Las altas presiones empiezan a tener más protagonismo y evitarán hasta nuevo aviso que se produzcan más episodios de lluvias intensas en Galicia
16 feb 2023 . Actualizado a las 16:01 h.Las lluvias tan intensas de los últimos meses en Galicia han sido el resultado de una combinación de múltiples factores. Sin duda, uno de los más determinantes fue el papel que jugó el anticiclón de las Azores. Durante buena parte del 2022 ha estado situado al norte de la Península, alejando las borrascas de la comunidad. Una situación que se mantuvo y que desencadenó en la sequía. Cuando evita que llueva en invierno, decimos que está en modo bloqueo. Los períodos secos en la comunidad gallega están directamente relacionados con estas situaciones. Al fin y al cabo, la comunidad bebe de las bajas presiones que llegan desde el otro lado del océano entre septiembre y marzo.
Pero en octubre, contradiciendo a las previsiones estacionales que apostaban a que seguiría muy reforzado durante todo el otoño, el sistema de altas presiones perdió fuerza, descendió en latitud y abrió las puertas del Atlántico. Desde entonces, las borrascas han llegado una detrás de otra. Además, los frentes que venían de la mano han sido realmente muy activos.
A finales de año, especialmente en diciembre, el anticiclón parecía querer despertar del letargo. Y así lo hizo, pero no precisamente para abrazar a Galicia. Se situó entre el norte de África y el Mediterráneo y, desde ahí, lejos de beneficiarnos hizo justo lo contrario. Impidió que las borrascas pudiesen moverse con libertad justo cuando se encontraban sobre la comunidad. Los frentes quedaban estancados y las lluvias descargaban con fuerza. Esta situación explica el gran contraste que hubo entre la comunidad gallega y el resto de la Península.
Para que la comunidad gallega pueda tener algo más que una tregua meteorológica de unos pocos días, la posición del anticiclón resulta de vital importancia. Y ahora mismo los modelos de predicción empiezan a mostrar un escenario en el que habría un cambio importante en lo que se refiere a su comportamiento.
Esta semana, por ejemplo, su radio de acción ya ocupa algo más de espacio. De esta manera, durante los próximos días tendremos un tiempo cambiante. Habrá días con precipitaciones, pero también momentos con mayor estabilidad. Ayer mismo el cielo estuvo despejado. Esta noche, sin embargo, llega un nuevo frente que dejará lluvias generalizadas. Mañana será una jornada con nubes y claros y con posibilidad de que caiga algún chaparrón. El jueves otro frente, menos activo, cruzará el noroeste peninsular.
A partir del jueves las altas presiones empezarán a configurarse en forma de cuña. Esto no evitará todavía que pueda llover en Galicia. De hecho, de cara al sábado se espera la visita de otro frente. En cualquier caso, se puede descartar que vaya a ser un episodio de precipitaciones intensas.
Lo realmente importante es que a finales de esta semana se aprecia cómo el anticiclón asciende hacia el norte y también aumenta su peso. Esto es muy importante para que su influencia no sea flor de un día.
Además, si se cumple la previsión, hasta nuevo aviso la comunidad gallega dejará de ser castigada por los frentes tan activos que han provocado las recientes inundaciones. En este nuevo escenario, habría mayor estabilidad y aumentaría la posibilidad de que descendiesen algo más las temperaturas. Si la lluvia ha brillado por su abundancia, el frío lo ha hecho por ausencia. Según datos de la Agencia Estatal de Meteorología, el pasado diciembre fue el tercero más cálido desde 1961.