¿Dónde encargar el roscón de Reyes? Estos son los más famosos de Galicia

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Roscones de Reyes de la panadería Pan da Moa, con su característico trenzado.
Roscones de Reyes de la panadería Pan da Moa, con su característico trenzado. Cedida

Las pastelerías de A Coruña, Santiago, Ourense y Lugo comparten la receta de su éxito

05 ene 2023 . Actualizado a las 14:43 h.

Relleno de nata o en su versión tradicional. Recubierto de fruta escarchada o solo glaseado. Con una figura en su interior o con un billete de 50 euros. Hay tantas versiones del roscón de Reyes como de tortilla de patata, pero al igual que es plato emblema de la gastronomía española, este postre es un imprescindible en las mesas de cada casa el día 6 de enero. Mientras ciudades A Coruña amanecía este jueves con horas de cola en sus panaderías y confiterías más míticas, hay quienes aún se preguntan dónde comprar la versión más deliciosa del pastel. Las pastelerías más famosas de A Coruña, Santiago, Ourense y Lugo comparten la receta de su éxito.

A Coruña

Glaccé (Menéndez Pelayo, 16)

MARCOS MÍGUEZ

Los roscones de la confitería Glaccé son conocidos por su sabor y carácter artesano y, por supuesto, por sus míticas colas, que se hacen más largas a medida que se acerca la víspera de Reyes. Así, desde este negocio cuentan a La Voz que un buen consejo para no hacer mucha fila es comprarlo unos días antes y congelarlo. El truco para que esté en perfectas condiciones es meterlo a refrigerar en el mismo envoltorio.  Sea de la forma que fuere, los que se hagan con un roscón de esta pastelería disfrutarán de una pieza con una gran textura, una deliciosa crema pastelera y solo unas pocas frutas escarchadas, en concreto, cerezas. 

Para los que no consigan uno de sus roscones, desde Glaccé señalan que los hacen  durante todo el año. Incluso los están preparando para bodas. 

Flory (Francisco Añón, 44)

Los florystas no cambian este roscón por nada del mundo. Esta confitería lleva en pie desde 1967, tiempo suficiente para haberse labrado un nombre propio en la ciudad con dulces como el brazo de gitano. Sin embargo, es al acercarse el día de Reyes cuando este establecimiento se convierte en un verdadero hervidero. Fiel a la versión más tradicional, algunos hasta se llevan una silla plegable el 5 de enero, conocedores de la cola que les espera para hacerse con el manjar. Y eso que no se trata de un bien exclusivo de estas fechas, pues se vende todo el año. Como era de esperar, en Flory explican que el ingrediente secreto que utilizan para bordar el roscón de reyes es el cariño y una buena materia prima, y debe ser que lo hacen con mucho amor a sabiendas de los que dispensan entre el 5 y el 6 de enero, pues ni saben calcular cuántos despachan. Lo del relleno no va con este roscón, aunque sí se corona con algo de nata y muy contadas frutas escarchadas.

 Habaziro (Luís Quintas Goyanes, 2)

ANGEL MANSO

La historia de Habaziro no es tan larga como la de Flory o la de Glaccé, pero ya se han ganado un nombre en la ciudad como una pastelería de referencia a nivel general y en el campo de los roscones. Y todo gracias a Pablo Morales, que practica una bollería comprometida con la calidad de los ingredientes y la artesanía. 

Su propuesta para esta época del año está compuesta por un roscón más innovador, elaborado con gianduia, una pasta de chocolate que contiene un alto porcentaje en avellana. Y otro tradicional, pero con ingredientes como limón gallego y agua de azahar que viene de Sevilla. Además, ofrece tres tipos de relleno: crema, nata y trufa. No obstante, Pablo cuenta a La Voz que el favorito de sus clientes es el clásico sin relleno. La previsión es hacer unos 1.500 roscones. 

Berna (Marcial del Adalid, 19)

La plaza de Vigo es la zona cero de los roscones en la ciudad herculina. En un extremo están las colas de Glaccé y, en el otro, los asiduos de Berna. Para algunos, la tarta milhojas y la de fresas con nata son incomparables, pero también están los que creen que su roscón no se queda atrás. Abierta desde 1957, los hay con y sin relleno de nata, y se coronan con guindas y azúcar glass.

La Dulcería (Ronda de Nelle, 110)

Algunos definen su roscón de Reyes con crema como «exquisito» y, de hecho, es una de las especialidades de este local junto a la bica y la torta de maíz. Se pueden encargar a partir del día 4 de enero, y también tienen la opción más sencilla, sin relleno, o con él.

La Tahona  (plaza de Lugo, 1, y varias ubicaciones)

Daniel Sánchez, cofundador de la cadena de panaderías La Tahona, cuenta que su propuesta de roscones destaca por su masa tipo brioche, con importante peso de la mantequilla y la ralladura de naranja. Además, también tiene anís y agua de azahar. Como cobertura destaca la presencia de naranja como única fruta escarchada. La razón se debe a que a la gente le gusta cada vez menos. Y, también tienen una buena cantidad de almendra laminada.

Confitería París (calle de la Torre, 6)

Otro de los grandes puntos de peregrinación de los amantes de este dulce el día de Reyes, y de los más golosos todo el año, pues es un clásico entre los clásicos en la ciudad. En la confitería París son claros diciendo que parte de su éxito radica en la mezcla de aromas que incluyen en su receta. Toques cítricos de limón y naranja, gua de azahar, anís e incluso nuez moscada. A pesar de que llevan más de 30 años cumpliendo con nota el cometido de elaborar roscones, indican que no hay que bajar la guardia, por eso van corrigiendo ingredientes o incluyendo algunos elementos nuevos para mejorar lo que, a ojos de algunos, es inmejorable. 

La Canalla (Orzán, 22)

Esta tienda gourmet se ha afianzado, en parte, gracias a sus roscones de Reyes. El clásico, seña de identidad de la pastelera Adriana Cabot suele agotarse, y los que no se quieran quedar sin él deben saber que el último día para recogerlo es el día 5, pues el 6 la tienda no abre. Parte de su encanto llega de la mano de la decoración, que no deja de ser una parte fundamental (y sabrosa) del roscón de Reyes. Con naranja glaseada y bolitas de chocolate, este dulce sin relleno se está convirtiendo para muchos en una referencia en la ciudad. Este año, por cierto, lo preparan un poco más grande: de los 800 gramos del año pasado pasa a 950 gramos.

La Coruña (San Andrés, 130 y calle Real, 18)

Este es otro de los negocios de la ciudad que acumula filas de gente en su puerta. El motivo es su apuesta por la artesanía, por los ingredientes de calidad y por la tradición. Así, sus roscones no escatiman en fruta escarchada, con presencia de higos, naranja o pera; y no llevan almendra. También los ofrecen por encargo con relleno, ya sea nata, crema o trufa. Durante esta temporada tienen programado hacer hasta 2.000 roscones.

Farinarium 

  • Paseo de los Puentes, 12
  • Orzán, 208
  • San Xoán, 1
  • San Vicente, 12

 Su primera tienda abrió en el 2006 y, desde entonces, son imparables gracias a su «pan honesto». El roscón cada vez tiene más adeptos, y este año no falta a su cita. Ya está disponible en los locales: lleva naranja confitada y almendra y puede estar relleno de nata, crema y chocolate. Insisten en que aunque pueda parecer un detalle sin importancia, el hecho de que la materia prima sea de excelente calidad va a marcar la diferencia, y ellos aseguran que la tienen. Lo hay en dos tamaños, de medio kilo y de un kilo.

Amasarte (Av. de Oza, 110; Finisterre, 183)

EDUARDO PEREZ

Su obrador a la vista del público no deja lugar a dudas de que no tienen absolutamente nada que ocultar. Bastó darse un paseo la mañana del 2 de enero por el local de la Avenida de Oza para comprobar la euforia de causan sus roscones. En menos de diez minutos tres personas preguntaron por la disponibilidad del dulce. Salimos de dudas: ya hay algunos ejemplares a la venta, pero vuelan. A partir del 4 de enero habrá más cantidad, aunque desde la tienda recomiendan encargarlo. También hay dos tamaños y su estrella es sin relleno.

Confitería Asunción (Sagrada Familia, 41)

Los vecinos de la Sagrada Familia saben a dónde acudir para hacerse con su roscón de Reyes: Confitería Asunción. Tienen tres tamaños diferentes, de medio kilo, de un kilo y de kilo y medio, y también ofrecen alternativas con relleno de crema y de nata, aunque aseguran que el que más se vende es el clásico.

O Petit (Plaza de Pontevedra, 6)

Esta pequeña pastelería de la plaza Pontevedra ya está preparada para recibir todo el aluvión de clientes interesados en comprar un roscón artesano, que destaca por sus ingredientes tradicionales, como son la ralladura de naranja, de limón y el anís. Y por llevar mucha almendra laminada como cobertura, pues este obrador también está dejando a un lado la fruta escarchada porque a la gente ya no le gustan. «Solo la ponemos por encargo», dicen desde Petit. Respecto a los rellenos, tienen trufa, crema y nata. Además, recomiendan hacer pedidos, aunque van a tener surtido para la venta libre todos los días. 

Suevia (Av. de Oza, 129)

ANGEL MANSO

La mayoría de fines de semana hay gente haciendo cola en la calle para conseguir unos pasteles o su codiciada larpeira. Además de por el sabor de sus productos, muchos coinciden en que tienen una relación calidad-precio que se encuentra en pocas pastelerías de la ciudad. Sus roscones pueden encargarse todo el año por encargo; el sencillo, con nata, crema o chocolate, y en tienda los tendrán disponibles a partir del 4 de enero.

Pastelería Hércules (calle de la Torre, 58)

Aunque lleva en activo desde el año 1956, el roscón de la pastelería Hércules ha ido ganando enteros con los años, siendo estos últimos los de su mayor éxito. Las colas la mañana del 6 de enero superaban la hora, lo que da cuenta de que el boca a boca hace milagros. Además de este triunfo invernal, han comenzado a cosechar éxitos en primavera y verano con sus helados artesanales.

Panadería Lorbé (Lorbé; rúa Golfiño, 111)

Panadería Lorbé
Panadería Lorbé Verónica Vázquez

Sus empanadas son una delicia, pero quienes han probado los roscones comentan que también están a la altura. Fundada un 7 de enero de 1947, dos días después de que los fundadores contrajesen matrimonio, todo hacía sospechar que este dulce sería uno de sus productos más demandados, tanto que hay gente que se ha hecho hasta 70 kilómetros para conseguir una de estas piezas. 

Santa Cruz 1951

  • Santa Cruz; Viñas de Babilonia, 16
  • Santa Cruz; Emilia Pardo Bazán, 1
  • Dorneda; República Argentina, 114
  • A Coruña; Padre Feijoo, 3

El clásico se elabora con mantequilla, manteca de vaca gallega, anís y larga fermentación, y se encuentra también en su versión con relleno de nata, chocolate y con crema. Tienen tres versiones: una grande que da para entre 6 y 8 raciones,  una pequeña que es perfecta para una familia con dos niños y una extra grande para unas doce personas. En esta tienda los productos de navidad no fallan y se encuentran opciones tan sorprendentes como el turrón de mojito.

Carnoedo

  • A Coruña; Juan Flórez, 62
  • Sada; Carnoedo, 14
  • Sada; Pontedeume, Brañas
  • Fonteculler; Fonteculler, 27

Esta pastelería apuesta por la receta tradicional y la artesanía. Así, su roscón de Reyes tiene fruta escarchada sin complejos. Van a estar abiertos el día 6 de enero y venden tanto por encargo como por reserva. Tienen dos tamaños, de medio y un kilo. También los sirven rellenos, de nata o crema, pero hay que pedirlos con antelación.

Pura Pastelería (San Andrés, 90)

Esta pastelería abrió hace un año por estas mismas fechas. Así, esta es la segunda temporada de roscones que ofrecen a los coruñeses. Su propuesta tiene crema pastelera por encima y sin fruta escarchada. Se puede rellenar por encargo de nata, trufa o crema. Y solo vende un tamaño, el de 700 gramos, pero también porciones individuales.

A Maquía 

  • O Burgo; Mosteiro de Sobrado, 1
  • Perillo; Santa Cristina, 22

«Bollo tierno elaborado artesanalmente bajo la receta tradicional, aromatizado con ralladura de naranja, ralladura de limón y agua de azahar pura de Sevilla», así es el roscón de A Maquía, uno de los favoritos de los vecinos de Oleiros. Se decora con azúcar anisado, cerezas rojas y naranja confitada. Está disponible a partir del 3 de enero y hay un abanico de rellenos a elegir: crema pastelera, mousse de chocolate, crema y nata, nata montada y nata y fresas.

«Bonus track»: el roscón de Pandejuevo se estrena esta semana

Pandejuevo, en San Andrés, 44 se la juega este año con su roscón. Este local lleva menos de un mes abierto, pero cuenta con el beneplácito de parte de los herculinos gracias a sus famosísimas galletas, que han estado presentes en varios pop ups y en los mercadillos que organiza la sede central de Inditex. Diego Trillo, su propietario, ha sido nominado además al premio Pastelero Revelación en la última edición de Madrid Fusión, otro sello de garantía.

Santiago

Pan da Moa

Ingredientes: Azúcar, harina fuerte, sal, fermento natural, anís, huevos, manteca de vaca, ralladuras de naranja y limón y miel.

Precio: 15 euros el de medio kilo y 24 el de uno entero.

La tradición impera en Pan da Moa y de ello se asegura uno de sus maestros, hijo de los propietarios, Guillermo Moscoso. Su familia lleva cinco generaciones cociendo pan y dulces, nada menos, aunque entre aquellos primeros productos no se encontrase el roscón de Reyes. Moscoso no recuerda haberlo visto llegar hasta los años noventa, «pois aquí sempre se fixeron roscas de Pascua». De ellas emana su receta del roscón de Reyes, cuyas principales características son el modo de elaboración trenzado, algo que ralentiza el proceso pero origina un resultado fibroso y con cuerpo, y un proceso de fermentación que no baja de las 24 horas.

El trenzado, la primera de las costumbres de Pan da Moa para hacer sus roscones, proviene de la tradición judía. Se trata de una forma de trabajo curiosa, pero que está totalmente arraigada en la pastelería internacional. No hay más que ver las trenzas que tanto salen durante todo el año de las incontables panaderías de Galicia. Este es un método que garantiza la correcta cocción de todas las partes del roscón de manera equitativa, según Guillermo Moscoso.

Guillermo Moscoso, panadero de Pan da Moa.
Guillermo Moscoso, panadero de Pan da Moa. SANDRA ALONSO

No se despega la receta de Moscoso, eso sí, de la manteca de vaca. «Ao ser graxa pura é quen de agregarlle unha cualidade untuosa á masa, que a deixa moito máis agradable ao gusto», precisa el panadero. No está muy lejos la mantequilla de la manteca, pero esta última está mucho más concentrada al carecer por completo de agua.

A pesar de pivotar sobre las recetas más clásicas, los profesionales de Pan da Moa intentan explorar mejoras en la pauta cada año. Este espíritu modernizador, aun así, se mantiene fiel a los cánones gallegos, rechazando por ejemplo el agua de azahar que incorporan muchos roscones en otras áreas del Estado. Algo que sí hacen, desde no hace mucho, es infundir el limón con la miel para darle un toque diferente, «e cousas coma esas son as que nos fan sentir orgullosos da nosa aposta». Detalles así estarán en el ADN de los mil roscones que pretenden fabricar, y la cifra puede quedarse corta, pues «non é que non vendamos máis, é que non temos tantas mans para facelos».

Pan de Leis

Ingredientes: Harina de gran fuerza, zumo de naranja, manteca de vaca, agua, huevos, azúcar, sal, miel, canela, semilla de anís y ralladura de naranja y de limón.

Precio: 15 euros el pequeño y 25 el grande.

Fernando Leis, con dos de los roscones de Reyes preparados con la nueva receta.
Fernando Leis, con dos de los roscones de Reyes preparados con la nueva receta. Sandra Alonso

La panadería donde la innovación no se detiene, esa es Pan de Leis. Su gerente, Fernando Leis, es el nieto del fundador del negocio, que envejece tan solo mirando al calendario, no en la vida real. La buena salud se le nota en los cerca de 800 roscones que sus tres despachos repartidos entre Santiago Milladoiro esperan vender.

En ningún caso la panadería de Fernando Leis dota de relleno a los roscones. Con él, dice, se pierde la esencia de la masa, trabajada y estudiada por todo su equipo. Ahora bien, asegura cambios para este año, pues van a editar parte de su receta con respecto a la campaña pasada. La nueva dice así, narrada por el propio Fernando Leis: «O primeiro día preparamos a masa nai, con ovo e manteiga de vaca, que neste caso refrescaremos con zume de laranxa. Deixámola en repouso un día, para o seguinte facer a masa final, con fariña de gran forza, auga, azucre, sal, mel, canela, semente de anís e raspadura de laranxa e limón». Completado el proceso y superada la fase de fermentación queda decorar, dar forma y hornear. En total, el proceso alcanza los tres días.

Como ven, no hay rastro de anís o agua de azahar, aunque ahora en Pan de Leis le añadan esa semilla. Además, la otra gran clave está en el sustituir la leche o el agua que remojaba la masa madre con zumo de naranja, «cousa que lle da un marcado acento afroitado ao roscón resultante» en todas las partes de su masa de brioche.

A pesar de las novedades, Fernando Leis tiene claro que no pretenden innovar, sino marcar su propio estilo, igual que hacen con el pan. Quieren imprimir su carácter en todas sus creaciones, algo que conquista a cientos de clientes cada día en toda la comarca, esos que no comen sin su pan. Los cambios emanan de una insatisfacción con el sabor de sus roscones del año pasado. «Decidimos cambiar algunhas cousas ata que atopásemos algo que realmente nos gustase e nos representase». Mañana, día 4, los roscones de Pan de Leis estarán esperando por usted en cualquiera de sus despachos.

Panadería Mollete

Ingredientes: Harina, huevos, manteca, azúcar y anís.

Precio: 13 el de medio, 19 euros el de un kilo.

Belén Abeledo, gerente de la Panadería Mollete, y Fran Garel, pastelero, con dos de sus creaciones de esta campaña.
Belén Abeledo, gerente de la Panadería Mollete, y Fran Garel, pastelero, con dos de sus creaciones de esta campaña. XOAN A. SOLER

La panadería Mollete es una de esas que lleva desde los primeros días que tuvo la puerta abierta vendiendo roscones de Reyes. Eso fue hace ya 35 años, pero no han perdido el cariño por el producto de la primera hornada. Se preparan para la campaña de este 2023 que comienza, sabiendo que tras la cabalgata, el jueves por la tarde, el aluvión de clientes comenzará para poder merendarlo una vez en casa y desayunarlo al día siguiente, como dicta la tradición. No saben todavía si van a subir el precio, aunque Belén Abeledo, la gerente, mantiene que intentará ajustar «lo máximo posible para no tener que elevarlo».

Con esta base, en el apartado de la receta son fieles a la tradición. Harina, huevos, manteca, azúcar y anís bastan para dar lugar a su roscón de Reyes, que puede incluir nata u otro condimento en su interior si se le quiere dar el toque del relleno. Ahora bien, Belén Abeledo no deja lugar a dudas: «El que más reserva la gente, con diferencia, es el básico».

La Bulanxerí

Ingredientes: Harina de fuerza, leche, zumo de naranja, azúcar, levadura, miel, sal, ralladura de naranja, huevo y mantequilla

Precio: 18,20 euros el roscón pequeño (550 gramos) y 25 el grande (750 gramos).

Bolas de roscón, producto de La Bulanxerí.
Bolas de roscón, producto de La Bulanxerí.

En La Bulanxerí hacen las cosas un poquito diferentes. Quien los conozca sabe que se inspiran en la tradición francesa, una de las más exitosas a nivel panadero y pastelero en todo el mundo. Justo por eso, ellos cambian la manteca tradicional de Galicia por mantequilla, apuestan por la naranja tanto en zumo como rallada en detrimento del limón y desplazan el anís solamente a la cubierta del roscón. No solo eso, también innovan despojando al dulce de su forma tradicional, la rosca, comercializándolo también en forma de bola.

La masa la hacen el día anterior, de manera que quede fermentando con la levadura, «porque así se vuelve más sabrosa, que es justo lo que buscamos también minimizando el anís a la capa exterior y fusionándolo con el azúcar: conseguir que predomine más el gusto de la mantequilla». Lo explica al dedillo y con pasión Jacques Isaac, socio fundador del establecimiento, que además nació en París. En su panadería apuesta, junto a sus compañeros, por los roscones sin relleno, «que al final acaba por difuminar su sabor, todo lo contrario a lo que buscamos».

La Bulanxerí también dispone de roscón con la forma clásica.
La Bulanxerí también dispone de roscón con la forma clásica.

Hasta el momento todo va bien, familiarizarse con estos ingredientes es más que agradable. Las curvas comienzan con el modo de preparación. Es el turno de Isaac, todo un maestro que se considera todavía artesano: «El día anterior se hace el prefermento, para luego a la hora del amasado mezclar todo menos la biga [el fermento] y la mantequilla. Poco a poco vamos incorporando esta última, de manera que la grasa no deshaga la masa, y al final va la biga. El producto resultante, bien amasado, lo dejamos fermentar unas tres horas más y, a la mitad de este tiempo, le damos un pliegue, le damos tensión. En ese momento la dividimos para hacer los roscones que deseemos».

Constituida la materia prima, «al día siguiente es cuando horneamos, no sin antes darle la forma que deseemos, decorarlo y bañarlo con la mezcla de anís y azúcar». De este modo, asegura Jacques Isaac, se pone fin a golpe de horno al proceso de fermentación que ellos ejecutan, «que no es ni mejor ni peor que los demás, simplemente es el nuestro, y no hay ningún problema en amasar y hornear el mismo día». 

El equipo de la Bulanxerí, con Jacques Isaac en primer plano.
El equipo de la Bulanxerí, con Jacques Isaac en primer plano. Sandra Alonso

Las formas que salen para ser vendidas también son una innovación en La Bulanxerí, pues ellos hacen bolas con la masa, además de la rosca tradicional. Cuenta Jacques Isaac que ocho de ellas equivalen a una pieza de las típicas. Es una solución interesante para comprar lo justo, para que no sobre ni un pedazo.

Una alternativa: la galette des rois

«Nosotros tenemos otro producto, francés de pura cepa, que es la galette des rois, y que gusta mucho entre los gallegos por ser diferente». O no tanto, porque en Galicia abunda la masa hojaldrada, base sobre la que pivota este producto galo que importa desde su país Isaac. Relata que en su panadería se suelen llevar ambas cosas, el roscón y la galette des rois.

«Masa de hojaldre con crema de almendra, esa es la clave de su sabor». Y también es la de su éxito, ya que a Isaac no le ha hecho falta mucho tiempo para ver que en Galicia «hay una gran demanda de almendra, como la que se usa para la tarta de Santiago». A tanto llega el fenómeno que, a día de hoy, asegura que cuenta vender la misma cantidad de roscones de Reyes que de galettes des rois.

Panadería San José

Ingredientes: Huevo, harina, levadura, ralladura de naranja y de limón, anís, azúcar y manteca de vaca.

Precio: A partir de 12 euros.

Roscones de Reyes apilados en el obrador de la panadería San José.
Roscones de Reyes apilados en el obrador de la panadería San José.

Presente en Rois, Padrón, Milladoiro y Cacheiras, la panadería San José es una de las que no fallan a la cita del roscón. Es tanta su historia que acumulan más años sin producirlo porque todavía no estaba instaurado en la comarca que haciéndolo, pues nacieron en 1930 y no hornearon su roscón de Reyes hasta los noventa.

La espera ha servido la pena para sus clientes, que a día de hoy colapsan la entrada de sus despachos desde la tarde del día 5 de enero en vistas a hacerse con uno de los mil roscones que planean hornear. No difiere mucho el suyo de las roscas de Pascua, las cuales son su base de inspiración, «pois estivieron presentes na tradición galega dende sempre», como da buena fe Paloma Bustelo Vidal, gerente de la panadería junto a su hermana Eva Bustelo Vidal y que representan la cuarta generación de esta sociedad cooperativa de 27 integrantes que es la panadería San José. 

Hoy esa costumbre pascual está viendo ganar terreno a las monas o a los huevos de chocolate, que también regalan los padrinos. Ahora bien, el dulce gallego vive en los dulces y trenzas que hay cada día en las panaderías o en la propia adaptación que estas hacen del roscón de Reyes. «Actualmente é parte da nosa forma de vivir o Nadal, pois penso que moitas familias pasan antes sen marisco ou turrón en Noiteboa que sen poder poñerlle a coroa da rosca ao neno ou nena da casa logo de que atope a figura», asegura con firmeza Paloma Bustelo.

El trabajo en los hornos es frenético estos días, no hay más que ver el obrador de la panadería San José.
El trabajo en los hornos es frenético estos días, no hay más que ver el obrador de la panadería San José.

El roscón de Reyes de la panadería San José bebe directamente de la fórmula que los abuelos de las gerentes empleaban para el pan dulce«que se foi vendo modificada a través das peticións dos clientes ao longo de todos estes anos». Eso les ha llevado a día de hoy a poseer una masa tipo brioche, más jugosa, pero no trenzada, al resultar mucho más trabajoso hacerla y no contar con el tiempo suficiente para ello. Ahora bien, lo que no cambian son los ingredientes: huevo, harina, levadura, ralladura de naranja y de limón, anís, azúcar y, por supuesto, manteca de vaca.

Cuentan, eso sí, con versiones rellenas de nata, crema y trufa, además de la novedad para este 2023 de incluir una nueva variedad de nata con fruta. Aun así, no hay dudas al parecer de Paloma Bustelo Vidal: «Os que máis se venden, e polo tanto os que máis gustan, son os básicos, pois son os que realmente conservan o sabor dunha boa masa».

Ourense

Confitería Milhojas (Calle Progreso, 36)

Uno de los negocios que lleva más tiempo preparando este dulce es la confitería Milhojas. Son Cristina y Martín los encargados de continuar una receta que ideó su abuelo hace 70 años. Esta tercera generación se encarga de repartir miles de roscones los días 5 y 6 de enero, y si pudiesen harían aún más. Son 100% artesanos, pues pasan una noche entera más una mañana preparándolos sin descanso. Su especialidad es el tradicional, por eso, es el que más venden, pero también los hacen por encargo rellenos de nata, crema o trufa. Con respecto a los tamaños los ofertan desde medio kilo a un kilo y medio. 

Roscón de Reyes de la confitería Milhojas.
Roscón de Reyes de la confitería Milhojas. Agostiño Iglesias

Confitería Couto (Avenida de Portugal, 1)

La confitería Couto también lleva toda la vida haciendo roscones totalmente artesanos. Ahora, cincuenta años después, son los nietos los que continúan preparándolos para mantener la tradición familiar. Ofrecen cinco tamaños diferentes tanto del tradicional como de los rellenos y aceptan encargos para evitar que la gente se quede sin un postre que no puede faltar en la mesa. 

Confitería Miguel (Calle Bedoya, 1)

Ver el escaparate de la confitería Miguel invita a entrar y comprar un roscón. Pues desde el día 3 de enero se llena de este dulce tan apetecible. Los días con más venta son el cinco y seis. La gente hace cola para comprarlos porque mantienen la misma fórmula desde hace cincuenta años. El más solicitado es el tradicional, pero cada vez son más las personas que deciden llevarlos rellenos de trufa, crema o nata. En cuanto a los tamaños tiene una gran variedad, desde el enano al gigante, pasando por el pequeño, el mediano o el grande.

Roscón de Reyes de la panadería Anduriña.
Roscón de Reyes de la panadería Anduriña. Santi M. Amil

Panadería Anduriña (Carretera de Rairo, 7)

Otra de las opciones para comprar el roscón tradicional o relleno es la panadería Anduriña. En el obrador continúan con una receta que se empezó a hacer en el año 1976, pues los antiguos dueños se la facilitaron a Arturo, el encargado del negocio desde el año 2000. Ofrecen dos tamaños diferentes de 450 o de 650 gramos. Un dato importante a tener en cuenta es que solo aceptan encargos hasta el día 5 de enero, el propio día de Reyes no contestarán al teléfono, simplemente atenderán en la tienda. Cada año despachan unos mil roscones, pero este año cuentan con vender más porque compraron una máquina más de fermentación. 

Osi Gourmet (calle Ramón Cabanillas, 1)

En Osi Gourmet quisieron romper con la tradición y apostaron por cambiar la forma de este postre. En vez de prepararlos redondos los hacen alargados y trenzados, pero manteniendo la receta artesanal de toda la vida, pues en este negocio también hay relevo generacional. Lo abrió un matrimonio de Allariz en el año 1991 y ahora continúa en el obrador el hijo y su mujer, aunque la madre no puede evitar echar una mano. Los que más despachan son los roscones normales, pero también los rellenan en el momento de crema, trufa o nata. Cuentan con dos tamaños diferentes, medianos y grandes. Tienen tanto éxito que también los despachan para otra tienda y los envían a Madrid. 

Roscón de Reyes tradicional de la pastelería Meraki
Roscón de Reyes tradicional de la pastelería Meraki Agostiño Iglesias

Pastelería Meraki (Calle Ervedelo, 2 y Celso Emilio Ferreiro, 31)

Los más golosos podrán acercarse a la pastelería Meraki, pues además de hacer el roscón tradicional y relleno, tienen, desde hace tres años, dos especialidades en las que el chocolate es el gran protagonista. En una el roscón se baña en gianduja y le añaden por encima praliné. Mientras que en la otra, se rellena de trufa, nata o crema y además, se recubre con chocolate y fruta fresca de temporada. Todos los elaboran en un único tamaño de medio kilo, son totalmente artesanos y se pueden encargar los días previos. 

Pastelería Celidulce (Calle Doctor Fléming, 35)

Y para aquellos que no pueden comer gluten, tenemos buenas noticias, pues también podrán disfrutar de este manjar. La pastelería Celidulce ofrece este roscón para celíacos con la opción de rellenarlo de nata o trufa sin lactosa y crema con lactosa. Pero todavía van un paso más allá, pues hacen una variedad muy golosa rellena de crema de avellana y recubierta de chocolate y trozos de Kinder Bueno. Llevan ya desde el 24 de diciembre despachándolos y cada vez tienen más encargas. Incluso harán cuarenta envíos nacionales. 

Roscón tradicional sin gluten en Celidulce.
Roscón tradicional sin gluten en Celidulce. Alex Carausan

Con estas siete opciones los ourensanos podrán elegir desde el roscón más antiguo y tradicional al más innovador y goloso. Aunque cada negocio ha ido adaptando y perfeccionando su receta, hay algo que nunca falta en el interior de todos ellos: una figura que coronará rey a quien la encuentre y un haba que, desafortunadamente, le obligará a pagar el postre. Ahora solo queda llamar o pasarse en persona para encargarlo.

 Lugo

Madarro

Los roscones de la confitería Madarro
Los roscones de la confitería Madarro ALBERTO LÓPEZ

Cuenta Montse González, de Madarro, que en el establecimiento de su familia se mantienen fieles a la receta tradicional. «La materia prima tiene que ser buena y lo que intentamos es apostar por la receta de toda la vida. Luego, nuestro equipo humano sabe trabajar bien la masa, y eso es clave, porque si no tienes ese conocimiento, no consigues el punto del roscón», explica la confitera. 

El obrador de la dulcería de la Rúa da Raíña es un no parar de pedidos. «Hacemos los roscones en el día, pero llega un punto en el que no tienes capacidad para hacer más, por mucho que quieras». Fieles a su gusto por la tradición, ellos hacen el fermento que dará cuerpo al roscón, lo amasan con mimo y lo hornean con el máximo cuidado. «Nosotros a la hora de decorar lo hacemos como originalmente Alejo Madarro, con un poco de fruta confitada, nada más, ni azúcar. Para nosotros, lo importante es el sabor del roscón», abunda Montse. 

En su caso, ofrecen cinco tamaños diferentes: el individual, tres medianos cuyos precios son de 14,50, 21,50 y 31,50, y uno que se despacha en una bandeja rectangular y que cuesta 40 euros. Aunque la mayoría de los clientes prefieren llevarlo sin rellenar, tienen la opción de completarlo con nata, trufa o crema

Yomar

Los roscones de la confitería Yomar
Los roscones de la confitería Yomar ALBERTO LÓPEZ

La masa madre con la que aportan la textura y la elasticidad al roscón, así como el infusionado de la ralladura de la fruta en leche son dos de los pequeños secretos que tiene el roscón de la confitería Yomar. De su obrador saldrán estos días unas 700 u 800 piezas que harán las delicias de quienes las degusten.

Explica Honorio Gómez que sus roscones son «sobre todo, naturales, están hechos con materias primas de calidad» y con mucho mimo tanto en el amasado como en el horneado. Sus piezas están decoradas con fruta confitada y con azúcar bolado, que permite el horneado sin tostarse. «La mayoría de los clientes prefieren el roscón sin rellenar, pero tenemos varias opciones de relleno. Hay nata, trufa, crema, crema de chocolate y este año hemos incorporado la crema de pistacho. Es la novedad y vamos a ver cómo funciona. El pistacho es un ingrediente que utilizamos en varias elaboraciones con muy buen resultado», desgrana Gómez.

En Yomar se pueden encontrar tres tamaños de roscón. El de medio kilo, el de 750 gramos y el de kilo. El primero vale 18 euros, el segundo cuesta 24 y el más grande, 32. En todos meten la tradicional haba y alguna que otra sorpresa. 

Martín

Los roscones de la pastelería Martín
Los roscones de la pastelería Martín ALBERTO LÓPEZ

Explica Miguel Ángel Martín, copropietario de la confitería Martín, que cada año despachan todos los roscones que hacen. «Aproximadamente, unos mil». Y más que venderían, pero ellos se mantienen fieles al calendario y no es hasta después de fin de año cuando empiezan a elaborar el postre típico del 6 de enero. «En Navidad hay de sobra otros postres sin tener que recurrir al roscón», argumenta. 

En su confitería apuestan por la materia prima de calidad y por una elaboración con todo el mimo y casi científica. La fermentación puede llevar alrededor de dos horas y media a una temperatura de entre 36 y 38 grados y con una humedad del 45 % para asegurarse de que la masa no se reseque. 

Los roscones de Martín llevan fruta como naranja o melón para decorar y azúcar soplado, y en su caso no llevan haba, pero sí una sorpresa. Los elaboran en tres tamaños diferentes, el pequeño pesa 400 gramos, el mediano unos 750 y el grande es de un kilo. El más pequeño vale 15 euros y el más grande, si se le pone relleno, son 35. Aunque la mayoría prefieren el roscón sin relleno, los más golosos pueden recurrir a la nata, la crema y la trufa.

Vigo

El Molino

  • Urzáiz,102
  • Policarpo Sanz, 42
  • Avenida das Camelias, 132
  • Centro comercial A Laxe

 Es una de las pastelerías con más tradición de la ciudad. Con más de 70 años de historia, El Molino es todo todo un referente entre los golosos más selectos de Vigo. Incluído el ritual que en vísperas de la llegada de Melchor, Gaspar y Baltasar se repite en todas las panaderías del país: comprar el roscón de Reyes. Dispone de dos versiones: la tradicional, adornada con fruta escarchada y azúcar, que puede ir relleno de nata, crema o trufa; y el roscón Niza.

 
 
 
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Sémola

  • Marqués de Valladares, 14
  • Avenida das Camelias, 62
  • Porta do Sol, 10

En Sémola también ofrecen las dos versiones del dulce más asentadas en Vigo: la tradicional, que puede ir relleno de nata, y el Niza, un roscón hojaldrado de mantequilla. Su punto fuerte es la elaboración artesanal y la calidad de sus ingredientes. Por ejemplo, para el roscón tracional, utilizan manteca de vaca gallega, para los rellenos de nata optan por nata fresca con 38% de materia grasa y para el Niza hacen un relleno a base de yema y almendra Marcona.

 
 
 
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El precio varía en función del tamaño y la variedad seleccionada. El roscón tradicional cuesta 18,90 euros si es pequeño (500 gramos) y 26,90 si es grande (750 gramos) o relleno de nata (un kilo). El Niza (800 gramos), por su parte, sale por 34,90 euros.

Pandemonium

Se definen como «El templo del buen pan», pero bien podría llamarse la catedral de la pastelería. En Pademonium (Serafín Avendaño, 6) no se han conformado con ser una panadería más y han optado por lanzar un roscón premium de edición limitada.

 
 
 
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Porto

Más tradicionales son en Porto Panaderos, donde llevan desde hace más de tres décadas apostando por la elaboración artesanal. Cuentan con dos variedades de roscón de Reyes: el normal, sin relleno y adornado con fruta escarchada y azúcar, y el de yema de huevo.

Bekari

En Bekari (Marqués de Valladares, , donde cuentan con más de sesenta años de tradición, optan por una versión del roscón de Reyes algo más minimalista en lo que a decorado se refiere. Elaboran el dulce en horno de leña y tan solo le añaden almendra y azúzar perlado. Cuentan con varios tamaños. La versión tradicional puede ser de 500 o 750 gramos, mientras que la rellena de crema pastelera se vende en formato de 250 y 500 gramos.

 
 
 
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Otras de las pastelerías que son un clásico en Vigo a la hora de hacerse con el roscón de Reyes son la Panadería de Antonio O Forneiro (Venezuela, 72), Diz (García Barbón, 135), Loan (Rosalía de Castro, 60) y Santa Rita (plaza de Santa Rita, 3).

 Elaborado con información de Laura G. del Valle (A Coruña), Yago Gantes (A Coruña), Andrés Vázquez (Santiago), Aixa R. Carballo (Ourense), Lorena García Calvo (Lugo) y Rebeca Cordobés.