La resaca de la suerte en A Coruña y A Fonsagrada

SOCIEDAD

Manuela Vázquez Sánchez y su marido Lino fueron agraciados con el Gordo de la Navidad
Manuela Vázquez Sánchez y su marido Lino fueron agraciados con el Gordo de la Navidad E. S.

El negocio de Cambre que vendió 300 décimos amaneció este viernes cerrado a cal y canto. En la localidad lucense ya se cobraron los primeros décimos premiados, pero los vecinos siguieron con su rutina como un día más: «Fun coma sempre á explotación e cun pouco de resaca»

23 dic 2022 . Actualizado a las 16:36 h.

El Gaucho Díaz I, la parrillada de O Temple, en Cambre, que vendió 300 décimos del número 05490, es decir, del gordo de la lotería de Navidad, amaneció este viernes cerrado a cal y canto. Sin embargo, como todos los días, la actividad continuaba con normalidad por la mañana en el resto de locales y negocios que se alinean a lo largo de la N-VI, en la calle Curros Enríquez. Y entre los que seguían con su rutina habitual también estaban algunos de los premiados con los 400.000 euros al décimo del número mágico.

Es el caso de Manuela Vázquez Sánchez y su marido Lino, que a las 10.00 horas ya se estaban tomando el desayuno en la cafetería y cervecería El 17, justo al lado de El Gaucho Díaz I. «Moi ben non pasei a noite, a verdade. Onte non me doía nada e era das poucas que saltaban coma unha cabra. Pero hoxe dóenme as pernas e a cabeza. E menos mal que non bebín nada de champán...», confesaba esta ama de casa mientras revolvía su café para templarlo. Lino, que lleva jubilado desde hace tres años, decía que compraron muy pocos décimos y que él se enteró de que era uno de los premiados viendo el sorteo en casa. Enseguida llamó a su hijo, que a las nueve de la mañana de este viernes todavía no había llegado a casa de celebrar el premio. «Só un décimo, pero chéganos ben», decía al lado de su mujer. «Xa é bastante», insistía. Lo cierto es que Lino estaba tranquilo pero alegre, con la pensión que cobra del Estado como jubilado tras una vida como albañil. «Xa sudei moito na vida, agora toca un pouco de tranquilidade». Y así, como si no hubiera pasado nada, los dos se marcharon a sus quehaceres: «Teño que ir ver os canciños que teño e atender ás miñas cousas».

No obstante, la alegría fue un tanto agridulce. Dulce porque fueron muchos los vecinos y clientes de El Gaucho Díaz I que se llevaron uno o más de los 300 décimos del 05490 que se vendieron en esta parrillada. Y agria por la decepción y el arrepentimiento de aquellos que, por trabajar o vivir tan cerca, no se decidieron por ese número. «Yo tengo un amigo que está semana fue a comer allí y les quedaba el último décimo. No sabía si cogerlo o no. Y al final no lo compró. Y ahora está tirándose de los pelos», confesó un trabajador de la zona. «Lo que pudo haber sido», añadía incluyéndose en la lista de los que no compraron el décimo.

También una camarera de un local próximo relataba que trabaja a dos minutos de la parrillada y vive justo encima, en el mismo edificio. «Yo compré el de mi trabajo, pero no puedes estar comprando el de todos los locales o negocios que están por aquí. La verdad es que al principio me sentí desilusionada, pero cuando ves a tanta gente afortunada te unes a la celebración. El jueves me quedé hasta tarde, y así estoy hoy [por este viernes] de cansada... y sin décimo ganador», decía ya resignada. De hecho, según comentaba, mucha gente la felicitaba porque su jefe sí tiene un décimo. «Pero ya me encargaba de aclarar que a mi no me había tocado nada». Y Carla, a las 7.00 horas de la mañana de este viernes de resaca de millones, ya estaba detrás de la barra.

 Los afortunados de A Fonsagrada: «É o día máis feliz que recordo»

Matrimonio jubilado de retornados que ya cobró su décimo premiado con el gordo de la lotería en A Fonsagrada
Matrimonio jubilado de retornados que ya cobró su décimo premiado con el gordo de la lotería en A Fonsagrada A. SISO

No hay un vecino de A Fonsagrada que no conozca a alguien agraciado con el gordo de la lotería de Navidad. La pequeña localidad de la montaña se llevó este jueves 180 millones de euros que, por el momento, no han supuesto ningún cambio entre los lucenses. Este viernes se levantaron y fueron a trabajar como cualquier otro día para continuar con su rutina, aunque con una inmensa alegría por dentro. Solo algunos acarrearon algún achaque: «Hoxe fun como sempre a explotación cun pouco de resaca pero feliz»

Los cientos de millones se vendieron íntegramente en la única administración de la localidad. Aunque este jueves hubo menos gente de la esperada para la celebración, este viernes ya se pasó más gente por el local: «Está vindo moita xente de fora, de Asturias e tamén chaman todo o tempo dende moitos lugares máis alá da Fonsagrada», asegura la lotera, Otilia Díaz.«Moita xente a que lle tocou non quería dicilo». La suerte del negocio fonsagradino, además, está animando a muchos vecinos a hacerse con un décimo para la lotería del Niño. «Isto viunos xenial, estamos moi contentos», asegura Díaz.

El rostro de la alegría fue, por ejemplo, el de un matrimonio de retornados que esta misma mañana ya acudió a la administración y al banco para cobrar su boleto premiado. Ella es de A Fonsagrada y él de fuera, pero vivieron siempre en Suiza. Ahora que están jubilados, regresan a su tierra con un aguinaldo que no esperaban: «Regaláranos o décimo o noso fillo».

Beneficios para el comercio local

Más allá de los que se volvieron a pasar por la administración de lotería, los trabajadores y jubilados que tienen un décimo premiado continuaron con su vida normal. Es, por ejemplo, el caso de Felisa Fernández, dueña del bar Figueiro: «Non penso pechar o bar, a vida sigue». Mismo su hijo, Borja Campos, ganadero, volvió un día más a su granja a 20 kilómetros del núcleo de A Fonsagrada: «É o día máis feliz que recordo. Fun un pouco de resaca pero contento, non penso retirarme». Los mismo hizo la empleada de la sucursal bancaria, Inés García, que se presentó a la oficina como si fuera un día más. «Pienso seguir trabajando, además ahora hay mucho trabajo con tanto cobro», bromea. 

El premio no fue solo para los que habían comprado el número 05490, sino que la alegría también la viven los que no tuvieron suerte. Una de ellas es Isabel, de la tienda de alimentación Freije. La comerciante espera ahora que el dinero vuelva al pueblo y que los afortunados inviertan en los negocios locales. También es el caso de Inocente, de la charcutería Buena Vista: «A min non me tocou pero si a amigos, familiares... no comercio non haberá ningún cambio». El fonsagradino asegura que le tocó a gente «a que lle vén ben» y espera que la fortuna entre los vecinos se empiece a notar después de las fiestas navideñas.