Risto Mejide: «Para ir a una mesa de 'Got Talent' voy con las manos en los bolsillos»

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SOCIEDAD

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El presentador inaugura en Cuatro una nueva temporada de «Viajando con Chester». «Es el formato más sacrificado para mí»

24 ene 2023 . Actualizado a las 05:00 h.

Desde que se dio a conocer entre el gran público como implacable jurado en Operación triunfo, la polémica ha acompañado a Risto Mejide (Barcelona, 48 años) en su periplo televisivo. Mientras sigue atizando a la clase política con humor e ironía en Todo es mentira, el publicista y presentador tiene ya lista una nueva temporada de Viajando con Chester, el espacio de entrevistas de Cuatro. Tita Cervera, Máximo Huerta, Sandro Rosell, Marc Márquez, Gloria Trevi, Cayetano Martínez de Irujo o Mai Meneses son algunos de los invitados.

—Ocho años llevaba «Viajando con Chester» sin circular, ¿lo echaba de menos?

—Muchísimo. Es el formato con el que más disfruto, aunque sea el más sacrificado para mí y en el que más pongo de mí.

—¿Por qué el más sacrificado?

—Bueno porque, por ejemplo, para ir a una mesa de Got Talent, voy prácticamente con las manos en los bolsillos, a que me sorprendan y a reaccionar. En Todo es mentira, hay un equipo de periodistas que han preparado unos temas y una escaleta. Chester lo preparo básicamente yo. Me pasan un dosier de cincuenta páginas sobre el personaje, los libros, discos o películas que tenga, y me lo tengo que empapar todo y meterlo en la cabeza. Voy sin iPad, sin pinganillo, a pelo. Es una conversación que yo no sé nunca dónde va a acabar.

—¿Llega con alguna novedad?

—La gran novedad de Chester es la gente que se sienta en él y el momento en el que lo hace. Yo tenía muchas ganas de volver a Viajando con Chester porque consiste en sacarles de su zona de confort y llevarlos a otros espacios. Y luego no es lo mismo hacer un Chester prepandemia que después de la pandemia, por ejemplo. Yo creo que la pandemia nos ha cambiado a todos muchas cosas por dentro y la gente famosa o conocida no es una excepción.

—¿Hay espacio en la tele para la charla tranquila? ¿Cree que la audiencia lo reclama?

—Yo creo que hacemos un programa honesto, en el que la palabra es la protagonista, donde no se juzga a nadie y se va a entender a todo el mundo. Espacios así nunca sobran en la televisión.

—Presentar «Todo es mentira» le ha acercado al periodismo. ¿Se ha llevado algo a «Chester»?

—No te creas. Son dos funciones muy diferentes. Una cosa es contar la actualidad en tono satírico y otra muy distinta es profundizar en el alma de un personaje, que es la intención en Chester. Tiene más que ver con una conversación como si fuéramos amigos, pero buscando siempre la autenticidad del personaje. En Todo es mentira estamos destapando cada dos por tres las mentiras de nuestros políticos, en cambio aquí se trata de encontrar la verdad de un personaje.

—¿Ha cambiado el programa su forma de ver la política?

—No sabría decirte. Estoy más informado, más al tanto de la actualidad, pero imagino que no me ha decepcionado, lo cual dice muy poco del concepto que tenía antes de la política.

—Volviendo a «Chester». De todos los invitados de esta temporada, ¿cuál es el que más le ha sorprendido?

—No podría hacer un ránking. Hay invitados que me han sorprendido por la tristeza que acumulan en según qué temas. Hay otros que me han sorprendido por la capacidad de sobrellevar problemas o situaciones difíciles. Por ejemplo, Máximo Huerta es uno de mis favoritos porque es amigo mío, pero nunca habíamos podido tener la conversación que tuvimos. De repente, dos amigos que tienen la oportunidad de sentarse y profundizar en la relación que tiene él con su madre, con el éxito y el fracaso, su renuncia como ministro de Cultura...

—¿A qué personaje histórico le gustaría entrevistar y por qué?

—Pues mira me gustaría entrevistar a Johann Sebastian Bach porque he escrito un libro que voy a publicar próximamente y sería la guinda poder incluir su punto de vista sobre muchas de las cosas de las que escribo.

—«Got Talent», «Todo es mentira», «Chester», ¿en qué programa está más cómodo?

—No me siento incómodo en ninguno. Me gustan mucho por diferentes razones. Got Talent porque me da la oportunidad de estar en contacto con talento de todo el mundo; Chester por permitirme profundizar con gente muy interesante en temas que nos pueden tocar a todos como son el éxito, el fracaso, la vida, la muerte, la pareja, la soledad. Y luego en Todo es mentira me lo paso muy bien, son mis dos horas diarias de terapia o, mejor dicho, de risoterapia.

—¿Qué le cabrea?

—Yo soy poco de cabrearme. Tengo carácter, pero a menudo se confunde el carácter con la ira y no tienen nada que ver. Yo soy poco iracundo. Tengo carácter pero lo expreso de manera bastante templada o al menos eso creo. Si hablas con mis enemigos quizá te digan otra cosa.

—En el primer programa habló de salud mental con Mai Meneses. ¿Qué tal está la suya?

—(Ríe) Teniendo en cuenta todas las circunstancias, bastante bien, gracias. No me quejo.

—¿Se arrepiente de sus declaraciones durante las campanadas?

—Yo de las campanadas ya dije todo lo que tenía que decir en ‘Todo es mentira' y está colgado en mi Instagram. Ahí tienes todo.

—Pero le puedo preguntar, ¿no?

—Sí y yo te puedo contestar o no.

—Es que explicó que no era un ataque a Obregón o Pedroche sino a los directivos que las habían puesto ahí para hacer caja. ¿A usted también le pusieron los directivos de Mediaset para ver si hacía caja con esos comentarios?

—Pues pregúntaselo a ellos. No lo sé.