prismáticos. ¿Hacia dónde orientar la mirada? «Hai que buscalo entre o carro da Osa Maior e a estrela Polar», advierte el astrónomo.
Los cielos despejados de estos días favorecen la visión del fenómeno, pero la luminosidad lo dificulta. Así que mejor buscar un lugar oscuro. «Hace falta un cielo muy bueno. No vale un cielo de la ciudad o de un núcleo de población con contaminación lumínica. Es mejor uno oscuro», explica el astrofísico Borja Tosar, quien asegura que el espectáculo valdrá la pena y aconseja contemplarlo cuanto antes, porque «estamos en una fase de Luna creciente, y cuanto más vaya avanzando peor se va a ver».
Entonces, ¿cuál será el mejor momento para observarlo? En principio justo antes del amanecer, en torno a las siete de la madrugada, cuando se ponga la Luna y el Sol aún no asome.
Para quienes no quieran madrugar, José Ángel Docobo ofrece otra opción: observar al cometa verde cuando se encuentre en lo más alto. El mejor momento, en este caso, es entre las diez y las doce de la noche. «Hai que collelo canto máis enriba esté», advierte Docobo, quien también recomienda alejarse de la contaminación lumínica para obtener una mejor visión.

«O brillo do cometa vai ser un pouco máis feble do que se pensaba, porque terá unha magnitude de entre catro e cinco», expone Docobo, quien, pese a todo, asegura que el espectáculo valdrá la pena.
En la oscuridad del cielo despejado podrá observarse una tenue y borrosa luz difusa, por lo que aquellos que dispongan de un telescopio tendrán una mejor oportunidad para contemplar incluso la cola verde del astro.
Si cualquier curioso tiene dificultades para localizar el cometa en el cielo, la mejor forma para identificarlo es utilizar las aplicaciones de observación de estrellas como Star Walk2 y Sky Tonight.
Si utiliza esta última, toque el icono de la lupa en la parte inferior de la pantalla. Luego escriba “C/2022 E3 (ZTF)” en la barra de búsqueda e identifique el nombre del cometa que aparecerá en los resultados de búsqueda. Toque el icono de destino junto al nombre y la aplicación mostrará la posición actual del astro. Apunte su dispositivo al cielo y siga la flecha blanca para encontrarlo.
Los cometas están compuestos de roca, hielo, polvo, dióxido de carbono y otros gases. Suelen originarse en el cinturón de Kuiper, en el sistema solar exterior, y a medida que viajan hacia el Sol empiezan a deshacerse. Cuando el astro rey evapora el hielo deja a su paso un halo de polvo y gas alrededor del núcleo, denominado coma, que, al moverse, origina una cola que puede llegar a tener una longitud de millones de kilómetros.
El cometa cuenta con varias colas, y una de ellas es de polvo. Está producida por la reflexión de la luz solar en las pequeñísimas partículas. El astrofísico Josep María Trigo lo describe así: «Es un objeto que con prismáticos es bonito, es como una nubecita. Es un cometa de un color verde precioso, y por ello se llama el cometa verde».