Científicos gallegos firman un manifiesto contra un artículo del Colegio Oficial de Geólogos que niega el cambio climático

La Voz

SOCIEDAD

ALBERTO LÓPEZ

El texto cuestiona la ciencia del clima y la responsabilidad humana del calentamiento actual del planeta

13 dic 2022 . Actualizado a las 14:35 h.

Cuesta creer que en el año 2022 todavía se cuestione que el cambio climático se debe a la actividad humana. El consenso científico en torno al origen antropogénico asciende al 99 %, el mismo que sostiene la Gravitación Universal formulada por el físico inglés Isaac Newton. Rechazar que la temperatura global sube por el aumento de los gases de efecto invernadero sería lo mismo que negar que los objetos caen hacia el suelo debido a una fuerza invisible que se llama Gravedad. 

Pero más grave es que la duda se siembre desde un colegio oficial de científicos. Recientemente el Colegio Oficial de Geólogos publicó un artículo en su revista Tierra y Tecnología firmado por Enrique Ortega Gironés en el que sin fundamentos científicos se usa la Geología como herramienta para alimentar un decadente negacionismo sobre la responsabilidad humana del actual cambio climático.

En algunas partes del texto se compara la ciencia climática con un dogma o con batallas del pasado como la cuestión de la edad de la Tierra que enfrentó en su día a los geólogos con la Biblia. «En efecto, la interpretación sobre el origen antropogénico del calentamiento global parece ser considerado por algunos estamentos políticos, sociales y científicos como un dogma inamovible que no se puede rebatir, y al que se quiere proteger a toda costa ante la opinión pública bajo el manto de una supuesta unanimidad científica que está muy lejos de ser cierta», asegura. 

También critica a meteorólogos, climatólogos y físicos de la atmósfera que estudian el cambio climático porque según la opinión de este geólogo no disponen de datos suficientes para asegurar que el cambio se debe al ser humano. «Una gran mayoría de esas investigaciones y las interpretaciones que de ella se derivan tienen un fallo sistemático en su enfoque, ya que están centradas en un período reciente de la historia de la Tierra, insuficiente para que pueda ser considerado representativo, ya que ignoran lo ocurrido en el pasado geológico anterior a los últimos milenios».

La comunidad científica acaba de responder de manera contundente. Un total de 123  investigadores han emitido un manifiesto en el que condenan la difusión de este tipo de contenidos falsos. Entre los firmantes hay varios científicos de la Universidade da Coruña.

Los autores responden a los diferentes argumentos que menciona el artículo negacionista aportando la visión de la ciencia del clima.

1. Los cambios climáticos ocurridos a escala de millones de años tienen su principal origen en procesos geológicos y están muy lejos de estar modulados por la radiación cósmica.

2. El estudio detallado de los cambios climáticos del pasado (de millones a milenios de años) demuestra que los cambios naturales en la concentración atmosférica de gases de efecto invernadero fueron decisivos al controlar la intensidad de calentamiento o enfriamiento planetario.

3. Los ciclos glaciares-interglaciares del período Cuaternario (los últimos 2,5 millones de años) fueron inducidos por cambios en la insolación recibida por el planeta a causa de movimientos orbitales. Pero estos cambios de insolación no pueden explicar por sí solos la magnitud estos ciclos glaciares-Interglaciares. Estos fueron modelados por procesos de retroalimentación internos del sistema climático, en los que intervinieron, de forma destacada, los gases de efecto invernadero.

4. El registro paleoclimático del Cuaternario nos demuestra que la subida atmosférica de gases de efecto invernadero del último siglo no puede atribuirse a causas naturales, que su magnitud es más que suficiente para desestabilizar el clima del planeta y, lo más preocupante, su velocidad no tiene análogo en el registro geológico.

5. Los cambios naturales (actividad solar, vulcanismo…) ocurridos en las últimas dos décadas no son suficientes para explicar ni siquiera el 2% del calentamiento global ya observado y medido.