Las temperaturas se desploman: ¿por qué las noches son más frías sin nubes?

SOCIEDAD

Ana Garcia

La configuración actual favorece que las mínimas caigan en picado en toda la comunidad

03 dic 2022 . Actualizado a las 09:53 h.

Los gallegos han tenido que esperar hasta el último mes del año para experimentar una sensación intensa de frío. El otoño está siendo lluvioso durante la segunda mitad de la estación. MeteoGalicia reconoció hace unos días que el pasado mes de noviembre «foi chuvioso con valores mensuais arredor de 150 litros por metro cuadrado en Lugo, Coruña e Ourense e de máis de 300 en Rías Baixas».

Sin embargo, no han sido unos meses gélidos. Hasta ahora. Se están registrando valores negativos y se forman heladas en muchas zonas del interior. Las temperaturas mínimas son bastante bajas. En Lugo, por ejemplo, no pasan de 1 grado y en Santiago de 2. Y es que con la configuración actual, el termómetro se desploma en cuanto el sol desaparece. De hecho, la meteorología de estos días permite entender y experimentar en primera persona el mecanismo físico que está provocando el cambio climático actual: el efecto invernadero.

La historia de la Tierra está poblada de alteraciones climáticas, algunas más profundas que otras. Antes de que llegarán los seres humanos se alternaban los períodos de enfriamiento y calentamiento (glaciaciones e interglaciares). La inmensa mayoría de los cambios climáticos del pasado tienen que ver con las variaciones en la concentración de los gases de efecto invernadero. Uno de los mecanismos naturales que provocan que aumenten o disminuyan son las erupciones volcánicas.

Existen varios gases que influyen en cómo la Tierra gestiona su temperatura. Están, por ejemplo, el metano y el dióxido de carbono. Este último es el principal responsable de que la temperatura media global haya ascendido 1,2 grados en los últimos 140 años. El consumo de los combustibles fósiles ha liberado una cantidad enorme de CO2, hasta prácticamente duplicar la concentración respecto a los niveles preindustriales. 

El vapor de agua también es un gas de efecto invernadero. Su influencia en la temperatura se puede comprobar estos días. Si las temperaturas nocturnas caen en picado se debe básicamente a que el cielo estará muy despejado. Sin nubes, el calor que emite el planeta en forma de radiación infrarroja, como cualquier cuerpo del universo, se escapa hacia el espacio. Algo que no sucedería si hubiera nubosidad. Si bien los días son más cálidos con el cielo despejado, las noches son más gélidas.

De igual manera actúan el dióxido de carbono y el metano, pero a una escala global. La radiación térmica que libera el planeta queda atrapada dentro y por ello aumenta la temperatura. Así que si tiene alguna duda sobre cómo influyen estos gases en la temperatura, pruebe a salir una de estas noches sin un buen abrigo.

Azores, fuente de borrascas

En meteorología las Azores son famosas, al menos para nosotros, por albergar el anticiclón termodinámico que protege a Galicia de las borrascas y cuya influencia, salvo algunas excepciones, genera tiempo seco, y en verano cálido. Sin embargo, durante los próximos días el archipiélago portugués se convertirá en el lugar de origen de los sistemas de bajas presiones que lleguen a la comunidad gallega.

Se trata de una circunstancia que evidencia que algo poco habitual ocurre en la dinámica atmosférica. Y lo que sucede es que las altas presiones siberianas que abarcan todo el continente europeo, las borrascas tienen que circular más al sur de lo normal. Es decir, los anticiclones se mueven por altas latitudes y las borrascas por bajas. 

La primera borrasca llega a Galicia entre el lunes y el martes y sus efectos no serán demasiado intensos según las últimas actualizaciones de los modelos. Pero la siguiente, cuya visita está prevista entre el miércoles y el jueves sí podría generar bastante inestabilidad. La incertidumbre sobre este pronóstico ahora mismo es altísima y en el aire está la posibilidad de que pueda nevar.