Si la Tierra se está calentando, ¿a qué viene este frío extremo?

SOCIEDAD

LINDSAY DEDARIO | REUTERS

El retroceso del hielo en el polo norte favorece que aire gélido procedente del Ártico pueda llegar hasta las latitudes medias

19 ene 2023 . Actualizado a las 09:25 h.

En Estados Unidos los temporales de nieve y frío son tan habituales en invierno como la lluvia en Galicia. Sin embargo, el episodio de bajas temperaturas de los últimos días no tiene precedentes en cuatro décadas. Las mínimas descendieron hasta los cuarenta grados bajo cero. El valor de la sensación térmica era incluso más bajo de lo que marcaban los termómetros debido a los fuertes vientos.

La extensión de nieve en todo el país también batió récords esta Navidad. Este episodio extremo ha provocado el caos, causando víctimas mortales y dejando a miles de personas sin electricidad. Las imágenes de edificios congelados parecen sacadas de la película El Día Mañana que relata cómo el mundo moderno se ve afectado por una glaciación repentina.

En Estados Unidos, donde el movimiento negacionista del cambio climático campa a sus anchas más que en ningún otro lugar del planeta, este tipo de episodios alimentan su discurso. Aprovechan cada ola de frío para preguntar ¿si la Tierra se está calentado, a qué vienen estas temperaturas extremadamente bajas?. Una idea sencilla que cala muy bien entre los millones de personas que rechazan la ciencia que demuestra que la actividad humana libera millones de toneladas de gases de efecto invernadero cada año que aumentan la temperatura media.

Lo cierto es que esta cuestión podría plantearla de manera natural cualquier ciudadano, también quienes confían en la investigación científica. Y es que el cambio climático, como apuntan desde la psicología medioambiental, no es precisamente un asunto fácil de asimilar para el Homo sapiens. Se trata de un problema global que contrasta con la mentalidad local de los humanos. Solemos preocuparnos más por los temas de nuestro vecino que de lo que ocurre en un país lejano. Sin embargo, la atmósfera no tiene fronteras. Envuelve todo el mundo y conecta continentes que están separados por miles de kilómetros. Lo que pasa en el Pacífico puede influir en Galicia. El caso de El Niño/ La Niña lo demuestra.

Luego está la cuestión del tiempo. La naturaleza nos ha diseñado para actuar en el corto plazo. Sin embargo, en lo referente al sistema climático las escalas temporales se nos escapan. De hecho, con frecuencia se confunde tiempo y clima. El primero hace referencia al estado de la atmósfera en un momento y lugar concreto, mientras que el segundo resume las condiciones meteorológicas durante un período de treinta años. Si se entiende esto se puede comprender porque es perfectamente compatible varios episodios de frío extremo en un contexto de calentamiento.

La clave está en el Ártico

Estos días los climatólogos estadounidenses se esfuerzan por explicar en las televisiones el origen de las bajas temperaturas. Uno de los científicos más solicitados se llama Judah Cohen y es investigador en el prestigioso Instituto de Tecnología de Massachusetts.

Cohen tiene decenas de publicaciones en las mejores revistas que explican por qué suceden este tipo de episodios y también por qué aumentarán en el futuro. La clave está en el Ártico, de donde vino, por cierto, el aire que congeló el país. De hecho, la irrupción polar llegó hasta el golfo de México, algo muy poco habitual.

El polo norte se está calentando hasta cuatro veces más rápido que el resto de la Tierra. Este intenso calentamiento local afecta a la atmósfera polar. Por ejemplo, el océano que queda al descubierto por la pérdida de hielo se convierte en una fuente de humedad para las regiones cercanas y más gélidas del hemisferio boreal, como Siberia. Cuando la nieve ocupa mucho espacio se refuerza el llamado anticiclón siberiano. Esta alta presión provoca intercambios de aire desde la troposfera a la estratosfera, que aumenta su temperatura de manera brusca.

El fenómeno conocido como Calentamiento Súbito de la Estratosfera puede debilitar o incluso romper el vórtice polar, el cinturón de vientos que confina el aire ártico. Si esto sucede, se desparrama hacia latitudes medias a través de la corriente en chorro que circula con grandes meandros. Uno enorme descendió estos días desde el Ártico hasta el sur de Estados Unidos. Los meandros también pueden moverse de sur a norte y canalizar aire tropical hacia regiones templadas. Esto ocurrió en verano en Europa, el más cálido desde que existen registros. El frío polar y calor africano son las dos caras del mismo problema.