Una anomalía seca en Galicia al menos hasta el 6 de febrero

SOCIEDAD

Ana Garcia

Las temperaturas serán bajas para la época del año, especialmente las mínimas

28 ene 2023 . Actualizado a las 08:56 h.

Los modelos de predicción numérica confirman que la influencia actual del anticiclón de las Azores no es flor de un día. La previsión a medio y largo plazo destaca que el sistema de altas presiones seguirá muy reforzado al norte de la Península. La presión central supera actualmente los 1.040 milibares, una cifra que da buena cuenta de la energía que tiene en este preciso instante. Precisamente su elevado peso y posición es lo que permite que los efectos sean ahora más constantes. No hay que olvidar que hasta no hace mucho mantenía un perfil bajo, con una presión discreta y no paraba quieto. Esto perjudicó especialmente a la comunidad gallega, frente al resto de las comunidades.

Sin embargo, la configuración actual aleja cualquier borrasca que quiera afectar a Galicia. De hecho, el anticiclón vuelve a ejercer un bloqueo, tal y como hizo el año pasado hasta el mes de octubre, cuando empezó a llover.

La intensa anomalía seca se prolongará durante la próxima semana, al menos hasta el 6 de febrero y será más pronunciada precisamente en el noroeste peninsular. Cuando el anticiclón está situado tan al norte, lo habitual es que las borrascas lo bordean por la parte superior y se muevan más por la zona de Escandinavia. Pero también puede darse el caso de que se desvíen hacia el sur, generando inestabilidad atmosférica en lugares como Canarias o en la mitad sur peninsular.

Eso sí, la anomalía negativa de lluvia (por debajo de la media) vendrá acompañada también de otra fría. Especialmente gélidas serán las noches. La previsión apunta a que las mínimas registrarán valores negativos en muchas zonas del interior de la comunidad y se producirán fuertes heladas. Hasta el momento, la mínima más baja del invierno ha sido de 6,6 grados bajo cero.

La potente influencia del anticiclón se traduce en cielo despejado y poco viento. Esto supone que en cuanto el sol se pone por el horizonte, el calor que emite la Tierra en forma de radiación infrarroja invisible se escapa directamente hacia el espacio exterior. Algo que no sucedería si hubiese nubes. Esto es algo que se pudo comprobar durante las últimas horas. La llegada de la humedad que incluso dejó algunas precipitaciones provocó que descendiesen las máximas, pero que aumentasen las mínimas.

El ambiente será tan gélido por las noches y también durante las primeras horas de la jornada, que durante el día el termómetro tendrá que esforzarse bastante para superar los diez grados como mucho.