El cribado del cáncer de mama en Galicia cumple 30 años: tres millones de mamografías y 10.000 tumores detectados precozmente

Tamara Montero
Tamara Montero SANTIAGO / LA VOZ

SOCIEDAD

CARMELA QUEIJEIRO

Sanidade pone en marcha una estrategia que tiene como objetivo que en el 2028 la mitad de los cánceres se diagnostiquen en estadios tempranos. La prevención y un profundo cambio en la asistencia son clave en este nuevo abordaje

13 ene 2023 . Actualizado a las 05:00 h.

En el año 2028, la mitad de los tumores se diagnosticarán en estadios tempranos. Es uno de los objetivos de la estrategia de gestión del cáncer que ha aprobado la Consellería de Sanidade, que pone el acento en dos cuestiones fundamentales: la prevención y un cambio de modelo en la asistencia a los pacientes oncológicos.

En cuanto a la primera, los cribados poblacionales llevan año siendo una herramienta fundamental. El de mama, que el año pasado cumplió 30 años de implantación en Galicia, ha permitido detectar precozmente unos 10.000 cánceres a través de alrededor de tres millones de exploraciones.

La participación ciudadana es fundamental, y en lo que a prevención del cáncer de mama, la tasa de adherencia es muy alta, del 80 %. Es decir, de cada cinco mujeres a las que se invita a participar en el programa, cuatro acuden. 

«Estamos evaluando, no solamente a nivel autonómico, sino en el seno de la comisión de Salud Pública, aumentar el rango de edad», explica la directora xeral de Saúde Pública, Carmen Durán. Es decir, este año se tomarán la decisión sobre si incluir a mujeres desde una edad más joven en el cribado (rebajando por ejemplo de 50 a 40 años la edad a la que se inician las mamografías) y ampliándolo de los 65 a los 69 años.

El de mama es el primer cáncer entre la población femenina y uno de los de mayor incidencia en Galicia. Cada año hay en la comunidad año unos 2.200 casos nuevos, según los datos del Observatorio contra el Cáncer de la AEEC. 

Pulmón, próstata y colorrectal son otros de los tumores con mayor incidencia. Para este último, Galicia puso en marcha en el 2013 un cribado poblacional, que hasta el momento ha permitido detectar lesiones malignas en 1.970 pacientes. El 66 % estaban en estadios tempranos, todo un logro en un tumor que suele detectarse ya avanzado, subraya Carmen Durán. 

Durante estos años (el cribado de cáncer colorrectal se adelantó cinco años en Galicia con respecto la fecha que marcaba el Ministerio de Sanidad) se han realizado unas 40.000 colonoscopias y se han detectado lesiones, que aunque no malignas, necesitaban seguimiento en unos 17.000 pacientes.  Alrededor de 700.000 personas han participado en la prueba para la detección de sangre oculta en heces. 

 «El tiempo es un factor que influye en el pronóstico de la enfermedad», explica Jorge Aboal, director xeral de Asistencia Sanitaria, y el hecho de realizar cribados poblacionales «hace que disminuya la mortalidad», aclara Carmen Durán.

Este mismo año, la Consellería de Sanidade extenderá a todas las áreas sanitarias el cribado de cáncer de cuello del útero, que se pilotó en el área de Lugo. Todavía no hay datos sobre este nuevo programa de cribado, que servirá para detectar de forma temprana un cáncer, el de cérvix, con una tasa de 9 casos por cada cien mil mujeres, según los datos de la AECC, y que viene a complementar el programa de vacunación contra el VPH, que hace unos meses se extendió también a la población masculina.

Precisamente, los tumores de próstata y de pulmón están entre los de mayor incidencia entre los varones gallegos, y la Estrategia de gestión del cáncer 2022-2028 también ha puesto el foco sobre ellos con la posibilidad de establecer cribados poblacionales, en este caso dirigidos utilizando para ello datos sobre factores de riesgo. 

Los datos avalan el éxito de la prevención secundaria y Sergio Vázquez, jefe de Oncología del Hospital Lucus Augusti, insiste en que es primordial detectar el cáncer de manera temprana. «Por eso una gran parte del plan se centra en la prevención secundaria, pero también en la primaria». En que ni siquiera haya que diagnosticar precozmente. El objetivo ideal es que el cáncer no llegue a desarrollarse.

Esa prevención primaria es uno de los puntales de la Estrategia de gestión del cáncer, y tres son los principales factores sobre los que se incidirá: el sobrepeso y la obesidad, el tabaquismo y el consumo de alcohol.

«Probablemente, lo que nos cuesta más como sociedad es asumir la adopción de estilos de vida saludable», fundamentalmente llevar una dieta equilibrada y evitar el sedentarismo. Saúde Pública ha fijado un horizonte de ocho años para intentar que se produzca, en términos poblacionales, una reducción significativa de peso o lo que es lo mismo, que mejoren los hábitos de los gallegos y las gallegas.

«El ejercicio físico está cada vez más relacionado con la prevención del cáncer», recuerda el jefe de oncología del HULA. Simplemente caminar una hora diaria tiene un impacto positivo. 

«Creo que ahí es donde hay un reto importante, sin perder de vista que no hemos acabado con el consumo de tabaco, ni de alcohol, ni de otras sustancias». La previsión es presentar durante este año un plan integral para disminuir el consumo de tabaco, que se incrementa entre los más jóvenes, y que se presentará a lo largo del 2023.

«El consumo alcohol es un hábito social y es más difícil actuar sobre él», remarca Sergio Vázquez. La concienciación social sobre los peligros del tabaquismo es mucho mayor que sobre el potencial carcinógeno del consumo de alcohol, también en pequeñas cantidades y con consumo crónico. 

Desde Saúde Pública, la principal preocupación está en el consumo de alcohol entre menores, «por lo que se decidió elaborar una ley solamente dedicada a menores para esta prevención», remarca Carmen Durán.