El calentamiento del Pacífico ecuatorial influye en la meteorología de todo el mundo
02 ene 2023 . Actualizado a las 13:03 h.El 2022 ya es historia. Y en lo referente al clima ocupará un capítulo importante por todo lo que ocurrió. Especialmente llamativas fueron las anomalías cálidas. El Reino Unido anunció hace unos días que fue el año más cálido desde 1884, cuando la Met Office comenzó con los registros. Por primera, se alcanzaron los 40 grados, algo que no se esperaba hasta mediados de siglo.
El hecho de que el 2022 haya sido muy cálido y que se encuentre entre los más calurosos no sorprende. La tendencia ascendente de la temperatura media global es una prueba inequívoca del cambio climático. Lo realmente increíble es que haya sido tan cálido con La Niña activa. Este fenómeno que se produce en el Pacífico ecuatorial no solo enfría las aguas del océano más grande del mundo, sino que también tiende a suavizar el termómetro global.
Además, La Niña actual no está siendo precisamente un evento discreto, sino justo lo contrario. Lleva en desarrollo tres años, algo que ha ocurrido contado con los dedos de una mano desde 1950. Lo normal es que dure unos meses.
La Niña es una de las fases de la Oscilación del Sur. La otra es El Niño que se declara cuando las aguas se calientan más de lo normal. Este mecanismo funciona a veces como un péndulo que pasa de un extremo a otro. Por ello, a menudo justo después de La Niña llega El Niño. Y es justo lo que parece que podría ocurrir en el 2023.
La Agencia de la Atmósfera y el Océano de Estados Unidos (NOAA) ha publicado un informe en el que anuncia que La Niña está empezando a dar señales de debilitamiento. Está previsto que a finales de febrero se pueda dar por terminada definitivamente la fase fría.
La previsión señala que el calentamiento del Pacífico ecuatorial comenzaría a partir del próximo verano y que podría prolongarse durante los primeros meses del 2024. Un dato fundamental que falta por conocer es la intensidad que pueda llegar a desarrollar El Niño. De esto depende su influencia en el clima mundial. Uno de los temores de la comunidad científica para el futuro es que coincidan eventos de El Niño fuertes mientras la Tierra sigue calentándose. Esto podría provocar que la temperatura media aumentase mucho.
